Tn despertó en cuanto la luz solar entró al cuarto y dio en su rostro, giró en la cama y miró al chico a su lado, pero este ya no se encontraba en él. La puerta se abrió de pronto, y Beyond ingresó con una bandeja en sus manos.
– Oh~ Buenos días, bella durmiente.
Ella frunció el ceño y se cubrió más con las sábanas. Él rió.
– Tonta.
El pelinegro se acercó a la cama y dejó la bandeja sobre la mesa de noche, en ella había una taza de café y tres tostadas con mermelada de fresa; luego se acercó al armario y sacó una de sus camisetas de mangas largas, una negra, y miró a la chica.
– Ten. Ponte esto –se la lanzó.
Ella atrapó la prenda, se colocó su ropa interior y luego la camiseta; tomó la taza y bebió, luego mordió una de las tostadas.
– ¿Extrañabas que te prepare el desayuno?
– Púdrete –bebió.
– Vienes en busca de tu hijo y terminas en mi cama. Interesante –sonrió de lado.
– Cierra tu maldita boca –comió.– ¿Vas a decirme dónde lo tienes?
– Lo maté.
Tn se ahogó con el café, por lo que dejó la taza a un lado y comenzó a toser, mirando al chico con cierta ira. Beyond comenzó a reír, divertido.
– Era broma, sólo jugaba.
– ¡Hijo de perra!
La castaña se levantó rápidamente y corrió hacia él, tomándolo de la camiseta.
– ¡Eres un maldito idiota!
– Cálmate –rió, tomando sus manos.– Te dije que no le hice nada. Ese niño es tuyo, así que no le hice nada malo.
– Te detesto –lo golpeó en el pecho varias veces.
Él la detuvo sujetándola de las muñecas.
– Quieta. Oye, tú practicaste savate, yo no.
– Te lo mereces. Debería usarte de bolsa de boxeo.
– Ya, está bien. Termina tu desayuno y te llevaré con el niño.
– Más te vale.
– Nunca te he mentido, ¿O si? –la besó.
– ...No.
– Come y vístete.
– Está bien.
Beyond salió del cuarto.
Tn volvió a la cama, para terminar de desayunar. Quería golpear a aquel ojirojo porque su actitud la desesperaba a veces, pero no lo hacía pues eso era lo que le había atraído en un principio; aunque también fue una de las razones por la cual le terminó, porque él había dejado esa actitud suya y había comenzado a imitar a L, aunque desde su ruptura se había comportado como él mismo cuando estaba con ella.Tras desayunar, ella se colocó sus medias largas, short y su blusa, se acercó al armario y lo abrió, en busca de un suéter; tomó uno negro y se lo colocó. En ese armario encontró, además, algo especial: una fotografía de ambos cuando eran adolescentes, una la cual se habían tomado el día en que llegaron a Estados Unidos.
– ¿Algo interesante?
Ella se sobresaltó y giró, viendo al chico en la puerta.
– Sí –asintió.– Me gusta este suéter.
– Siempre usabas mi ropa, no me sorprende.
– Pero esto es más interesante –enseñó la foto.
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Apéritif Sucré 🍴 L Lawliet
Fiksi PenggemarL, uno de los mejores detectives del mundo, toma el mando del caso de un misterioso asesino serial. Tn, conocida como el "Terror Nocturno de New York", recibe un pedido por parte del detective para ayudarlo en aquel caso, ¿La razón? El asesino usaba...