🍴 XIII: Liberté 🍴

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– Detective L, me gustaría oír de usted... ¿Cómo se ha comportado la señorita Abbott en lo que duró la investigación del caso Davis?

– Sí, Su Señoría –dijo la distorcionada voz de L.– La señorita Abbott se ha comportado como una persona normal, y su inteligencia y racionalidad, así como sus habilidades informáticas y deductivas, han sido cruciales para la investigación del caso Davis.

– ¿No se ha comportado de manera peligrosa?

– No, Su Señoría. La señorita Abbott ha tenido un comportamiento tranquilo...especialmente cuando escucha música clásica.

– ¿Quiere decir que la música clásica es una especie de...tranquilizante para la reclusa?

– Podría decirse así, sí.

– Entiendo. ¿Necesita realmente la ayuda de la señorita Abbott en el caso de desaparición de este niño?

– Sí, Su Señoría. La ayuda de la señorita Tn Abbott es crucial en este caso.

– Bien. Señor L, si a la señorita Abbott se le concede la libertad condicional, deberá quedar bajo su cargo pues, después de todo, es por usted que este juicio se está llevando a cabo.

– Lo comprendo, Su Señoría.

– ¿Accederá usted a tomar bajo su cargo a la señorita Abbott? Con todo lo que ello implica, por supuesto.

– ...Accederé a ello, Su Señoría. Sólo porque la ayuda de la señorita Abbott es una parte crucial para la resolución de este caso en el que actualmente trabajo.

– ...Muy bien –miró hacia adelante.– Llamo a un receso para que el Tribunal pueda determinar si es correcto o no darle la libertad condicional a la señorita Abbott –tomó su mazo y golpeó con este.

[Media hora después]

El Tribunal y todos los presentes regresaron a la sala, tomando sus lugares. El juez dio un mazaso para dar inicio nuevamente al juicio.

– Señorita Abbott, este Tribunal ha llegado a un acuerdo unánime –informó.

Ella asintió.

– Lo comprendo, Su Señoría. Aceptaré lo que el Tribunal decida.

El hombre tomó aire.

– Señorita Abbott, el Tribunal del Estado de New York, con el consentimiento del Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal de Prisiones, hemos decidido...otorgarle la libertad condicional.

Tn sonrió levemente.

– Se le concederá la libertad condicional, sin embargo, quedará bajo el cargo del detective privado L por un mínimo de 9 meses; pasado este tiempo, tanto usted como el detective deberán presentarse nuevamente ante este tribunal para una "revisión" de su comportamiento.

– Entendido –asintió.

– Pero, si usted llegase a romper una ley, por más mínima que sea, será encarcelada nuevamente y no se le dará la posibilidad de apelación a la libertad condicional hasta pasados 15 años de su condena. ¿Lo ha entendido?

– Entendí perfectamente, Su Señoría.

– Muy bien –tomó un sello.– Libertad concedida –apretó este contra el expediente de Tn.– El Estado le agradece sus servicios al grupo de psiquiatras y al detective privado L –tomó su mazo.– Señorita Abbott, en nombre del Estado de New York, se le concede la libertad condicional –sentenció.– Se cierra la sesión –dio un golpe con el mazo.

Apéritif Sucré 🍴 L LawlietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora