Poesía

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Me permite el placer
de inventar musas
algunas con versiones reales
y otras como tu las imaginas.

Me concede el deseo
de contar lo utópico
de tu cuerpo en varios versos.

Me deja acariciar tu piel
con la punta de mis dedos
me seduce
me atrapa,
sin permiso
me hace suya
y luego me destruye.

Me apuñala con ternura
los recuerdos que aún me quedan.

La poesía
siempre tiene trucos bajo la manga
-como los magos-
cuando dicen
nada por aquí,
y por debajo de las bragas
ya están tus dedos.

La poesía
me deja escribir que amas
que hoy es primero de abril
en aquella cama;
que esta vez no hubieron dudas.

Me dice que puedo
inventarme un color
para invierno,
y contarles del movimiento
de tu pelvis cuando tu cuerpo dice si
y tu voz, dice no puedo.

Puedo escribir cientos de cosas,
como que tú estás aquí
y yo me siento menos sola.

La poesía
es muy cruel
te hace escribirle llorando
para después romperte la cara
al final le da vuelta a todo
y pone patas arriba
todas mis certezas.

La poesía
es para contarlo
algunos le llaman arte,
yo le llamo desahogo.



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