Cap. 31: "Temo discute con Mario"

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Aris sostenía con fuerza los brazos de Temo quien iba en dirección a la puerta en busca de Mario, para él, Mario se habia aprovechado de la inocencia de Aris y de su condición.

Aris: Temo, por favor no vaya, además no sabemos ni donde vive.

Temo se quedó quieto, pues era verdad, con que dirección iría. De pronto se acordó que habia un grupo de Whatsapp del proyecto. Fue tras su celular que estaba encima de la mesa central de su departamento.

Aris miraba con cierta ansiedad como su esposo escribia cada tecla con furia.

Mario: ¿A mi casa? Temo ya es tarde - decia el mensaje enviado.

Temo: Necesito enviarte algunas pautas del proyecto, solo tú fuiste el único a quien no se le he dado - respondió.

Mario aceptó y le dio la dirección de su casa que se encontraba muy cerca del edificio Corcega. Temo aceleró el paso con Aris detrás de él tratando inutilmente atrás de él.

La casa Mario tenía tres pisos, él se encontraba en la ventana esperando la llegada de Temo, a lo lejos, entre las sombras que daban los arbustos de sus vecinos, pudo ver que Aris venía tras Temo y bajo apresurado.

Mario: Hola? Esta todo bien? - preguntó cuando salió de prisa de su casa a darles en el encuentro.

Temo: ¿Se puede saber por qué descargaste esa app en el celular de Aris? - dijo Temo agarrando el celular de Aris en las manos.

Mario: Pero Cual app? No entiendo de que hablas Temo? - dijo Mario con cinismo.

Temo: No te hagas! Por que Aristoteles me contó que fuiste tú el que descargaste esa porquería.

Mario: Aristoteles! - expresando su falsa indignación - Tú me dijiste que estabas aburrido.

Aris: Si, pero yo pensé que era como facebook - sumandose a la alteración de Temo.

Mateo: Perdón Temo no era mi intención causar ningun tipo de problema entre ustedes!

Temo: Pues los causaste! Y la verdad no creo que seas un buen amigo si aconsejas a alguien distraerse de ese modo.

Mario: A ver Temo relajate si! - dijo Mario tocando el hombro para tranquilizarlo.

Temo: No me toques!

Mario: Ok! - alejandose un poco - en serio que fastidio tener que discutir esto contigo, yo solo quise ayudar.

Temo: Ayuda a las personas que esten solteras pero no a las personas como Aris que están casadas...Te lo advierto, vuelves a hacer eso y te juro que me vas a conocer.

Mario: Ey! Tranquilo,no seas tan intenso, te prometo que no volvera a pasar.

Temo: Eso espero - dio media vuelta y se fue con Aris detrás de él.

Temo y Aris regresaron al edificio Córcega, Temo aún permanecía enojado, un silenció incomodo se sentía cuando ambos estaban sentados en el sofa frente a frente, Aris se echaba y se volvía a sentar, Mientras Temo lo miraba..

Aris: Temo! - se acercó hacia el apoyando sus brazos sobre las rodillas de Temo - Aún sin recordar como nos conocimos, ni como nos casamos, estoy seguro que te amo y no haría nada que dañara nuestra relación, deberiamos disfrutar esto, más que estar discutiendo por una confusión ¿No crees?

Temo miró los ojos enamorados de Aristoteles, acaricio su rostro y con sus manos alrededor de su cuello, lo jalo para darle un romantico beso.

Temo: Perdoname por mi actitud, no soy así todo el tiempo.

Aris: Lo sé, créeme que si hubieras sido así siempre, de seguro no me hubiera casado.

Temo: Asi? A ver dimelo otra vez - Temo acomodaba sus manos sobre la cintura de Aristoteles, metiendose poco a poco sobre la piel de cintura.

Aris: Que si hubieras sido así - Aris no completó la oración porque Temo comenzó a hacerle cosquillas.

Temo: Ahora pues dilo!

Aristoles cayo rendido al sofa ante las intesas cosquillas de Temo.

Aris: Ya Temo para! - dijo entre risas.

Temo: Ok ya!

Ambos se echan exahustos sobre el sofa, Temo abrazaba Aris mientras este se echaba sobre su pecho.

Aris: Tu corazón suena muy bonito - dijo todo enamorado mientras trataba de seguir el compas con sus dedos.

Temo: Que cosas tan bonitas dices! Oye! No te quieres quedar a dormir otra vez?

Aris deja de tronar los dedos y lo mira fijamente a los ojos. Ambas miradas comenzarón hablarse sin palabras.

Aris: Si quiero!

Aris abrio sus piernas para quedar sentado sobre la cintura de Temo, que estaba echado sobre el sofa y lo sostenia de la cintura. Aris aprovecho para darle un beso apasionado, esos besos donde ni un solo milimetro de espacio queda.

TAHI - RECUERDOS ARISTEMO (LIBRO III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora