Ese pequeño objeto.
¡Oh, ese objeto!
Aquel que nos mantiene cuerdos, atentos al próximo movimiento en el tablero.
Suspenso en nuestras venas, una batucada en nuestro corazón y humo de máquina en el cerebro.
Pequeño nada que deseamos tener en el futuro. Imaginamos que tendrá alguna utilidad y lo guardamos en la oscuridad.
¿Tiene futuro? ¿Realmente lo tiene o es para mantener las esperanzas?
Pequeño objeto inanimado que contiene todas nuestras expectativas, nuestra emoción y nuestro brillo.
Objeto, nunca te vayas, porque quedaré devastada, sin ánimos a seguir; no te desintegres, objeto, porque yo lo haré contigo.
¡Oh, cosa! ¡No te rindas!
No te rindas que yo estoy aquí, a la deriva y tu me mantienes serena y en paz.
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Interiores de Macha
PoesíaRelatos que mil pieles los han vivido. Relatos de mil vidas. Relatos de mil muertes. Y lo más admirable, relatos de mil superaciones.