Cumpleaños

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Narra Juan Ángel

Es mi cumpleaños, y siento que, en el último tiempo, pese a que he avanzado mucho profesionalmente, en lo que respecta a mi vida personal estoy estancado. Pienso en mis amigos, la Milla se busca a si misma, el Pato se ha transformado en un pololo bueno y estable, la Dani está... no necesariamente progresando, pero al menos se mueve... yo me he quedado en el mismo lugar en el que estaba el año pasado. No me extraña que la Milla me haya dejado...

Lo único que logré este año, fue aclarar mis sentimientos por ella, y ni siquiera fui capaz ni conservarla a mi lado.

Narra Millaray

Hoy es el cumpleaños de Juan Ángel, y con el Pato le estamos organizando una fiesta sorpresa.

- Repasémoslo otra vez – le digo intentando que todo salga bien.

- Yo invito al Juan a tomar algo con Andrea y conmigo hoy en la noche, lo mantengo ocupado hasta eso de las 11, en ese momento buscamos cualquier excusa para devolvernos, entonces lo llevamos a su departamento donde... - Responde Pato, indicando todos los pasos.

- Yo habré preparado la fiesta más fabulosa de su vida – suspiro – espero...

Narra Juan Ángel:

Llegué temprano al canal, le dije a Millaray que almorzáramos juntos, estuvimos conversando de varias cosas, y la verdad no se como llegamos al tema de "la esperanza".

- Cuales son tus esperanzas? – me preguntó Millaray.

Sonreí – Mi esperanza es que volvamos a estar como antes – respondí con seguridad.

Millaray asintió, dejó el vaso sobre la mesa – Y la mía, y de verdad que intento recuperar nuestra amistad.

- No hablo sólo de la amistad Milla, no puedo negar la realidad y es que simplemente quiero más... quiero recuperarte – confesé ilusionado, mientras la miraba fijamente.

- Juan... - respondió con voz temblorosa.

- Estaba tan confundido anoche y me di cuenta que lo que más me importa eres tú, sé que sigue habiendo algo entre nosotros, lo sentía durante tu relación con Jonathan y lo sigo sintiendo ahora, y sé que tú lo sientes también... porque somos almas gemelas... Milla... estamos hechos el uno para el otro y punto – cerré mi declaración totalmente convencido.

Millaray se puso las manos en la cabeza, esa era una señal de que estaba complicada – No, Juan... ¿te acuerdas porque terminamos? No tenía nada que ver contigo, y nada que ver con Jonathan, era por mí, había cosas que yo tenía que aclarar.

Cuando escuché su respuesta, me molesté – ¿y era mejor aclararlas con Jonathan que conmigo? – pregunté enojado.

- Juan! No podemos hablar de esto, ya sabes por qué.

- Si tu y yo no podemos estar juntos, yo no entiendo nada, no creo que haya esperanza hoy – Solté furioso, me puse de pie, dejando sola a Millaray.

Narra Patricio

Cuando terminó el programa, nos fuimos rápido a tomar algo con Juan Ángel y Andrea, la verdad es que mi amigo no parecía estar de buen humor, y no se en que momento se le pasó la mano con el alcohol, pero cuando me di cuenta ya era un poco tarde, por lo que, con un gran esfuerzo lo logré sacar del Pub y nos fuimos rápidamente a su departamento, donde nos estaba esperando Millaray y los invitados.

- Sorpresa!! – gritó Juan Ángel al entrar corriendo a su departamento, para luego subirse a la mesa a bailar.

Millaray lo logró bajar a tirones y lo sacó del salón.

Narra Millaray

Creo que no fue buena idea organizarle una fiesta a una persona que en este momento me odia.

Los chicos se demoraron en llegar, llamé innumerables veces al Pato, me dijo que tuvieron un traspié, y que mejor no preguntara, hasta que Juan Ángel abrió la puerta y entró gritando y bailando, entendiendo en ese momento cual era el traspié. Lo saqué de ahí y me lo llevé.

- Tienes que ir al baño, antes de que te vean tus papás, porque están por acá, te voy a preparar un café, no se si sirva de mucho, pero es lo único que se me ocurre ahora.

Él me abrazó mientras lo llevaba al baño – estoy triste Milla, ¿sabes algo de la tristeza? – me preguntó.

- Más de lo que quisiera – respondí.

La pregunta de Juan Ángel, me distrajo un poco, y en ese momento logró zafarse de mi y se fue corriendo a la cocina.

- Justo a tiempo hijo, iba a llamarte para que apagaras las velas – le dijo su mamá, sin darse cuenta en el estado en que él se encontraba.

- Ahora pido el deseo? – preguntó Juan.

- Juan Ángel estuviste tomando? – dijo su madre al percatarse de las condiciones en las que estaba.

Él la ignoró – Pediré el deseo, ¿a ver cuál? Deseo que mi amigo Pato deje el papel de don Perfecto y Santurrón y vuelva a hacer lo que se le da bien, que yo aprecie mi vida, porque la suya era peor – miró a su alrededor y se acercó a mi - y por supuesto está mi Millaray, mi dulce y preciosa Millaray – dijo tomando mi rostro con sus manos - la única adolescente del mundo que necesita encontrarse a sí misma, ¿sabes qué? ¡Lo acepto... Milla! ¡Milla! ¿dónde estás Milla? – gritaba Juan Ángel mientras simulaba buscar debajo de la mesa y atrás de las puertas, ante la mirada atónita de los invitados, ya que nunca lo habíamos visto así – Milla, ¡aquí estás! – me dijo y se acercó a darme un sorpresivo beso.

La verdad me sentía demasiado confundida dados los últimos acontecimientos y lo aparté de mí, lo siguiente fue Juan Ángel vomitando en el baño.

Luego de despedir a los invitados de la fallida celebración y ayudar a su mamá a ordenar, entré a la pieza de Juan Ángel, estaba tirado sobre la cama.

- Hola... - le dije mientras cerraba la puerta.

- Hola – me respondió sin mirar.

- Como estás? – le pregunté.

- Estaré bien, cuando todo deje de girar.

Me senté a su lado, acariciándole el brazo – Seguro que estarás mejor en la mañana.

- Milla, no se lo que dije, pero lo siento.

- No te preocupes por eso, te perdono, incluso a ti se te permite cometer algún error en este mundo – respondí con voz calmada.

- Me siento tan solo, tengo 23 años y estoy desesperadamente solo. ¿Porque terminaste conmigo y me cambiaste por Jonathan?

- Nunca he pretendido buscar a alguien que te superara, se trataba de buscar a alguien que no estuviera tan unido a mí, a veces siento que mi vida está tan ligada con la tuya que no sé voy a poder desenvolverme sin ti.

- Averígualo luego Milla, porque yo te amo.

Cerré los ojos al escuchar esas palabras, suspiré, pero al abrirlos Juan Ángel había cerrado los ojos, quedándose profundamente dormido... lo contemplé durante unos segundos.

- También yo a ti Juan Ángel.

Almas GemelasWhere stories live. Discover now