capítulo 14

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Ana se despertó con un fuerte picor en la nariz, se rascó varias veces pero el picor no cesaba, abrió los ojos con bastante pesar ya que entre unas cosas y otras habría dormido como mucho cuatro horas, cuando su vista focalizó un poco casi se cae de la cama al encontrarse la cara de Miriam a dos centímetros de las suyas mientras le pasaba la puntas de su pelo por la nariz

-Joder Miriam- dijo dándose la vuelta y estampando su cara contra la almohada, la amiga ya no pudo esconder más la risa y estalló en fuertes carcajadas- pero te parecerá normal cerda- dijo cogiendo un cojín que estaba caído en su lado de la cama y tirándoselo a la rubia que no dejaba de reírse

-Buenos días a ti también, joder con el despertar tan guapo que tienes y el mal humor que gastas chica, cualquiera diría que anoche me quedé contigo casi una hora escuchándote llorar

-Hay Miriam gracias por lo de anoche- dijo Ana acordándose de cuando ayer salió de la habitación con ese mal cuerpo y su amiga le esperaba sentada en la cama para consolarla el tiempo que hiciera falta- eres increíble, te lo he dicho alguna vez?

Las dos amigas despertaron a Ricky que aún dormía en la habitación de invitados y bajaron a desayunar, decidieron dejar a Mimi que durmiera la mona un rato más, falta le hacía reponer

-Entonces vosotras dos habéis dormido juntas, no?- dijo Ricky insinuante- No habréis hecho nada conmigo al lado, no?- dijo como si fuera un escandalo y como si en las fiestas que hace en su casa de campo no pasaba eso cada cinco minutos

-Sí, estaba esta como para hacer algo- dijo Miriam señalando con la cabeza a Ana que rodó los ojos poniéndolos en blanco

-Miriam yo creo que no eres consciente de como te agarras cuando duermes, parecías un puto koala

-Por no hablar de todo lo que necesita para dormirse, entre el antifaz, la almohada, la crema, los riñones, se prepara más que para unas oposiciones

-Pues que sepas que con ella no hice nada de eso- dijo Miriam no sé si orgullosa o preocupada por su salud

-Eso si es amor- dijo Ricky, Miriam respondió con un gesto orgullosa y Miriam se echó en sus brazos

Los dos amigos se fueron al cabo de un rato y Ana decidió darse una ducha en el baño de abajo para no despertar a su hermana, aunque debía de estar en un sueño bien profundo porque ni con las carcajadas de Miriam se había despertado.

Mientras se duchaba no podía dejar de darle vueltas a la conversación de ayer, pero aunque parecía increíble era lo que menos le importaba de lo que ocurrió anoche, al fin y al cabo Mimi estaba dolida y era normal esa reacción con ella, lo que más le preocupaba es en el estado en el que había visto a su hermana, iba completamente borracha al punto de estar inconsciente, peor era subnormal o qué le pasaba? Joder! Que ni si quiera se podía mantener en pie, le llega a pasar algo y… puta!

Con ese pensamiento y cada vez mas enfadada, preocupada, decepcionada y confusa con ella misma empezó a prepararle un desayuno dispuesta a tirárselo en la cara, no tenía que darle vueltas, ni si quiera le tendría que importar poco más que lo necesario y sin embargo ahí estaba, untándole el aguacate en la tostada.

Abrió la puerta de la habitación con la mínima delicadeza, pero Mimi no se despertaba, la observó un poco aunque la habitación seguía estando oscura, tenía el pelo desparramado por toda la almohada, la boca ligeramente abierta y los brazos acurrucaban sus rodillas porque estaba totalmente desarropada, cualquiera pensaría que la noche anterior estaba borracha como una cuba, si parece que tiene tres años recién cumplidos y que nunca había roto un plato. Ana negó con la cabeza rápidamente, no era ese el plan.

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