Capítulo 16

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Llegamos al hotel Garden, y nos bajamos tan rápido que casi nos caemos. Hablamos con Luca, el padre de Caro y nos da la habitación más cara del hotel. Él es el dueño del lugar así que no nos cobra ni un centavo. Al llegar el chico que cargaba nuestras maletas las deja a un lado y cierra la puerta.

—¡Me siento súper poderosa!—brinco a la cama sintiendo la suave tela en mi piel.

—¡Amigaaaa!

Caro se tira a mi lado y ambas comenzamos a reír. No pensé hacer lo que hice, utilizar mi apellido para intimidar a Pedro fue algo que se me ocurrió de repente.

—Estuviste perrísima, no pensé que tuvieras ese lado oscuro amiga—bromea—Por cierto, ¿Diez millones?

Asiento y se queda perpleja. Diez millones es demasiado dinero, dinero que jamás en su vida tendrá a pesar de mucho sacrificio.

—Luego fue otro y pagó más por mi.

—Iré a convertirme en Striper, a ver si al menos pagan aunque sea un millón por mi.

"A lo que hemos llegado"

Me doy un largo baño de espumas mientras me pongo a pensar en Lucían, en Marcel, en Atenea...

Atenea le afecto mucho la muerte de Lucían. ¿Habrá tenido algo que ver con él? Conociendo a Lucían es capaz de haberse enrollado con ella, es hermosa y muy amable. De Marcel, espero que ese hijo de puta esté bajo tierra, o yo seré la encargada de hacerlo pagar.

—¡Tienes una llamada Verónica!

Termino de ponerme la toalla y corro hacia Caro, al coger el teléfono contesto de inmediato.

—¿Bueno?

—Señorita Carter, es un placer hablar con usted. El jefe me pidió que la localizará, debido a su desaparición de la mansión por culpa de Smith.

Trago duro y Caro me observa alarmada. Lo pongo en altavoz y escuchamos ambas.

—Marcel esta muy furioso, si llega a encontrarla esta vez no tendrá piedad de ti señorita Carter.

Cuelga.

Mierda y más mierda. Pensé que ese idiota estaba bajo tierra. Malditos hombres que no hacen el trabajo completo.

—Tenemos que encontrar a Lucían ya amiga—susurra a mi lado mientras camina de un lado a otro—Debemos hacer algo para deshacernos de este tal Marcel antes de que llegue a nosotras.

◇•◇•◇

Me despierto al escuchar un grito proveniente del baño. Voy hacia Caro y siento como las náuseas comienzan al ver la terrible escena. Carolina está llena de sangre por todo el cuerpo, un olor a podrido abunda por toda la habitación en estos instantes.

—¿De dónde?

Me señala el shampoo mientras se baña el cuerpo con el asco reflejado en sus ojos. Busco una ropa para ella mientras lo depósito en la basura.

—Alguien tiene conocimiento de nuestra parada—dice caminando hacia mi con sus ojos llorosos.

—Tranquila Caro, no dejaré que nada te pase, estaremos juntas.

—Me lo trajo el mismo chico que subió nuestras maletas, si es alguien del hotel, aún debe estar aquí.

—Y lo está—cierro la puerta con el pestillo—Debemos tener precaución en todo momento, no sabemos de quién se trata por lo que no podemos dar pasos aún.

Abunda un silencio en la habitación hasta que el celular de Carolina comienza a sonar sin parar y contesto de inmediato.

—Tengo la última ubicación de Smith señorita Carter—habla Pedro—Le enviare por texto toda la información que necesita saber, es un placer servirle.

Cuelga y de inmediato me llega el mensaje. Me quedo perpleja al saber su ubicación, esta justo al lado de nosotras, en la habitación del lado.

Salgo de inmediato a toda prisa al pasillo y comienzo a tocar su puerta, una y otra vez hasta que la abren.

—¿Tú...?—digo sin poder creerlo.

Imágenes vienen a mi mente justo a ese día, a ella le habían disparado. ¡¿Cómo es que está viva?!

—¿Qué demonios haces tú aquí?

No logran salir mis palabras pero al ver a Lucían detrás de ella viniendo con solo una toalla alrededor de su cintura y una botella de vino en su mano hace que sienta miles de sensaciones que jamás había experimentado.

¿Celos? ¿Rabia?

—¿Verónica?

Una sonrisa se forma en mi rostro al escuchar salir mi nombre de sus labios y de inmediato siento unas ganas de abrazarlo si no fuese por esta escena que acabo de ver. Ni siquiera me había puesto analizar a Sofía, quien trae puesto una lencería súper sensual y lo único que me dan ganas es de matarla con el arma que guardo en la habitación.

—Te andaba buscando.

Sofía mira a Lucían súper molesta.

—¡Así que me mentiste!—camina enojada por su lado y agarrando una bata para colocarse—Me dijiste que absolutamente nadie sabía de nuestra ubicación Smith.

Ruedo los ojos y ella al verme trata de venir hacia a mi pero Lucían la detiene.

—¿En donde te encuentras?—me mira preocupado

—En la habitación de al lado.

Digo para irme de inmediato, y siento como algo extraño en el pecho, de pronto el ascensor suena dando a entender que alguien se ha bajado en este piso. Un chico pelirrojo me sonríe y le sonrió igual.

—Hola Verónica.

—Hola...

El chico continúa y me quedo pensando como demonios sabe mi nombre. El miedo me recorre el cuerpo y entro de inmediato sintiendo mi corazón a mil. ¿Y si es un matón?

Caro me observa alarmada mientras yo solo me mantengo pegada a la puerta como si la aguantara con mi cuerpo.

—No me asustes...

—Acaba de verme alguien y me saludo—contesto de inmediato.

Su cara de confuso es evidente y es claro que no entiende lo que digo.

—Es normal amiga, se llama ser cordial—se ríe un poco.

—Me saludo por mi jodido nombre Carolina—digo histérica—Sabe quien soy. ¿Cómo lo sabe? ¡NO LOSE!—gritó.

—Quizás no te acuerdas pero...

—¡¿Y SI ES UN MATÓN?!

—Tranquila solo es un chico nor...

Tocan la puerta y retrocedo llena de miedo. Carolina se esconde detrás de mi y siento que se me saldrá el corazón. 

¡Maldita sea!

Corro por la habitación y busco la maleta para agarrar el arma. Al tenerla abren la puerta con una patada y apunto directamente hacia el responsable.

—¿Enserio?—ríe—¿De nuevo en esta posición?

Sí, solo que ahora todo es distinto.

Lucían Smith 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora