Ser o no ser

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Narra Jonathan:

Hoy en taller estuvimos realizando algunos ejercicios, uno de ellos se trataba de escribir un poema o algo así, en el cual nos definiéramos como personas, supongo que es para lograr explorar nuestra sensibilidad como artistas, la idea era escúchanos, sin reprimir nada, y fue lo que hice, sin pensar que tendría que leerlo frente a mis compañeros.

Cuando el profesor a cargo de la actividad me dijo que debía exponerlo, me puse de pie, resoplé y algo nervioso comencé a leer – "Hoy era el día, el mundo se oscureció. Yo tengo miedo, no de lo que soy, si no de... - hice una pausa y miré al profesor, esperando su compasión y que me dejara parar.

- Continúa – dijo sin piedad.

- "No de lo que soy, sino de lo que podría ser, me desabrocho el cuello para respirar, mis ojos se nublan y lo veo a él a la imagen de la perfección, es muy fuerte, sus labios suaves y pienso ¿de que tengo tanto miedo? Estos pensamientos invaden mi mente, van a mi memoria, libérame...".

No pude seguir leyendo y salí del lugar, ante la mirada incrédula de mis compañeros que participaban en la actividad.

Narra Millaray:

Hoy llegué al canal un poco más tarde de lo normal, tenía que dar unas pruebas para el colegio, pero rápidamente me llegaron los comentarios, de que en una actividad Jonathan leyó un poema en el cual se daba a entender que podría ser gay. Yo creo que simplemente fue algo que se malinterpretó, no quise preguntarle nada, para que no se sintiera cuestionado, pero, aunque hubiese querido hacerlo, no habría podido, él me evitó el resto de la tarde.

Al terminar el programa, como de costumbre, nos vamos juntos, yo le sonreí, esperando alguna reacción de su parte.

- Si quieres preguntar algo, hazlo sin rodeos.

- Perdón Jonathan, pero es que mucha gente está diciendo cosas.

- ¿desde cuando te importa lo que digan? – me preguntó.

- Tal vez sea porque aún no me das ninguna explicación por lo que escribiste – repliqué.

- No tengo porqué – respondió.

- Si, pero yo soy tu polola, y me gustaría saber si es que hay alguna razón para que le escribas un poema a un hombre.

- Milla, cuando nos pidieron escribir algo, sólo me enfoqué en escribir lo que sentía y una de las imágenes que me vino era masculina, nada sexual, pudo ser la mía, no sé... pero si se que no había nada gay en ese poema, es la única explicación que tengo y si no es suficiente para ti, puede dar crédito a lo que dicen.

- Yo no les creo – le dije mientras le tomaba la mano.

- Espero que no, porque te adoro Millaray, y si escribiera de amor, hablaría de ti y de nadie más – aclaró mientras se acercaba a abrazarme.

- Te sientes mejor ahora? – me preguntó.

- Ni te lo imaginas – respondí mientras sonreía aliviada.

Narra Juan Ángel

Daniela está saliendo con un chico, y al parecer como me ve tan solo y triste, decidió invitarme a salir a tomar algo con ellos, lo cierto es que me viene bien distraerme un poco. Aunque sorpresivamente recibí un WhatsApp de Millaray.

- Tienes algo que hacer? Me gustaría pasar un rato junto a mi mejor amigo.

No pensé que fuera ella, y pese a que quiero olvidar, mi corazón no se puede negar a estar cerca de ella, así que le dije que se uniera a nosotros.

- Lo estás pasando bien? – le pregunté mientras brindábamos.

- La verdad es que si – respondió sonriendo.

- Me alegro de que estés aquí, Jonathan se lo pierde – exclamé.

- Crees que es gay? – me preguntó.

- Yo no he dicho eso, pero lo he pensado alguna vez... bueno, tal vez varias, pero supongo que tu lo conoces mejor que yo.

- Por supuesto – Respondió rápidamente.

- Pero lo conoces tan bien como a mí?

Hizo una pausa – No, claro que no. Todavía no puedo leer a través de sus ojos, como leo en los tuyos.

- Y que están diciendo mis ojos ahora? – Pregunté con cierta curiosidad.

Millaray me miró por algunos segundos, como descifrando mis pensamientos – Creo que tus ojos dicen lo cómodo que es para nosotros estar aquí juntos... como amigos.

- Acertaste – Respondí mientras ella se refugiaba en mi hombro.

Narra Jonathan

Al terminar el programa fui a dejar a Millaray al metro, pero quedé con la sensación de que debíamos hablar, le envié un mensaje y le dije que hiciéramos algo, de inmediato respondió que si, y que me esperaría en su departamento.

- Hola! Te demoraste poco, aún no llega el sushi.

- No debiste preocuparte... - reproché.

- Quería hacerlo – respondió.

- Lo sé, pero no debiste – reprendí nuevamente.

Ella me miró, y sentí que sabía lo que le diría – Esta es la parte en la que digo ooohh, verdad – mientras se sentaba.

- Escucha Milla, yo no sé que decir, de verdad... ni cómo.

- Sólo se sincero conmigo, bueno... esta vez se sincero, por favor.

Me senté frente a ella – Hoy en la mañana le dije a mi papá que soy gay.

- Entonces lo eres? – me preguntó.

Asentí con la cabeza – cuando escribí ese poema, algo despertó en mi, y comprendí que sea lo que sea, no va a desaparecer, yo te quiero muchísimo, has sido una gran amiga para mí, por eso no quiero perderte, pero tampoco quiero verte sufrir – intenté explicar mientras algunas lágrimas se caían por mi rostro.

- Lo se, conozco el resto, gracias por ser sincero conmigo.

- Gracias por ser como eres – le dije mientras tomaba su mano para hacerla sentir mejor.

Narra Juan Ángel

Llegué a mi departamento, estaba muy cansado después de un día de trabajo, me saqué los zapatos y me tumbé en el sofá, comencé a ojear mis redes sociales, hasta que algo me desconcentró, alguien estaba abriendo la puerta, me llamó la atención, ya que la única persona a la que le pasé una copia de las llaves es Millaray, y al parecer aún las conserva... era ella, se quedó de pie frente a mí, mientras yo la contemplaba, cerró sus ojos y se lanzó a mi brazos a llorar como una niña pequeña, se veía tan frágil e indefensa, no pregunté nada y sólo la abracé.

Almas GemelasWhere stories live. Discover now