013 ;; Fingon

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Cuando Findekano durmió para siempre, la noticia de su muerte cruzó fronteras y de manera pesada llegó a oídos de quien era necesario

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Cuando Findekano durmió para siempre, la noticia de su muerte cruzó fronteras y de manera pesada llegó a oídos de quien era necesario.

—Nunca te olvidaré.

Susurró el pelirrojo ahogándose en sus lágrimas y abrazando el estandarte del azabache.

No hubo nunca tal sufrimiento en la Tierra Media, pues, desde que Fingon partió a su descanso ya nada era igual para Maitimo.

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