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Tres últimos capítulos...
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— ¿¡QUE HICCUP QUÉ!? —gritó Jack.
— No te lo voy a explicar por enésima vez —dijo Mérida dolida y enfadada.
Jack soltó un suspiro y dejó que su torso cayera en el respaldo de la silla, Rapunzel pegó una palmada a la mesa y frunció el ceño mirando fijamente la mesa, Mérida cerró los ojos con fuerza ¿Cómo permitió que eso pasara? Jack negó con la cabeza y los labios fruncidos para luego perderse en sus pensamientos. Rapunzel no soportó más tanta tensión y habló.
— Debe de haber una forma de derrotar a Pitch de una vez por todas —dijo enfadada.
Los chicos se quedaron pensativos unos momentos, Jack sonrió entrecerrando los ojos.
— La hay, Punzie, la hay —dijo Jack con la mano en su barbilla.
Ambas chicas miraron a Jack para que les diera una explicación. Él quitó su mano de su barbilla y las alzó en forma de inocencia.
— De acuerdo, no soporto tanta presión —dijo— la primera vez que derroté a Pitch solo, usé un rayo de hielo, el más potente que pude hacer, por eso digo; si puedo recrear ese rayo quizás...
— Pero cuando Pitch volvió era más fuerte ¿Recuerdas? —dijo Mérida.
— Hemos destruído la piedra —dijo Rapunzel—, ya perdió una parte de él (ahhrre, Pitch tiene orrocrux's xD).
— Bien, pero aún así, para hacer una réplica mía exáctamente igual —dijo Mérida—, debemos tener algún otro ataque, o al menos duplicar ese... ese rayo tuyo.
Jack se puso pensativo de nuevo.
— Sé quien podrá ayudarnos —dijo mirando a las chicas con algo de inseguridad.
Jack, Rapunzel y Mérida iban hacia el palacio de Elsa en el trineo de Norte, Jack conducía, Rapunzel iba a su lado y Mérida en el asiento trasero. El trineo iba con una rapidez tremenda y los giros que taba eran realmente bruzcos.
— ¡Demonios, Frost! —se quejó Mérida que iba de un lado a otro en el asiento— ¿¡Seguro que sabes conducir ésta cosa!?
— No —dijo Jack riendo.
— ME DI CUENTA, QUERIDO AMIGO —dijo Mérida con sarcasmo y abriendo mucho los ojos.
— Mira, si fuesemos con más precaución no tendríamos el castillo aquí delante —dijo Jack.
Mérida se asomó sosteniéndose del asiento delantero, el trineo bajó la velocidad quedando calmo, Rapunzel se lamió el labio, ya sentía como la temperatura subía, y ésta vez, no por culpa de Jack.
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Hipo abrió lentamente los ojos, lo primero que vio fueron unos enormes ojos azules que lo miraban preocupados, poco a poco fue viendo el contorno de la cara de una muchacha de flequillo y cabello colorado, no desifró bien si era castaño o pelirrojo. La chica tenía una nariz pequeña y respingada, algunas pecas en sus pómulos algo colorados por el frío del lugar, la chica soltó un suspiro aliviado mirando hacia arriba como agradeciéndole al cielo. Hipo se tocó la frente y sintió un punzante dolor ahí mismo.
— Oh no —dijo ella con suave voz—, te acabo de vendar.
Hipo sacudió un poco su cabeza e inclinó su torso apoyando sus codos en la dura cama, miró el lugar algo confundido, estaba en una especie de ¿Cárcel? Miró nuevamente a la chica que lo miraba con curiosidad, Hipo abrió mucho los ojos apretando los labios.
— Ahm... —dijo él incómodo.
— Oh, lo siento —se disculpó la chica sonriendo—, mi nombre es Anna.
Le tendió la mano al castaño él la estrechó.
— Hipo —dijo él, se soltaron las manos— ¿En dónde estamos?
— Bueno, ésta es la guarida de Pitch —dijo Anna—, llegaste aquí hace unos minutos, Pitch siempre secuestra gente en la noche —hizo un gesto.
— ¿Pitch me secuestró? —se preguntó, Anna lo miró confundida asintiendo lentamente, Hipo abrió mucho los ojos y a la vez un poco la boca— ¡Cielos, Mérida! —puso una mano en su frente y la quitó al instante al sentir el dolor punzante— ¡Había dos! —continuó— ¡D-dos Mérida's!
— ¿D-dos qué? —dijo Anna confundida, Hipo iba a explicar todo alterado pero ella levantó las manos haciendo que él se callara—, alto, tranquilízate chico. Respira tus palabras Haddock.
Hipo comenzó a respirar tranquilamente y luego levantó una ceja, miró a Anna confundido.
— ¿Cómo sabes mi apellido? —preguntó él.
— Sé exáctamente quien eres —dijo Anna—, lo supe desde que dijiste "Hipo" y luego "Mérida".
— ¿C-conoces a Mérida? —preguntó él incrédulo.
— Sí, ella fue mi mejor amiga —dijo Anna sonriendo algo apenada—, pero se fue cuando estaba convertida en Gothel, ella sólo quería verlos y explicarles todo —Anna recordó a su amiga llorando.
Hubo un pequeño silencio entre ambos, Hipo tomó la mano de la colorada y ella lo miró confundida.
— Bueno, no estarás sola ahora —dijo Hipo sonriendo dulcemente (oie 7n7 espera, espera... ¡PAUSA! ¡¡ESPACIO PERSONAL, HADDOCK!!)
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Jack, Rapunzel y Mérida subían las bastante rotas escaleras de hielo, cuando terminaron de subirlas tocaron la puerta del castillo de Elsa.
— Oigan ¿por qué tocamos la puerta? —habló la castaña.
Los otros dos asintieron y entraron el palacio, segundos después se escucharon los pasos, el fino taco de los zapatos de Elsa resonaban en las paredes de hielo, la platinada se paró en el balcón de su escalera y vio a los tres chicos en las puertas de su casa, frunció un poco el ceño.
— ¿Qué es lo que quieren? —preguntó Elsa de mala gana.
Los tres chicos se dieron cuenta de su presencia al escucharla, el trío levantó la cabeza hacia la reina.
— Con el debido respeto... —comenzó Jack intentando sonar cortés.
— Ve al grano niño —dijo ella fría.
— De acuerdo, lo intenté —dijo Jack—. Escucha, nosotros somos los cuatro grandes, bueno Pitch a secuestrado a nuestro amigo pero nosotros podemos salvarno, sólo si tú nos ayudas.
— ¿Qué? —dijo la platinada— pe-pero.
— Elsa —Rapunzel hizo una pausa— te necesitamos.
La platinada tragó en seco, sus manos comenzaron a temblar y el hielo comenzaba a tornarse algo más rojo, la temperatura aumentó y el suelo estaba resbaloso, el trío intercambió miradas preocupadas. La platinada tomó aire y lo expulsó tranqulizándose.
— Lo haré —dijo con firmeza.
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Tres últimos capítulos...
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The Big Four #2: El lado oscuro de la luna. (Corrigiéndose)
FanfictionEl miedo puede hacer que lo pierdas todo...