Era jueves por la noche, hacia 2 días que no podía dejar de pensar en Nathaniel, era raro, nunca tuve a una persona mucho tiempo en mis pensamientos y que pensara en el todo el tiempo, era frustrante.
- Quien eres Nathaniel y por qué no puedo dejar de pensar en ti?- susurre
Como ya eran las una de la mañana, decidí ir a dormirme. Por una parte por qué mañana tenía instituto y por otra parte es que al dormir me olvidaba un rato de Nathaniel, aunque no me extrañaría que apareciera también en mis sueños.
Me desperté a las seis de la mañana, y me fui directo a la ducha. Elegí mi ropa, un simple vestido de verano con una chaqueta de jean y unas sandalias. Al bajar a desayunar me encontré a mi madre, como todas las mañanas. La relación nuestra no estaba en su mejor momento, pero lo llevábamos bien.
Luego de desayunar y despedirme de mi madre, me fui al instituto, agarre mi bicicleta y me fui.
Al llegar me crucé con Kiara, estaba tan radiante y sonriendo como siempre.
- Buenos días chica- dijo Kiara mientras hacía una pausa para inspeccionarme el rostro- Oh, creo que alguien ha tenido una noche larga.
- Si- dije- Últimamente tengo la cabeza en otro lado.
- A que no sabes lo que me acabo de enterar- dijo Kiara.
- Que te enteraste? - Pregunte intrigada.
- Rebecca acaba de cortar con su novio porque al parecer él le fue infiel- dijo Kiara, triunfante y orgullosa de enterarse de ese chisme.
- Wow, nunca dejes de sorprenderme como todo el FBI que eres- confesé.
- Y sabes que es lo mejor?- hizo una pausa para que yo pudiera pensarlo- Ya tiene otro novio.
- Otro novio?- dije con la boca abierta- Esa chica cambia de novio más rápido de lo que yo cambio de bragas.
- No veo fallas es tu lógica- respondió Kiara luego de soltar una carcajada.
Luego de estar un par de minutos hablando y riendo, nos tuvimos que ir a clase. Hoy era viernes y me tocaba historia, llegue al salón pero después de cruzar la puerta me quede parada ahí dura como una piedra. Ahí estaba el, estaba Nathaniel, que hacía aquí?, la clase anterior no estaba aquí o si?. Mi plan era pasar por la otra fila de bancos, con la cabeza mirando para el piso, si tuviera una capucha en ese momento sin duda la usaría. Pero todo fue en vano, porque Nathaniel me vio y levantó la cabeza en modo de saludo, lo único que pude hacer yo es sonreírle tímidamente e irme lo más lejos posible de él.
Llegue a la segunda fila de bancos, ya que Nathaniel estaba en la cuarta fila y era lo más lejos posible que podía estar de él. Que podría hacer el aquí? Era obio que venía a clase de historia, pero por qué Justo conmigo? Por qué Justo el mismo horario que el mío?, esto era muy frustrante, no solo aprecia en mis pensamientos sino que ahora también aparece en mis clases de historia.
De repente un ruido de silla me hizo salir de mis pensamientos, mire de donde provenía y vi a Nathaniel agarrando una silla y acercándose a mi, aunque los bancos eran para una sola persona, él se sentó en la parte derecha del banco.
- Puedo sentarme?- pregunto Nathaniel, aunque ya se había sentado.
- Luego de decirme que no eras de pedir perdón a las personas, pensé que no tenías modales- dije.
- Obio que tengo modales- respondió Nathaniel- Pero solo con ciertas personas.
- Con quien? Con tu madre?- Solté una risa- Seguro que sabes fingir muy bien frente a ella, haciéndote el niño bueno.
De repente se formó un silencio, pero no por mucho, ya que entró el profesor de historia. Vamos, Nathaniel 0, Melody 1.
Nathaniel se volvió a su lugar justo después de que el profesor empezara con la clase de hoy.
- Atención alumnos- Anunció el profesor- Hoy les traigo un desafío para todos aquellos que quieran una nota para sus trimestres de historia.
Que podría ser? Un examen? Me gusta historia, pero los exámenes del profesor August eran un poco exigentes.
- Van a hacer un trabajo en grupo de a dos- de repente se escuchó por todo el salón murmullos de alumnos eligiendo a sus compañeros para los grupos- Pero los grupos los elijo yo- anunció el profesor callando los murmullos que se habían generado.
- Lucina y Tobías, Claudia y Sthephanie, Mario y Robert- anunciaba el profesor mientras que los alumnos se juntaban en grupos- Nathaniel y Melody, Daniel y Julia, Anna y Eduard, esos son todos.
- Perdón profesor- dije levantando la mano- No logre escuchar bien, con quien me ha tocado?
- Con el señor Nathaniel Caccini, señorita- respondió el profesor.
Esto tenía que ser una jodida broma.
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Perfecto problema
RomanceMelody tiene 17 años, tiene una vida normal, una madre que la quiere, amigas, y una promesa que le juro a su padre antes de morir ¿ Que mas se podría pedir ?, pero todo esto se derrumba cuando conoce a Nathaniel, un chico mujeriego, que vive de fies...