Capítulo 19 "Corona..."

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─Capítulo 19─

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~Narra Hiccup~

 

Era otro precioso bucle pelirrojo... Sabía que estábamos cerca, la primera vez que encontré uno Pitch apareció al instante, y si hay algo que quiero es enfrentarlo de una vez por todas, acabar con esta maldita pesadilla y ser... Feliz, en lo posible, tengo diecisiete yo creo que todos merecemos ser felices luego de una mala pasada. Merezco ser feliz, ya he pasado por suficiente ¿Qué más?

Jack y yo comenzamos a caminar hacia delante buscando algo que sobresaliera en el bosque, alguna señal. ¿Pero cuál...?

- Flor que da fulgor...- escucho una dulce y preciosa voz, reconocería ese canto donde fuese, era Rapunzel. Me giro a ver a Jack para ver si lo había escuchado ya que el canto fue casi in audible.

- ¿Oíste eso?- Pregunté, Jack negó confundido, pero cuando estaba por decir algo lo chité- Sh, escucha.

- Quita enfermedad... Y el destino cruel- se volvió a escuchar esta vez un poco más fuerte.

Me acerco a Chimuelo y le digo que siga la voz. Él comenzó a olfatear y escuchar con atención mientras Jack y yo lo seguíamos por detrás con nuestras armas sujetas fuertemente.

Parece una película de terror, el típico canto dulce a capela o con una cajita musical. Pero más que nada a capela, eso es lo que le da el toque terrorífico. Y con la escena aún más, un bosque, a oscuras, persiguiendo y sintiendo el miedo, buscándolo.

Dejo mis pensamientos a un lado y levanto mi cabeza hacia el cielo, la luna era lo que nos apoyaba dándonos un brillo... Especial. Creo que esta es la noche en la que la luna brilla como nunca. Es la luz que irrumpe la oscuridad....

Caminamos unos segundos y diviso una cabaña, si una cabaña... Abandonada al parecer porque se ve muy descuidada, vieja y sucia.

El canto terminó y se escuchó la macabra risa de Pitch y un llanto... ¿Quien lloraba? ¿Punz? No lo creo ¿Mer? Uhhm... No, no es así.

Estabamos al frente de la puerta de la cabaña, extiendo mi mano para abrirla y tiro de ella torciendo el picaporte, sin embargo no se abre, la empujo y tampoco.

- Genial está cerrado ¿Ahora qué? - Dije en un susurro, no quería que Pitch nos encontrase.

Jack me apartó con su mano hacia la izquierda y con su cayado congeló la puerta, luego la empujó y cuando estaba a punto de caer al suelo la agarró con ambas manos por los costados y la puso sobre el suelo lentamente para no hacer ruido. Palmeó ambas manos entre si y se limpió hipoteticamente el polvo sobre su buzo. Presumiendo, claro. Yo rodé los ojos y el rió levemente.

- Chimuelo quédate aquí a vigilar.- Le dije a mi dragón mirándolo a los ojos, este asintió y yo entré, Jack ya estaba ahí observando la casa.- Ahora hay que encontrar a Pitch aquí...

- Debe haber un pasadizo, no creo que en este lugar entren todos...- Dijo Jack, yo asentí y comenzamos a buscar por separado, yo golpeaba las paredes para escuchar si había algo hueco en ellas, pero no. Nada por ahora.

Me doy media vuelta y camino hacia lo que alguna vez fue una cocina, y digo eso porque estaba destruida, sucia y media vacía. Miro por la ventana, oscuridad. Aquí no se ve nada.

Saco mi espada y con el fuego alumbro un poco. Alumbro el lavavajillas, me asustó un poco ver gotas rojas, sangre. Escucho un grito femenino psicológico, creado por mi subconsciente como si el grito tuviera que ver con la sangre...

Miro de nuevo por la ventana y veo a unos guardias con el símbolo de Corona en sus uniformes siguiendo a un vagabundo al parecer, observo que van apresurados y de un momento a otro los pierdo entre el oscuro bosque. Pensaran ¿Por qué no les pediste ayuda? Pues, ellos no pueden hacer nada, pedirles ayuda solo seria poner en peligro más vidas inocentes, ellos no tienen nada que ver en esta pelea. Ahora es el turno de Jack y Mío de pelear por lo que queremos, sin ayuda. Ahora solo nos tenemos el uno al otro y eso está bien, porque sería injusto que cualquier otro venga a ayudarnos. Vinimos por nuestra cuenta, lo resolvemos por nuestra cuenta.

- Pss! ¡Hic! ¡Mira esto!- Susurró Jack, doy una última mirada a el lavavajillas y corro hacia donde se encontraba Jack, lo veo frente a un cuadro, y el al verme llegar me lo señala (Al cuadro, al cuadro).

Observo con atención, es una pintura trabajada en óleo sobre tela. La figura representa a la luz y la oscuridad teniendo una batalla...

- ¿Qué tiene?- Dije encogiéndome de hombros.

- Lee la descripción.- Dijo Jack serio señalándome el papelito que estaba debajo de la pintura.

"A Black: la luz irrumpe la oscuridad como nosotros al estar juntos, sé que somos imparables y podemos lograr grandes cosas. La oscuridad te persigue amigo...

Atte: HDLL"

Miré confundido, ¿Que quería decir? ¿Quien era HDLL...?

- Canta querida, canta para tu padre...- Dijo la inconfundible voz de Pitch con alegría y ansiedad reflejada en ella.

Ahí empezó el canto de nuevo, esta vez era entre quejidos y sollozos, tos y suspiros... Era Rapunzel.

Jack y yo damos una vuelta de 180 grados para ver o distinguir algo. Afortunadamente se ve un rayo de luz detrás de una madera del tamaño de la pared. Corremos hacia allí y comenzamos a correr la madera intentando hacer el menor ruido posible. Era con tanta desesperación con la que lo hacíamos que en poco tiempo la madera estuvo a un lado dejando ver una puerta. Intercambiamos miradas y asentimos a la vez. Jack puso una mano en el pica porte y abrió la puerta. Esta haciendo un rechinido y crugiendo un poco.

Al abrir la puerta divisé un pasillo... Oscuro.

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── ¡Aggh! ¡Déjenme salir! ── Gritaba Merida pataleando sin cesar dentro del saco.

El mismo hombre robusto con la mano de garfio la tenía atrapada allí dentro; ella pataleaba y gritaba, pero no importaba el esfuerzo que hacía, él no la dejaría libre.

Unos minutos después llegaron los mismos guardias que Hiccup había visto en el bosque. Negociaron con el hombre del garfio y le entregaron a Mérida. Partieron de nuevo hacia El Reino del Sol, o mejor conocido como Corona, y la dejaron en el calabozo. Mérida salió de la bolsa agitada y asustada.

── Oh no... ─ Se dijo a sí misma, los guardias la miraron con odio y cerraron la reja antes de que ella pudiera escapar.── ¡No, ustedes no entienden! ¡Tengo que rescatar a Rapunzel! ¡Yo no soy ella! ¡Soy Mérida! ¡Por favor! ── dijo enojada, pero los guardias no le hicieron caso.

Ella se tiró al suelo rendida, otra vez entre las rejas...

── Todo esto es culpa mía, es mi maldita culpa. Si no hubiera conocido a los guardianes quizás nadie estaría sufriendo, si no me hubiera dejado atrapar  por Pitch todo estaría bien, estaría con mis amigos; con Hiccup. Que idiota ¿Cómo fue que dejé a Anna sola? No me imagino lo que Pitch le puede hacer... ¿Por qué nunca hago nada bien? ¡Torpe!── Pensó.── Pero esto no terminará así, debo escapar...

The Big Four #2: El lado oscuro de la luna. (Corrigiéndose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora