Capítulo 20

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Caro está recostada pensando en ese chico llamado Nathan, un Francotirador profesional según me contó ella. Le dije lo de Lucían, aún no puede creer como pude arruinar ese momento tan íntimo entre nosotros.

—¡Niña! ¡¡¡Es tan Fukin deseable y lo dejaste con las ganas!!!—suelta un suspiro—Si llego ser yo aún estuviera bajo sus fuertes brazos gritando su nombre—suspira.

Río ante su comentario.

—No sé si solo quiere follar, o me quiere para algo más.

—¡¿Eso importa?!—me mira fijamente—Tiene todo lo que necesitas, dinero, protección, esta buenísimo.

Ruedo los ojos mientras me coloco un traje que me llega hasta las rodillas, iremos a almorzar ya que Martha preparó una comida deliciosa.

Luego de comerse a Dante.

Nathan es el primero que veo al entrar al comedor, Lucían esta a su lado y me mira de reojo para luego seguir en su teléfono. Siento unas ganas enormes de llorar, ¿En realidad me quiere o no? O todo fue tan sólo para acostarse conmigo.

—Señorita Carter.

Dante me saluda al entrar pero esta con su semblante serio. Observa a su hijo que está metido en el teléfono y hace un comentario que no pensé que diría.

—Cuando me darás el nieto que quiero—vuelvo a escuchar esas palabras.

Caro se atraganta con el vino y me mira pervertida a lo que niego de inmediato.

—¿De nuevo ese tema padre?—comenta hastiado—No tengo a nadie, ni la tendré.

Dice las palabras para irse de la mesa sin siquiera probar la comida.

~Lucían~

Iba a darle un hijo hace años, el nieto que siempre ha querido era producto de amor y no de conveniencia como el quiere. Pero por su culpa ni padre pude ser.

Me encierro en la habitación mientras pienso en ese día, si tan solo hubiera llegado minutos antes, podría haber hecho algo pero no fue así.

Flashback

Cruzo la calle con el sol azotando a todo dar. Me coloco las gafas de sol y me marca Cailin al teléfono para avisarme que ya había salido de la tienda, estaba comprando una postal para anunciarle a mi padre la gran noticia mientras que yo buscaba unas pastillas para ella.

Pase por frente de una floristería y me detuve, podía esperarme unos minutos más, cuando me vea con sus flores favoritas su rostro cambiará por completo así que eso hice. Al salir tuve que esperar a que cambiase la luz para cruzar hacia donde estaba ella pero antes de eso pasó una camioneta negra a toda velocidad y comenzaron los disparos. Lo primero que hice fue tirar todo al suelo y correr hacia ella que me miraba con una sonrisa vaga en su rostro mientras sangre salía por sus labios.

La agarro con mis brazos y lágrimas salen sin cesar. ¡Ha sido mi maldita culpa! ¡Joder! No te vallas.

—Todo estará bien amor, vendrá la ambulancia y estarás bien—se rompía mi voz cada vez más.

—T-te am-o...—susurra antes de cerrar sus ojos.

La abrazo a mi cuerpo sintiendo como todo mi mundo se desvanecía, lo más importante de mi vida se me iría. Les grité a todos que se fueran, que siguieran con lo suyo. Quince minutos después mi padre llegó, justo cuando se la llevaban. Fue la primera vez que vi a mi padre llorar, la quería mucho y por su culpa la mataron.

Fin flashback

Por su culpa yo no sería el mismo, no me enamoraría de nadie. No le abriría mis sentimientos a nadie. Por esa razón Verónica piensa que quiero jugar con ella. Pero no sabe que lo intento, solo que no soy como los demás. Talvez lo mío no sea estar junto a ella, debería buscar alguien más, a alguien que me ayude a olvidarme de todo lo bueno para mi.

Me voy en la camioneta hacia el Strip-club. Ya ha caído la noche así que es momento para buscar una nueva presa.

Al llegar le dejo el carro a mi chófer y el se lo lleva de inmediato. Paso sin siquiera decir mi nombre y me siento en la parte trasera, preparado para el Show.

—¡Damas y Caballeros!

Todo esto me recuerda a ese puto día.

—¡Camarero! Tráeme una botella de vino, la más cara para mi.

Asiente mientras observo a una chica pelirroja. ¡Joder! ¿Porqué tiene que parecerse a ella? También está un poco asustada, nuestras miradas se cruzan y le sonrió ladino.

—¡Tres millones por esta preciosura!

Le digo a mi guardaespaldas que acepte cualquier pago por ella así que me la llevo. Ninguno de estos idiotas tiene más dinero que yo. Cuando voy camino al hotel, ya pasado de copas siento la mano de la chica en mi entrepierna. La ignoro mientras tiro la cabeza hacia atrás para descansar un poco. Al llegar me bajo con esa chica quien está algo entusiasmada con que lleguemos en la habitación.

—Me llamo Patricia—susurra en mi oído y la ignoro.

Abro la puerta y me tiro en la cama, puedo ver como se va quitando la ropa mostrando sus increíbles curvas, nada comparado con ella. La comienzo a besar y siento como el efecto del alcohol comienza hacer efecto en mi. Nos quitamos la ropa mientras nos besamos sin parar y se trepa sobre mi haciendo movimientos bruscos.

—Hazme tu esposa...

Sus ojos me escanean y siento que algo estoy haciendo mal. Acaricio sus senos y admiro todo de ella. Es hermosa, su nariz perfiladas, sus labios gruesos...

Me dejo llevar, después de todo que puede pasar.

◇•◇•◇

Me despierto al sentir una mano sobre mi pecho desnudo. Miro a mi derecha y es la chica pelirroja del Club.

¡Mierda!

Me muevo con cuidado de no despertarla y me coloco la ropa que está tirada en el suelo. Al salir de la habitación busco mi teléfono y llamo a mi chófer, me recoge para llevarme directo a la mansión.

¡Joder! No me acuerdo de nada, ¿Qué paso anoche en realidad? Sólo recuerdo los besos, las caricias y nada más. ¿Acaso me la folle? ¡Mierda!

Al llegar me bajo y subo las escaleras hacia mi despacho pero me topé con la última persona que no quería ver en estos momentos.

—Tu padre te anda buscando—habla—Le dije que habías estado ocupado toda la noche—me fulmina con la mirada—Cosa que fue cierta.

¿A qué se refiere?

—Por cierto, tienes mancha de labial en tu mejilla—dice para darse la vuelta e irse.

¡Perfecto Lucían! Ahora sabe que llegaste ahora porque andabas con otra mujer.

Lucían Smith 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora