G.Y. 03

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♠GureYuu♥ Family

Entendí tu respuesta.

No pedí prácticamente nada, solo un poco de sincerídad. Un trato a la altura del mío. Y recibí silencio. La mayor de las decepciones.

De todas creo que entendí tu respuesta.

Era un »No me importas «

Y duele.

Acabó destrozado, la pagína de un libro que solamente lo puso de mal humor.

Solamente 7 días pasaron desde la ruptura amorosa que se llevo a cabó con su chico; El Mayor General.

La casa sin su precensía era inquietante y solitaria, así como se encontraba antes de conocerle.

Se removío incomodo, colocando la pierna derecha encima de la izquiera. La primera que se encontraba entumida por todo el peso sobre ella, le empezaba a molestar.

Tuvo que terminar su lectura sin importarle marcar la pagina y de un sorbo acabar con el poco trago que aún le quedaba.

El peligris le regañaba cuando se pasaba de copas, tenía que recordar que aun estaba a cargó de una persona menor.

Sentado en la oscuridad sobré el sillón favoríto de su ex-amante mientras contemplaba con melancolía la fuerte tormeta que podía divisar por la gran ventana , sintío los ojos del niño.

Bastaba con dar una mirada de reojó para toparse con unos destellos verdes quienes resplandecían y te quitarian el aliento si no fuera por que al estar a un lado de la fogata en la chimenea, se mostrara algo de su pequeña anatomía.

– Deberías estar en la cama. –Corto el silencío con dureza.

Unos pasos retrocediendo temerosamente le dibujaron una sonrisa en su cara.

– S-solo vine por leche, no conseguía dormir..–Justifico cercano a su habitación.

– ¿Son los truenos, verdad? –Capto la atención de pelinegro por tal observación. – Shinya no vendrá a cantarte, nunca más.

– El no rompería su promesa. –Defendío con un hilo de voz. – Estaría conmigo, sin…

– Sin importar lo que pasara. –Reprendió burlon. – También me lo juró.

Del bolsillo de su camiseta de cuadros azules, liberó una caja de cigarrillos sacando consigo igual un encendedor mal cuidado.

Años junto a su prometido le arrebataron esa adicción pero la experiencia de cada fracasó le llevaban al menos a uno por mes.

Solamente Hīragi no le reprendía si tenía una buena excusa pero… Ya no lo haría más. ¿Por qué  contenerse?

Con dos dedos colocó el rolló de papel con tabaco en el medio de sus labios y le prendio fuego a la basé indícada.

– Es malo fumar. –Escucho a lo profundo de la sala.

– ¿No te habías largado a dormir? –Gruño molestó.

– Tengo miedo, el sonido me aterra. –Explico, acercandose lentamenté.

Guren solo bufó molestó mientras un ligero denso humo se escabullía de su boca.

Estaba teniendo una semana dificíl como para mimar todavía un mocoso inmaduro.

– ¿Ahora qué te pasa? –Recargo el codo en el respaldo, para tener una mejor vista.

– Protegeme de esos rayos, papá. –Hipeaba conteniendo su llanto para abrazar el brazo del adulto.

Ichinose se sorprendió ante el pedido del chico y no logró emitír una palabra por el tactó que obtuvo de su hijo.

Yūichirō temblando se aferraba a la idea de que su padre, alejaria los problemas de su cabeza tal y como lo hacía el otro hombre que lo hacía con chistes o distracciones.

OneShot's - Mikayuu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora