Unas risas robóticas sonaban en la taberna de Barley. Dos de los tres robots que se encontraban en el lugar no dejaban de reír mientras que el de cuerpo de barril no dejaba de burlarse del nuevo aspecto robusto de su compañero. El encargado de la taberna se limitaba a escuchar las conversaciones y preparaba todo para cuando abriera. El músico mexicano estaría allí dentro de poco tiempo y no le gustaría que el lugar estuviera desordenado.– Ya deja de reír o te eliminare – Rico saca su arma y apunta al robot pirata.
– ¡Oh, no, por favor! ¡No quiero que me terminen remodelando! – Darryl seguía divirtiéndose con el nuevo aspecto de su compañero. Mientras más lo veía más gracia le daba.
– ¡Ya es suficiente! – Recarga su arma y dispara a Darryl. – ¡Por lo menos hay personas a que les gusta!
El robot pirata rueda lejos de Rico aun burlón y esquiva todas las balas rebotadoras.
– ¿A quien le gusta? ¿A Piper? –
Esa fue la gota que rebalso el vaso, Rico odiaba que mencionaran a la princesa, lo único que hacían era confundirlos más y más. Repetidamente le disparó a Darryl. Las balas rebotaban en todo el lugar y ninguna le daba al pirata que no dejaba de tirar sillas y mesas que Barley acababa de acomodar.
Poco entra a la taberna con su guitarra, Darryl pasa rodando delante de el casi aplastándolo. Con su mirada busca a Barley, encuentra al robot mirando la pelea y observando el desastre. El esqueleto pasa a través de todas las balas rebotadoras, el barril andante y las sillas y mesas tiradas.– ¿Por que están peleando? – Una de las balas rebotan en su guitarra y se oculta detrás de Barley. El robot no le responde.
Intentando mantener la calma, el dueño de la taberna toma unas botellas, aun se mantenía mostrándose alegre pero por dentro estaba por explotar. Poco, sabiendo lo que se venía, se oculta detrás de la barra. Las botellas son arrojadas y caen cerca de Rico y Darryl. Los dos robots salen corriendo de la taberna. Cuando Barley se enojaba lo mejor era alejarse de él y sus botellas.
Al ver que los robots se habían ido vuelve a su buen humor. Voltea a ver al músico, esperaba no haberlo lastimado con la lluvia de botellas.– ¿Estas bien? – Pregunta al ver al mariachi aún callado.
– Si, estoy bien… – Observa como había quedado el lugar y luego mira a Barley – ¿Necesitas que te ayude a limpiar todo el desastre que te dejaron? – deja su guitarra apoyada contra la barra dispuesto a ayudar al bartender.
– No, tu te quedaras sentado aquí y practicarás. Yo me encargare de mi taberna. Me gusta escucharte tocar la guitarra, me es tranquilizador. – levanta una de las sillas tiradas para el músico. Poco vuelve a tomar su guitarra y se sienta, mientras que Barley acomodaba el lugar de nuevo, él se encargaba de relajarlo con su música. Podía escuchar a Barley tararear en voz baja al mismo ritmo.
• • • •
Shelly fue la segunda en despertarse. La noche anterior la había pasado hablando, comiendo y jugando con sus amigos Colt y Poco. Como había oscurecido ella y el esqueleto se habían quedado en la casa del pellirrojo a dormir. Al despertar no vio a Poco, supuso que había ido a la taberna de Barley ya que los días que no habían eventos eran los días que todos usaban como descanso, la mayoría iba a la taberna y disfrutaba del pequeño espectáculo de su amigo músico. Eso solo cuando no peleaban.
Y Colt… bueno, Colt aún seguía tirado en su cama roncando, durmiendo profundamente. No lo habían despertado ya que, quitando los ronquidos, a Shelly le parecía tierno. Mientras tanto, buscaría algo para desayunar.
Había preparado café y había encontrado unas galletas. Cuando estaba por sentarse a comer, alguien golpea la puerta. Sin demasiadas ganas, deja su comida en la mesa y se lleva una galleta en la boca mientras camina hacia la puerta. De tantas casas en Brawl Town tenían que interrumpirla a ella y a esa hora. De todas formas, si era Jessie o Pam quería dar la mejor impresión posible.Abrió la puerta con una sonrisa que desapareció al ver a Crow.
– Eh… ¿Hola? – Mira al antropomórfico confundida – ¿Buscas a Colt? –
– ¿A Colt? No. Busco a Poco, no lo encontré en la casa de opera. –
– Debe de estar con Barley. A ese robot no le importa escucharlo cuando desafina. ¿Se puede saber para que lo buscas? Puedo avisarle si vuelve. –
– Esta bien, gracias. – Crow se voltea alejándose de Shelly. Odiaba esa parte de la actitud de Crow, se mostraba distante con los que no conocía. No tenia ni idea como Poco pudo ser amigo del cuervo.
Levemente molesta cierra la puerta y al volver a la mesa nota que las galletas faltaban. En el pasillo que daba hacia los dormitorios escuchó unos pasos.
– Agh, ¡Colt! – Sigue al pelirrojo hacia el dormitorio – Devuélvelas, yo las encontré.
– Lo siento, pero en realidad son mías, tu me las quitado. – Saca otra galleta y la come mirando burlón a Shelly.
– Oh no, ¿vas a obligarme a hacerlo? – Se pone en posición de ataque.
– ¿Hacer que? – la mira confundido. Shelly lo mira con maldad asustando a Colt.
Todos los que pasaban cerca de la casa del pelirrojo narcisista escuchabas sus gritos de sufrimiento. Shelly reía mientras estaba sentada en la espalda de su amigo y le desacomodaba el pelo con sus manos. El pelirrojo no podía hacer nada más que rendirse para que dejara de arruinar su hermoso peinado.
La luchadora agarra la bolsa de galletas triunfante y sale de la habitación de su amigo tarareando una cancioncita victoriosa. Colt desesperadamente toma un peine y un espejo y comenza a arreglarse.– ¡Y por eso no te metes con Shelly! –
– Ja Ja... para la próxima yo ganare, me agarraste con la guardia baja. –
– Siempre dices eso y termino ganando lo mismo – Se sienta en la mesa con sus galletas. Por fin podría disfrutar de su desayuno. Luego de unos minutos, justo cuando tomaba el último sorbo de café, Colt entra al living lo mejor arreglado posible.
– ¿Donde esta-? – Shelly no le deja terminar de hablar.
– Poco se fue. ¡Dale un poco de espacio! – dice con un tono burlón intentando ocultar su molestia.
– Solo preguntaba… Bueno, si ya has terminado de comer, tengo que irme también. Iré a ver como están Pam y Jessie. Llevo tiempo sin verlas. –
– Esta bien, tampoco pensaba quedarme todo el día en tu casa. Iré a la taberna, Bull me debe algo.–
Ambos se despiden, salen de la casa y caminan en direcciones opuestas.
Al llegar, la taberna estaba cerrada pero escuchaba música venir de adentro. Pensando que en cualquier momento abrirían decidió esperar en la puerta. Escuchaba a Poco tocando la guitarra y a Barley cantando de vez en cuando junto a él. La voz aguda de Poco hacia que sus oídos le dolieran al escucharlo mucho tiempo. Siempre le decía al esqueleto que era mejor con el instrumento que con la voz. Un rato después, se dio cuenta de que no era la única esperando a que Barley abriera la taberna. Entre la gente que estaba allí reconoció a Bull, El Primo, Crow, Spike y Mortis.
Apenas el robot abrió la puerta, todos entraron empujándose para ser los primeros en ser atendidos.☆-☆-☆-☆

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Brawl Stars Fanfic
FanfictionTodo transcurría con normalidad. Brawlers peleaban hasta el cansancio en los eventos para demostrar quien era el mejor o por ganar una pequeña recompensa para sus gastos. Formaban y deshacían grupos. Se creaban nuevas amistades y otras se perdían y...