Love Rose || YugBam [Omegaverse] ✅

Capítulo 6

Yugyeom

Fué hermoso verlo caminar hacia el altar, luciendo su traje blanco, estaba emocionado y listo para hacerlo mi esposo y tomarlo totalmente mío. Cuando lo tuve en frente, mi corazón se disparó en latidos al apreciar que había dejado los pupilentes de lado y estaba dejándome apreciar su precioso color verde, si hay algo de él que más adoro son sus ojos.

Al fin es mi esposo, se siente tan bien llamarlo así, esta nueva vida será maravillosa, será grandioso tenerlo siempre conmigo, dormirme y despertar con él a mí lado todos los días, ahora comprendo por qué mi hermano se volvió más atento y unido a su pareja.

Hay tantas cosas que aún me faltan por vivir a su lado, me encargaré de quitar esas inseguridades que lo atormentan, porque yo no necesito un omega que esté a la voluntad de mis ordenes, yo lo necesito a él con todo lo que es.

- Gyeom - me susurra al oído sacándome de mis pensamientos, su voz es suave y melosa, de un momento a otro se monta en mi regazo y se abraza a mi cuerpo - te necesito, aquí y ahora - deja besos y pequeñas mordidas por mi cuello, empezando a mover las cederás, su característico aroma a flores me llega como una tentación.

- Espera - pido y entonces su aroma se desprende con mayor fuerza, claramente a entrado en celo y tengo que sacarnos de aquí.

- Por favor - suplica y se frota con mayor fuerza sin perder su lento compás.

- Mi amor - tomo su rostro intentando mantener mi autocontrol, sus actos y su aroma me están afectando.

- ¿No me deseas? - Sus ojos brillosos llenos de deseo y necesidad.

- Claro que te deseo mi amor, pero no es el lugar, vamos a despedirnos de nuestros padres y nos largamos de aquí - no espero respuesta, lo bajo de mi regazo y tomándolo de la mano vamos con nuestros padres. No entro en detalles solo digo que nos retiraremos y nos dirigimos al auto.

Mi chico deja salir su aroma cada vez más, está llamándome y de nuevo tengo que hacer uso de todo mi auto control, realmente me está costando.

Lo dejo en el auto colocándole el cinturón de seguridad, estoy por levantarme, pero me toma de la polera y me jala más hacia él - Gyeom - chilla mi nombre de manera necesitada y tengo una batalla interna entre obedecer a su petición y tomarlo ahí mismo en el auto o esperar a llegar a nuestro hogar.

- Cariño, no me hagas esto, sabes cómo me pones - le suplico, rozando mis labios con los suyos, él los toma y por un momento vacilo, sus feromonas me están volviendo loco de deseo - solo cinco minutos cariño -.

- Es mucho - lo escucho quejarse con un pequeño berrinche cuando cierro la puerta, tomo mi luga y conduzco lo más rápido posible, pero mi esposo no se queda quieto y me pone las cosas difíciles - ¡Mm! - jadea al estar con las manos dentro del pantalón.

- Quédate quieto carajo -.

- Cállate, se sentiría mejor si estuvieras tocándome - yo sé que sí, pero quiero que está noche sea especial - ¿Por qué no estacionas y me tomas? - Su pregunta es más un reproche.

- No voy a hacerte el amor en el auto... no en nuestra noche de bodas - él sigue en lo suyo y no se preocupa por callar sus pequeños quejidos mientras se toca. Mierda estoy duro y duele.

Apenas estaciono me saco el cinturón y prácticamente corro hacia mi esposo, lo saco del auto y lo llevo en mis brazos hasta nuestra habitación. Sus manos desordenan mi cabello mientras va besando mi cuello, al llegar me recuesto en la cama con él bajo mi cuerpo y entierro mi rostro en su cuello deleitándose con su aroma, huele tan bien y es tan magnífico que un grave y posesivo gruñido sale de mí. No resisto darle una pequeña mordida y sin detenerme comienzo a desvestirlo.