Su cuerpo capaz de provocar un incendio en cualquier cama; se deshace de la culpa por la mañana diciendo que fue sexo y solo buscaba placer.
Desconcertada sale de la cama, como quien dice:
-¿Qué he hecho?
Deteniéndose sobre el umbral de la puerta, voltea como si hubiese olvidado algo en aquella habitación, le ve con cautela y graba en su mente la escena del crimen.
Esa noche asesino el amor que me juró; cruzó la línea del tiempo en la que volver atrás le resultaría imposible.
Esbozo una sonrisa de desdicha y salió del lugar, como el asesino después de tirar el cadáver.
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Memorias Para Contarte
PoetrySoy de las que cree que todo se cura con un buen café, la tristeza y mal de amores. Quien sepa de qué hablo lo leerá de la misma manera en la que bebe su café para disfrutarlo; A sorbos cortos...