OneShot's - Mikayuu.

M.Y. 14

♥MikaYuu♠

– No puedo corresponder el sentimiento. –Ladeo la cabeza, con una pequeña sonrisa incomoda –Yo… Yo soy normal.

Su ‘‘mejor amigo’’ acababá de confesar su amor. Pero para el "ese tipo de relaciones" no eran buenas.

No mucho tiempo atrás, su padre se había comprometido con una persona de su mismo sexo, el cual no tardaría en llevar a su casa.

El peligris a tratado de acercarse al de ojos verdes de manera amistosa pero sin saber el rencor que el chico le guarda, siempre lo evitá.

"Papá Guren" a cambiado drasticamente, su atención es más dirigída al de mirada celeste y eso enciendé la envidia.

– ¿Para tí, qué es normal? –Preguntó con una voz, notablemente rota. – Yuu-chan.

Se sorprendío al ver a su compañero sonriendo de manera forzada. Normalmente el siempre es sinceró respecto a sus demostraciones en gestos.

Si esta enojado, gritá. Si esta triste, llora. Si esta felíz, ríe.

– Hombre y Mujer. –Contesto sintiendose confundidó.

Llevo la palma de su mano que inexplicablemente se encontrabá sudadá, al pecho donde empezaba a sentír un profundó vacío.

Al parecer a su corazón le empezaba a doler el rechazo que le estaba dando a Mikaela. Pero un noviazgo entre hombres era prohibído.

– Entonces esto es malo. –Continuo Tepes.– Nunca debí declararme, olvida todo. –Cubrío su boca.

– Perfecto, aremos como que esto nunca sucedío. –Palmeo su hombro con "emoción".

Sus latidos eran cada vez más extraños, como sí le indicaran que estuviera equivocado.

" La respuesta, es otra."

– Esta bién, Yūichirō. –Prosigío el rubio. – No tiene caso que te siga tratando como a una chica.

– Al fín dejaste ese abrumador, apodo. –Suspiro cansadamente.

"¿¡Qué demonios?!" " Lo estas destruyendo."

–No creí que te molestara tanto. –Forzo un hablá dura.

– Lo odiaba. –Opinó, rascado su menton.

"Mentiroso, amabas que te llamara tan cariñosamente."

El de mirada zafiro no pudo hacer nada más que verlo fijamente, existén muchas leyendes acerca de su "Los ojos reflejan el alma".

Los suyos te mostraban como la suya se estaba cayendo en pedazos.

¿¡POR QUÉ LE ESTAS HACIENDÓ ESTO!?

Sigó los consejos de Shinya, después de todo.

– Ahora que hemos dejado las cosas claras, largaté. –Ordenó señalando una puerta con mucha luz, sobresalienté.

– ¿Hacé cuantó sabías que era mi despedida? –Se burlo el mayor.

– Recordé la primera vez en que también me negué –Levanto sus hombros. – Momentó de descansar, Mika.

–¡Te estare cuidando, Yuu-chan! –Pauseó mientras se encogía en un adorable infante. –¡Se bueno! –Rio corriendo a su destino final.

– Lo seré. –

"Es cierto… el fallecío hace un par de años."

Que conciencia tan estúpida tengo.

El siempre esquivaba a Hīragi por el empleó que tenía antigüamente como Psicologó;
El cual tenía terapías donde trataba de aceptar la muerte del pequeño niño que trastornaba en su cabeza.

Tras el primer rechazó forzado que se obligó a darle por tratar de no tener un entorno que le juzgara, caúso en el adolecente una depresión tan fuerte que le hizo perder la noción del tiempo en un viejo automovíl.

Mejor dichó, fue lo que le hicieron creer.

Estaría fatal si se entara acerca del homicidio que emplearon sobré el mencionado.