🍴 XXII: Aveux 🍴

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Tn estaba recostada en el sofá, leyendo uno de los varios libros que habían escrito sobre ella y su caso. Alguien llamó de pronto a su puerta, lo que llamó su atención; se levantó y cerró el libro, dejó este sobre la mesa de café y se encaminó a aquella entrada, observando por la mirilla.

– ¿L? –murmuró.

Rápidamente abrió la puerta. Del otro lado estaba el detective.

– Llegaste rápido.

– Sí, Watari se encargó.

– Entra.

Ella se hizo a un lado, dejando entrar al pelinegro.

– ¿Dónde está Watari?

– Lo envié a la dirección que me diste. Iba a ir personalmente, pero sé que Beyond no querrá verme.

– Sí, es cierto, él te odia.

– Le dije que vigilara el lugar, que vea que Beyond no se vaya con nuestro hijo.

– ...Lamento no haber hecho nada. Tendría que haberme traído a Cedric conmigo cuando dejé esa casa, pero...sabes que no tengo paciencia con los niños, eso pudo haber terminado mal.

– Lo sé. Está bien, no te preocupes. Voy a llamar a Watari para que lleve a cabo el plan –dijo mientras sacaba su teléfono.

– ¿Qué plan?

– Watari hablará con Beyond y Cedric, intentará tranquilizarlos, y hará lo posible por traer a nuestro hijo con él.

– Ya veo. De acuerdo.

L llamó a Watari, quien contestó rápidamente.

– Watari, ¿Ha pasado algo?

– No. Hay movimiento dentro de la casa, así que creo que siguen dentro.

– Ya veo. Por favor, hazlo ahora.

– Entendido.

 

Watari guardó el teléfono en su bolsillo, sin cortar la llamada; bajó del vehículo y se acercó a la casa, llamando a la puerta.
 

Beyond estaba comiendo mermelada de fresa con su mano; Cedric estaba sentado en el suelo, leyendo un libro mientras comía dulces y galletas, junto con un vaso de leche con chocolate. Cuando alguien llamó a la puerta, ambos levantaron la cabeza. El mayor dejó el frasco de mermelada, se levantó y limpió sus manos, para luego ir hacia la entrada principal; abrió la puerta, sorprendiéndose al ver al ver a aquel anciano al otro lado.

– ¿Watari?

– Hola –sonrió.

– ¿Qué haces aquí? Él te envió, ¿Verdad?

– Así es. Vengo para hablar contigo, y llevar a Cedric con sus padres.

– El niño no quiere ir. Él no los quiere porque sabe que va a ser usado como una copia, así que se quedará conmigo, será mi pupilo.

– Beyond, ese niño debe regresar a Wammy, no debería estar aquí.

– Eso dice el idiota de L, pero ese niño estará mejor aquí que con él.

– Beyond, no hagas esto. Déjalo ir.

– No lo estoy secuestrando, él vino conmigo por su cuenta, y está aquí porque quiere.

 

L y Tn oían la conversación que Watari tenía con Beyond.

– No lo convencerá –dijo ella. Él la miró.– Beyond te odia más que a nada, no dejará ir a Cedric si eso te afecta. Además...Cedric tampoco quiere irse, también está molesto contigo...y conmigo.

– ...Esperemos un poco para saber qué ocurre.

– Está bien.

Pasaron varios minutos, en los cuales Watari no lograba convencer a Beyond de rendirse y de devolver al niño a sus padres; dado esto, L decidió tomar acciones sobre el asunto.

– Vamos.

– ¿Qué? –preguntó confusa.

– Tienes razón, Watari no lo convencerá...así que lo haré yo.

– Beyond te matará si tiene la oportunidad.

– No lo hará, no es su estilo. No quiere matarme, quiere superarme.

– ...Está bien. Vamos.

L cortó la llamada y ambos salieron del hotel, tomando un taxi para dirigirse a aquella casa. Al llegar, se encaminaron a la puerta de entrada y L ingresó directamente, sin siquiera llamar a ella o pedir un permiso; Beyond y Watari lo miraron con algo de sorpresa.

– ¿Qué demonios haces tú aquí? –dijo el ojirojo, molesto.

– Sé que no quieres verme, pero no importa. Vengo por Cedric.

– El niño no quiere ir contigo, no quiere verte. Lárgate de aquí.

– Beyond ya basta –dijo Tn.– Sólo deja que nos llevemos a Cedric.

– Sé que quieres superarme y destruirme –dijo L.–, pero no debes involucrar a más personas en esto, mucho menos a un niño.

– No me molestes –gruñó.

Mientra los adultos discutían, Cedric se levantó con el libro en sus manos, acercándose a donde estaban los mayores.

– Señor Beyond –llamó.

Todos se callaron y miraron al pequeño. Él menor miró con curiosidad a L, dado que su apariencia y la de Beyond eran casi iguales, sólo sus ojos los diferenciaban.

– ¿Quién es él? –preguntó.

– El idiota de L –dijo Beyond.

– ¿L?

– Hola –saludó el detective.

– Así que tú eres L...

– Sí.

L se acercó un poco al niño; Beyond quiso detenerlo, pero Tn se lo evitó. El detective se agachó, para poder quedar a la altura del menor.

– Yo soy L –admitió.–, y también...soy tu padre –le confesó.

Los ojos de Cedric se abrieron como platos, mientras sus manos apretaban el libro que cargaba con fuerza. Beyond estaba por quejarse e interferir, pero Watari lo detuvo y lo sacó de la sala para poder calmarlo. Tn observaba al detective y su hijo, con cierta ansiedad.

– Tú... ¿Eres mi padre?

– Así es –asintió.– Sé que debes tener un gran resentimiento hacia mí, y lamento lo que has tenido que pasar, nunca quise que esto te dañara.

– Tú y ella me tuvieron para ser tu copia, ¿Eso es cierto?

– Lo es. Quería un niño con mi ADN y el de Tn, pues ella es inteligente, para poder tener un sucesor perfecto, pero...fue un error verte así, como un robot al cual programar, y me disculpo por eso.

– Si querías que fuera como tú, ¿Por qué me dejaron en el orfanato?

– Por tu seguridad –el niño frunció el ceño.– Tn no podía cuidarte, estaba ocupada con su trabajo y-

– Y estaba en prisión –interrumpió el pequeño.

– ...Sí. Y estar conmigo era peligroso, no sería bueno para ti el viajar tan seguido, y además tengo muchos enemigos que podrían hacerte daño, y no quería arriesgarme a que algo te pasara. Por eso te dejamos en Wammy's House, porque estarías más seguro ahí que con cualquiera de nosotros.

– Entonces no me quieren como su hijo. Ella no quiere ser madre y tú quieres un clon de ti.

– En un principio sí fue así, no voy a mentirte. Pero estábamos realmente preocupados cuando nos dijeron que desapareciste.

– Tardaron mucho en encontrarme.

Apéritif Sucré 🍴 L LawlietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora