Love Rose || YugBam [Omegaverse] ✅

Capítulo 40

Bam Bam

Despierto rodeado de una mezcla de olores que me revuelven el estómago y me hacen llevar las manos a la boca y nariz de lo horrible que huele. Rápidamente me siento en la cama intentando calmar mis náuseas y es entonces cuando me percato de que está habitación no es mía.

¿Donde estoy?

¿Que hago aquí?

Los recuerdos llegan rápidamente como una gran bofetada por parte de la realidad. Fuí secuestrado cuando mi esposo fue emboscado, lo último recuerdo es verlo siendo atacado por tres lobos mientras intentaba llegar a mi.

Gracias vida, estás partiéndome el corazón en mil y sangrantes malditos pedazos, la respiración se me acelera y mís ojos se llenan de lágrimas, maldita sea, la situación es grave.

Entonces lo que sentí, lo que creí vivir ¿Fue un sueño? ¿Él y yo abrazándonos fue un sueño? Sin duda lo fué pero lo sentí tan real, era tan real su calor cuando me tenía en sus brazos y yo me sentí seguro y protegido entre ellos. Cariño deseo con todo mi corazón que estés bien ¿Pero como saberlo? Ni siquiera sé que donde estoy. Quiero verte mi vida, quiero volver a tí, te necesito.

Los recuerdos siguen torturando mi mente y hubiera preferido no recordar, mi cuerpo, ya no le pertenece a Yugy, fui violado. Él era el único hombre que me había tocado y ahora estoy sucio

- El bello durmiente despertó - una extraña voz interrumpe mi monólogo interno, giro el rostro y doy un grito cuando encuentro un rostro demasíado cerca de mi.

- Oh, valla que no soy fea ¿Por qué gritas? - habló en mi idioma, esta mujer me habló en tailandés.

- ¿Quienes son ustedes y que quieren de Aria Moon Rose? -.

- Bonito, tu manada no nos interesa, para nosotros es algo insignificante -.

- ¿Entonces por qué nos atacaron? - la mujer rueda los ojos y bufa.

- Que no fuimos nosotros, los perros se encargaron de eso, nuestro único trabajo era ir por tí -.

- ¿Por qué me han traído aquí? -.

- Porque aquí nadie va a encontrarte, dah -.

- Zafira, cierra la boca - un hombre regaña en el momento que cruza la puerta, habla en un tono que me da escalofríos.

- Solo estoy platicando, fue aburrido cuidarlo dos días, chico sí que tienes el sueño pesado - ¿Dos días?

- Come algo te necesitamos vivo - reconozco a ambas mujeres como las que me atraparon, la recien llegada extiende un plato de comida hacia mí y no lo hizo de buena manera ni como un buen gesto. Aunque desde luego no esperaba que fuera de otro modo.

- No tengo hambre - y es que ¿Como tener apetito cuando mi vida no es más que preocupación y angustia?

- Si quieres matar a tu hijo de hambre es muy tu problema - instintivamente llevo mis manos a mi vientre - Zafira, cuídalo muy bien y deja de platicar con él que no es tu amigo -.

- Si, si, ya lo sé me lo dijiste muchas veces - después de aquello los otros dos se retiran dejándonos solos.

- Que gruñona ¿verdad? - finjo no escucharla, no me apetece hablarle - ¿Oye en verdad no comerás? -

- Ya dije que no tengo hambre - bien, no me apetece hablarle pero tampoco puedo quedarme callado cuando estoy a la defensiva.

- Pero tu bebé necesita comida - me asusta que hable de mi bebé, siento que le hará daño.