Mi suerte bailaba en la bruma fría del amanecer. Su vestido victoriano ondeaba en el viento dejando estelas de su dulce fragancia.
El campo de flores, testigo de todo romanticismo, reía con el viento y susurraba poesías en su oído.
Eterno amor olvidado.
Eterna oscuridad destellante.
Diplomacia en huir de aldeas asfixiantes e himnos sonantes en el barranco.
Desazón en ella, caparazón en él.
Despilfarro de letras en nuestro cielo.
Besos ahumados de recuerdos y roces quejumbrosos del escaso reloj de bolsillo.
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Interiores de Macha
PoetryRelatos que mil pieles los han vivido. Relatos de mil vidas. Relatos de mil muertes. Y lo más admirable, relatos de mil superaciones.
