Capítulo 5: Sospechas y encantamientos. *corregido*

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NARRA RAPUNZEL:

Ya estoy en mi habitación, pienso en lo lindo que fue verlos de nuevo. Aunque estén tan distintos, sigo sintiéndome igual de bien con ellos. Salvo por Mérida, esa forma de actuar mees familiar, pero nada apropiada para ella. Además cómo estaba con Jack en el viaje...

Sonó la puerta de mi habitación.

─ Pase ─dije y entró un mayordomo llamado Sebastian con el que me llevo muy bien─ Oh, hola, Sebas ¿Qué sucede?

─El jóven Jack ha venido a verla ¿Le digo que entre? ─dijo con voz sofisticada.

Lo pensé unos minutos, prefería estar sola pensando a que estar ahora con Jack, pero decidí que pasara.

Sonó la puerta de nuevo y entró Jack. Sonreí.

─Hola, Punz ─dijo dándome un beso en la mejilla, se sentó a mi lado, bueno, más bien se acostó a mi lado ya que yo estaba acostada boca arriba, él hizo lo mismo─ ¿Qué hacías?

─Nada, sólo pensaba ─dije haciendo una mueca mientras observaba el techo.

─¿Sobre qué?

─¿Mérida te ha dicho algo en el trayecto mientras la llevabas? ─pregunté con un tono algo celoso.

Jack se puso nervioso, cosa que me sorprendió pero no mucho.

─¿Algo como qué?

─No sé, algo... extraño en ella ─respondí.

─Ah... No, nada de nada ─dijo Jack ahora más tranquilo. Estaba mintiendo.

─Ajá, nada de nada ─Me levanté de la cama y Jack estaba por hacer lo mismo mismo, pero cuando se sentó le envolví los brazos en mi cabello para que quedara atado y luego lo empujé tirándolo a la cama mientras yo quedaba muy cerca de él─. Sé que mientes

─¿¡Qué?! ¿Cómo lo sabes? ─Al parecer se sorprendió mucho.

─Cualquiera lo notaría, te pones nervioso, comienzas a jugar con tus dedos, remojas mucho tus labios ─dije, lo conocía lo suficiente como para saber eso─ Ahora confiesa, Jack.

Lo miré a los ojos y él a mí. Pero cuando estaba a punto de decir algo la puerta se abrió. Salvado por la campana. Era mi mamá que traía una cara media entre preocupada y apurada. Cuando vio a Jack y a mí en esa posición un tanto comprometedora, su cara cambió a una... ¿Estaba intentando disimular el no haber visto nada?

Desenredé a Jack y me aclaré la garganta.

─¿Qué pasa mamá? ─pregunté mientras que Jack se levantaba de la cama.

─Hija, ya son más de las ocho y sabes que hay que ir a cenar, pero luego... necesito hablar contigo de algo muy importante y prefiero que estemos solas ─dijo mi madre mirándome y luego a Jack.

─Descuide, yo ya me iba ─dijo Jack seguro. 

Caminó hacia la puerta, hizo una reverencia rápida frente a mi madre y luego se fue corriendo. Ambas lo seguimos con la mirada y cuando no lo vimos más pregunté:

─¿Qué es lo que me tienes que contar?

─Te lo diré en la cena, ponte algo lindo, ¿sí? Báñate y luego ve al comedor ─dicho eso salió de mi habitación cerrando la puerta y yo me tiré en mi cama dando un largo suspiro.

─Mi cabeza va a explotar... ¿Qué tendrá para decirme? ─murmuré a mí misma.

Me levanté y me dirigí hacia el baño. El mejor lugar para pensar: la ducha.

NARRADORA:

Gothel en el cuerpo de Mérida se dirigía hacia un lugar oculto en el bosque, un lugar muy oscuro y con un aura intensamente terrorífica. Cualquiera podría sentir el frío helante, el olor a humedad y escuchar aullidos, gritos. Todo lo que te pudiera causar miedo ese bosque lo tenía.

Ella iba hacia una pequeña casa en ruinas. Era de una sola planta y al parecer estaba abandonada. Gothel abrió la puerta y entró a la casa. El suelo estaba manchado y había pedazos de vidrios en todos lados, cabe destacar que todo lo que se encontraba dentro y fuera de esa casa estaba en mal estado.

  Ella caminó hacia una pared de madera que sobresalía un poco y comenzó a moverla desde un punto y cuando la comenzó a correr hacia el costado se fue viendo una puerta detrás de ésta. Ella abrió la puerta encontrándose con muchas escaleras que iban hacia abajo. Al bajarlas se vio en un pasillo angostísimo y oscuro. Siguió caminando mientras el lugar iba agrandándose dejando ver un calabozo, y al lado una puerta. Ella entró en la puerta y ahí se encontraba Pitch haciendo y mezclando pociones. Al percatarse de la presencia de ella se giró y la vio de pies a cabeza.

─Guau. He hecho un buen trabajo, soy un genio ─dijo luego rió levemente.

─Tengo que pedirte algo ─dijo Gothel.

─¿Qué?

─No sé, algo para que Rapunzel no sospeche más de mí ─dijo Gothel.

─¿Sí sabes que si la lastimas puedes llegar a...? ─ pero Gothel lo interrumpió.

─Sí, ya sé, y todo el plan se echaría a perder. Pero no la lastimaré, sólo necesito hacer que pierda la memoria de aquél día en el que me escuchó conversando contigo sobre el plan, por eso sospecha, ella sabe lo que somos capaces de hacer.

─Entonces necesitaremos un encantamiento.

Pitch corrió hacia una esfera, dijo unas raras palabras y en poco tiempo apareció una anciana con cabellos grises vestida con harapos negros y verrugas en la nariz.─ Bienvenida, Morgana.

─Qué bienvenida ni bienvenida ¿Ahora qué quieres, Black? ─dijo la anciana de mal humor.

─Veo que no has perdido ese toque de tu encantadora personalidad─ murmuró Pitch con sarcasmo, pero "Morgana" lo escuchó y golpeó con un bastón de madera que apareció de la nada─ ¡Auch! ─ la anciana se cruzó de brazos─ Bien, necesito un encantamiento para borrarle la memoria a alguien.

─Nunca dirás por favor o gracias ¿Cierto? ─comentó ella.

─¡Soy el amo de las tinieblas, las sombras, la penumbra, el miedo...! ─ Comenzó a decir Pitch fuertemente.

─Deja de gritar que no estoy sorda. Y deberías dejar de usar vestido si quieres que los niños te tengan miedo —le contestó la mujer.

Gothel se río de aquello mientras Pitch intentaba aclarar que no era un vestido, sino una túnica.

—Sí, como sea ¿Tienes un caldero? —lo ignoró aquella.

Pitch la guió hacia un enorme caldero y la anciana comenzó a agarrar frascos y más frascos, ponía cierta cantidad y decía raras palabras, el humo salía de dentro del caldero y subía hacia el techo.

Al finaliz su encantamiento agarró unas pinzas metálicas enormes y agarró un pastelillo entre su mezcla.

─¿Todo eso para un pastel? ─dijo Gothel rodando los ojos.

─ ¡¿No lo quieres?!

─ Sí, sí lo quiero, pero... ¿segura que ésto hará que ella pierda la memoria?

─ Segura, y ten cuidado donde lo dejas, querida ─dijo al bruja y luego comenzó a caminar hacia un espacio vacío─. Adiós, dulzura. Espero volver a verte pronto ─dijo con un tono muy amistoso, como si le estuviera hablando un pequeño─ Adiós, Pitch ─dijo cortante y desapareció.

The Big Four #2: El lado oscuro de la luna. (Corrigiéndose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora