🍴 II: Déduction 🍴

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Un helicóptero Black Hawk aterrizó sobre el tejado de aquel edificio, y de él bajaron varios policías armados y con cascos, luego bajaron una cuna vertical que sujetaba a una mujer con una camisa de fuerza y un bozal blanco.
La joven fue ingresada al edificio y llevada a una de las habitaciones, donde la recibió un hombre de gabardina oscura y sombrero de ala corta negro.
En cuanto los policías se retiraron, un joven de cabello negro despeinado y ropa holgada salió de un cuarto, con una mano en el bolsillo y con la otra sujetando un dulce.

– Watari, suéltala.

– Entendido.

El mayor se acercó a la cuna y desató a la mujer, quitándole luego la camisa de fuerza y el bozal.

– Bienvenida, Tn –saludó el pelinegro.

– Lawliet...el maldito que me metió en ADX.

– Tiempo sin verte.

– Aún sigues con vida, estoy decepcionada de tus enemigos –se burló.

– Te hablaré del caso –dijo, ignorando sus comentarios.–, por favor toma asiento.

– ¿Para qué es esta cosa? –preguntó, mostrando la tobillera en su tobillo.

– Para que no escapes. Es una tobillera de choques eléctricos, te electrocutará si intentas algo.

L se sentó frente a su laptop. Tn bufó, cruzándose de brazos, y sentándose junto a él.

– Ha comenzado hace un mes. Hay personas desapareciendo, jóvenes en su mayoría. En general sólo se encuentran los huesos, pero a veces encuentran los cuerpos, sólo que a estos le faltan órganos y algunas extremidades.

– ¿Trata de personas?

– Se pensó en tráfico de órganos, pero...yo creo que es algo más.

– ¿A qué te refieres?

– Alguien como tú –la miró.– Hay alguien ahí fuera imitando tus actos.

– Un admirador, ah –sonrió de lado.

– Eso parece.

– Bueno, ¿Para qué estoy yo aquí y cuánto me reducirás de condena?

– Podría hacer que salgas bajo libertad condicional. En cuanto al caso...si esta persona te está imitando, entonces nadie más que tú sabrá qué hará a continuación.

– ...Entiendo.

– ¿Cuento contigo?

– Meh –se encogió de hombros.– De todos modos no tenía nada más que hacer.

– ...Gracias –susurró. Tomó una carpeta.– Ten, es todo lo del caso –se la entregó.

– Aja –la tomó.

Mientras L continuaba su trabajo, Tn leía el reporte, examinando las fotografías de las víctimas y sus cadáveres. Watari entró con una bandeja en sus manos, se acercó a la joven y dejó frente a ella una taza de té y un plato de crèpes; ella levantó la cabeza, mirándolo.

– Ah. Gracias, Watari.

– Es un gusto verte bien, Khalid –sonrió.

– ... –sonrió.– Hacia años no oía ese nombre –rió.

Watari le sonrió y se retiró. L miraba a la chica de reojo, sonriendo levemente.

Minutos después, Tn soltó un suspiro y dejó la carpeta, luego tomó la taza de té y bebió.

– ¿Qué opinas?

– Bueno...definitivamente me está imitando; se nota en las víctimas, el modus operandi y en los cadáveres.

– Sí, pensé lo mismo.

– Sólo que...

– ¿Hm?

– Los cortes son limpios, pero parece como si su mano temblase.

– ¿Cirujano?

– Es posible. Sus manos pueden temblar por varias razones: alcohol, nervios, miedo...

– ¿Quieres decir que podría tener cierto remordimiento?

– No, no. Una persona así no siente remordimiento.

– ¿Tienes un perfil psicológico?

– Pues...podría ser cirujano, o algo relacionado con la medicina; es un hombre, posiblemente en sus 30.

– ¿Por qué?

– La mayor parte de sus víctimas son mujeres jóvenes, todas de clase media. Es posible que las atraiga con palabras, es decir, le dice cosas "lindas" para hacerlas caer en sus 'redes'. Quiere dominarlas, posiblemente por alguna frustración.

– ¿Cómo qué?

– Tal vez una amante, o una mujer que sea de su obsesión...las chicas tienen ciertas características similares, tal vez intenta buscar similares a quien lo obsesiona.

– Tú también mataste jóvenes, ¿No?

– Pero mis víctimas variaban. Diferentes colores de cabello, de piel, de ojos, diferentes clases sociales, pesos y alturas...diferentes. En lo único en que se parecían era en el rango de edad, pero eso era porque eran los más fáciles de conseguir en bares.

– Entiendo –tomó una hoja donde estaban todas la fotografías de las víctimas juntas.– Las chicas eran jóvenes, de piel blanca, de cabello castaño y ojos cafés, delgadas y de estatura baja –la miró.– Se parecen a ti.

– ¿...Crees...que esté obsesionado conmigo?

– Es lo más probable. Tal vez no sólo te imita, sino que está obsesionado contigo, por eso busca víctimas que se asemejen a ti.

– ...

– ... –dejó la hoja.– ¿Qué hay de las víctimas masculinas?

– Me imita. Es por eso que busca también chicos, por que quiere emular mi caso –bebió.– Es posible también que coleccione arte y escuche música clásica, y que haya leído 'The Silence of the Lambs', o al menos vio la película.

– Eso dependería de cuánto te esté imitando.

– Conozco este tipo de asesino. Si imitan a quien admiran, lo imitarán en todo.

– ¿Cómo crees que sea de personalidad?

– Hm...Tal vez parezca normal, y es inteligente. Probablemente no levante sospechas.

– Un tipo normal, eh.

– Sí. Ten en cuenta también...que podría haberse mudado.

– ¿Crees que no vivía aquí?

– No lo aseguraría, pero podría ser posible que se haya mudado a New York para imitarme; también puede ser que esté en lo incorrecto, y que él realmente viva aquí.

– Entonces los tendremos como una posibilidad. ¿Qué dices de los cadáveres?

– Los cadáveres a los que les faltan órganos y extremidades, pues...las partes faltantes son las que se pueden cocinar. Los órganos son fáciles para hacer platillos, al contrario, la cabeza no tiene mucha carne, casi que no es comestible.

– ¿Qué crees que haga entonces con las partes que no cocina?

– Deshacerse de ellas. Tal vez las arroje a algún lado, tal vez las deshaga con ácido. No las puede incinerar, tomaría demasiado tiempo.

– ¿Y dónde sólo se encuentran huesos?

– Ten en cuenta los huesos que se encuentran. Son huesos de partes que sí se pueden usar para cocinar. Jamás se hayan las cabezas, eso quiere decir que tiene un método de deshacerse de ellas.

– ¿Tú qué hacías?

– Las metía en ollas de agua hirviendo para despegar los cabellos y la piel, luego trituraba los cráneos y los arrojaba a la basura, o a veces limpiaba los huesos con lima para no dejar rastros.

– ...Bien. Tenemos un avance –volvió la vista a su laptop, comenzando a teclear.

Tn lo observó unos segundos y luego giró hacia la mesa, para continuar comiendo sus crèpes.

Apéritif Sucré 🍴 L LawlietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora