Capítulo 2

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La puerta se abre y siento mi corazón detenerse.

Un hombre de cabello blanco me recibe con una sonrisa en sus labios. Sostiene un arma en su mano derecha mientras con la otra le da un sorbo a su Whisky.

—–Se que esperabas a alguien más...—–deja el arma sobre la mesa—–Me llamo Dante, el narcotraficante más poderoso de todo el mundo, el segundo por decirlo así—bromea

Me mira fijamente mientras se pone de pie y camina hacia mi a paso lento. Me alejo pegandome a la pared y el ríe.

—–Mi hijo no tarda en llegar, al parecer eres muy importante—–ríe y sale dejándome a solas.

¿Su hijo? Pense que el era la persona que me había comprado, pero fue su hijo.

Miro hacia la mesa y esta la pistola sobre de ella. Esta es mi oportunidad para poder escapar, cuando el llegue le apuntó con el arma, lo obligó a que me deje ir o le disparó. Me acerco y la agarro de inmediato, jamás he tocado un arma pero siempre hay una primera vez para todo.

La puerta se abre y apuntó hacia él.

Un chico rubio, con tatuajes en su cuerpo. Sus ojos son raramente extraños, uno color azul y otro marron con azul. Enarca una ceja y me mira desafiandome. Jamás había visto uno igual como él. Da pasos lentos hacia mi pero le ordenó que se detenga.

—–Eres otra loca Psicópata—–bufa—–Suelta el arma antes de que te arrepientas—–dice con algo de odio en sus palabras.

—–Déjame ir—–hablo—–O juro que voy a dispararte.

—–No harás eso...—–rueda los ojos—–Además no tienes ni idea de cómo se utiliza eso—–esta a una distancia que puede quitarmela, por lo que apretó el gatillo sin importarme nada.

No pasa nada. Mierda y más mierda. ¿Acaso crees que dejarán un arma a tu disposición para que puedas usarla? Esto quizás fue una maldita prueba para ver hasta donde podrías llegar...

—–Ya veo de lo que eres capaz fierita...—–me agarra del brazo provocando que suelte un quejido—–No intentes nada que me haga enfurecer, porque no tendré piedad de ti y seré yo el que va dispararte.

Caigo al sofá que está justo a mi lado y el sólo camina al escritorio, hace una llamada a una tal Sofía y al colgar me observa fijamente.

—–Se supone que deba divertirme contigo pero resulta que no eres mi tipo—–susurra mientras ojea unos papeles—–Nisiquiera me preguntes porque te compre, porque la realidad es que no tengo idea de porque mierda inverti diez millones en ti.

Bajo la cabeza mientras siento mi pecho calmarse, el no va hacerme daño...

Me quedo observando su rostro pálido y sus ojos extraños. Sus labios son gruesos y rosados, Sus pestañas largas realmente envidiables. Su cabello rubio oscuro y tiene tatuajes en su cuerpo. Mi mirada viaja hasta sus manos grandes que son capaces de matar a cualquiera que se le enfrente.

Me sobresalto al abrirse la puerta de repente y entra una chica con cabello negro hasta sus caderas y una ropa muy corta, parece una prostituta.

—–Hola Amorcito—–se sienta en sus piernas y comienza a besarle, aún no nota mi presencia—–Ya tan rápido me extrañas...—–dice al ponerse de pie y al girarse para sentarse en el sofá me ve.

—–Ella... es...—–dice él tratando de inventar una excusa que no logra salir de sus labios.

—–¿Una zorrita que compraste cierto?—–se gira hacia él a encararlo super furiosa.

Lucían Smith 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora