Capítulo 17

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Lucían me mira con su semblante serio, hastiado.

—¿Quieres explicarme porque me estás apuntando?

Bajo el arma y brinco a sus brazos.

Siento como todo su cuerpo se tensa con tenerme en sus brazos pero no desaprovecha la oportunidad para oler mi aroma y pegarme más a su cuerpo.

—¡Estoy aquí!

Me bajo de Lucían con las mejillas coloradas y lo observo de reojo. Escanea a Carolina de arriba abajo y me cacha mirándolo cuando me observa.

—Ahh, ella es Carolina.

—La culpable de que te pasara todo esto—la fulmina con la mirada.

—Ya me cayó mal—murmura Caro mientras nos da la espalda y se tira en la cama—No ha sido mi culpa, en parte si pero ese no es el caso Señorito—se burla—Hay alguien que sabe que estamos aquí, lo que nos pone en peligro.

Le contamos todo y el solo se dispone a regañarme. Que no tenia porque haberme ido en su busca, si el de todas maneras iba a ir por mi.

Si aja, con Sofía en su cama.

Nos explicó la razón de porque había venido a este hotel, quiere saber sobre el paradero de Marcel para mandar a sus hombres a matarlo. También nos contó sobre porque había dejado a Sofía viva, quería convertirla en su esclava, ahora que ella me vio puede que le diga dónde estoy y manden hombres a buscarme. Lucían llamo a mi padre y le pidió disculpas pero que no podía hacer nada, que ya habían llegado a un acuerdo y que si yo lo busque es porque lo necesito.

Sentí en ese momento como si estuviera pidiéndole mi mano y tenía el corazón en mil. Carolina bajo a donde su padre y mando a verificar las cámaras de seguridad para saber quién era ese chico que me había saludado. Por otra parte Lucían fue hacia Sofía para decirle que tenía cosas pendientes que hacer.

Y yo, encerrada en la habitación escuchando los gritos de Sofía.

—¡Eres un maldito idiota Smith! ¡Es la segunda vez que me abandonas por ella! ¿Qué tiene de especial esa estúpida? ¡Carajo dime!

Ruedo los ojos y camino hacia la ventana que me da la vista de la ciudad, si tan solo nada de esto hubiera pasado no hubiera conocido a Lucían, tan siquiera quién sabe donde estuviera ahora.

La ventana se rompe justo a mi lado tirando los vidrios encima de mi. Me tiro al suelo de inmediato sintiendo como se incrustan en mi piel. Gateo hasta la cama y observo la pared.

¡Una maldita bala de rifle!

—Maldito Francotirador...—susurro asustada.

Corro hacia la puerta abriendola de inmediato y al abrir la puerta de Lucían lo veo observando por la ventana.

—Me alegro que estés bien—susurra aún sin mirarme—Tranquila que no quieren matarte.

—¡ACABAN DE DISPARAR JUSTO A MI LADO CARAJO!

Sofía ríe y la veo tecleando algo en su teléfono y se lo arrebató.

—Devuelveme el teléfono perra.

La empujó logrando que caiga al suelo y logró ver a quien le escribía. Marcel.

~Lucían~

Conozco ese tipo, debe ser Nathan, mi mejor amigo del Campus.

Observo por la Ventana y lo veo en el otro edificio. Ahora entiendo, lo mandaron a él, lo que no tienen idea es que lo conozco perfectamente y se que no seria capaz de fallar un tiro.

Me giro hastiado de ver como pelean las chicas y me entero del porque. Saco a Sofía de la habitación para llamar a Marcel que de inmediato contesta.

—¿Cómo va todo Sofía?

—Soy Smith.

Lo escucho maldecir mientras me presta atención, algo que quería.

—Te encontraré y créeme que será lo último que querrás que haga. Más te vale dejar a la hija de Carter si no quieres que él mismo te mate hijo de puta—cuelgo.

Verónica se encuentra pegada a la pared y me acerco a ella con cautela.

—Todo estará bien, iremos a mi mansión y estarás a salvo.

—Lo último que quiero es que alguien que quiero sea lastimado.

Una lágrima baja por su mejilla y la abrazo sintiendo el calor recorrer mi cuerpo. Sentí esto aquella última vez y todo luego se fue a la mierda cuando la mataron, no quiero que me vuelva a suceder algo así.

Nos fuimos hacia la mansión claramente llevando a Carolina con nosotros que estaba como una niña chiquita agarrando todo lo que había en la guagua y no paraba de mencionar lo hermoso que era todo.

Al llegar me estacionó en el garage y subo las escaleras hasta mi habitación, sintiendo un gran nudo en mi garganta. Quería tanto a Cailin y ese desgraciado me la mató. Busco en los cajones una foto de ella para romper todo recuerdo en mi interior.

Tiro todo en mi habitación sintiendo como la sangre de mis nudillos embarra cada esquina de la habitación. La puerta comienza a sonar pero la ignoro, agarro las fotos y las tiro contra la pared provocando que se rompan los vidrios en pedazos. Agarro una botella de Vodka que guardaba debajo de la cama y bebo sin cesar.

—¡Lucían abreme la puerta!

La ignoro y agarro un arma. Amaba tanto a Cailin que pensé hasta en quitarme la vida. No quiero volver a pasar por lo mismo, tal vez sea hora de huir de este dolor.

~Verónica~

¿Qué si estoy asustada? Sí. Dante acaba de decirme que la última vez que lo vio así fue cuando mataron a su novia. Me dijo que el sería capaz de cualquier cosa y que ha estado guardando ese sentimiento de culpa en su interior desde hace mucho tiempo.

Toco la puerta sin cesar pero no me abre. Siento como las lágrimas amenazan con salir al no tener respuesta de él. Un silencio abunda en la habitación y pienso lo peor.

—Lucían, escucha...—se quiebra mi voz—Estoy aquí, estaré aquí para ti al igual que lo estuviste tu por mi.

Caro me observa asustada, no ayuda en nada que esté así.

—Eres lo mejor que me pudo haber pasado Lucían, no sabes cuántas veces pensaba en ti solo para tranquilizarme, no sabes la veces que me acoste llorando porque no te tenía a mi lado para consolarme, para que me ayudaras—limpio mis lágrimas—Cuando me dijeron de tu falsa muerte me quería morir, no sabía que hacer...

Caro me abraza y siento que no puedo más...

—Lucían...—escucho un disparo y gritó sintiendo mi cuerpo caer al suelo.

Lucían Smith 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora