Era un día lluvioso como tantos otros, solo que este era distinto a los demás. Mis piernas temblaban como si estuviera en el epicentro de un terremoto.
Era mi primer día de instituto...
-¡Por favor Mike déjame estudiar otro año en casa!- Suplicaba por no querer ir a la escuela haciendo un pequeño sonido de lamento.
-Dana, es hora de que des un paso al frente y conocer a más gente de tu edad, además que yo ya no sé que enseñarte, ahí lo harán mejor que yo.
-Dana, Mike tiene razón. Ya verás que te lo pasarás bien.
-P-pero... ¡Lily!- La frustración llenaba mi cuerpo teniendo que esconder mis pezuñas en la palma de mis manos.
-Dana, por favor, hazlo por nosotros, no podemos permitirnos un profesor seis horas diarias.- Las caras del matrimonio me estaban esperando a que contestara alguna cosa positiva.
-...Solo lo haré por vosotros...
Un mes después me encontraba dónde estaba ahora, cargando una mochila llena de libros que entendía a duras penas y un estuche cargado de bolígrafos y lápices. Me estaba impacientando solo por que acabase el día, me habían prometido llevarme de excursión al bosque después de las clases como agradecimiento, el campo era lo que más me gustaba del mundo.
A medida que me acercaba al enorme edificio pequeñas pandillas de niños y niñas se iban agrupando, yo era la única que iba sola. Cada persona tenía un olor distinto, algo a lo que no estaba acostumbrada. Había quien olía a flores, otro a brownie con vainilla, y también que olían a animales como Huskys, Pugs, gatos... Tenía que admitir que sentía un amor-odio por todos esos aromas de golpe, pues me llenaban el olfato de sensaciones y era algo agobiante.
Me sentía también inquieta y tenía que controlar incluso que no me salieran los colmillos y eso solo podía significar una cosa; luna llena.
-Aaah...- Suspiré en solo pensar que tendría que esperarme hasta llegar a la montaña para poder transformarme.
Entré en el recinto y recordé las palabras de Lily; Ves a recepción, di tu nombre y que eres nueva, ya estás matriculada, te enseñarán el instituto y tu clase.
Con algo de nervios fui al mostrador, toque la pequeña barrera de cristal que lo separaba del pasillo principal.
-Ho-hola,- Una señora con un moño me miró extrañada. Tragué grueso.- Me llamo Dana Domingo, soy nueva y no sé a qué clase voy...
-Ah vale, acompáñame por favor.- La seguí nerviosa, esa señora hacía demasiada peste a perfume...
Todo lo que veía me parecía curioso y aterrador al mismo tiempo. Sería imposible acordarme por donde tenía que ir si seguía tan despistada.
-Ésta es tu clase, 4C, dile a tu tutora quién eres y ya está. -Dicho eso regresó sobre sus pasos y me dejó a las puertas del aula.
Podía escuchar los latidos de mi corazón a gran velocidad. Abrí la puerta con timidez, esperando ver a una clase tranquila, bien sentados, y que todos giraran la cabeza para ver quien entró, más o menos como en las películas y series.
Todo lo contrario.
Habían niños que se estaban peleando, lanzando aviones de papel, torpedos con el tubo del bolígrafo... En fin.
-Hola,- Se me acercó una niña rubia, tenía un chicle en la boca de olor a sandía- ¿eres la nueva no?
-Hem... Sí.- No esperaba que supieran ya que vendría una alumna nueva. Seguramente todos en ese curso se conocían y sabían perfectamente quién entraba nuevo.
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Querida Alfa [COMPLETO] {1}
WerewolfUna pequeña loba de ojos azules como el más bello de los mares huía despavorida con una pata herida por las afueras de la ciudad sin llegar a creer lo que acababa de sucederle. Una niña de ojos oscuros y pelo negro como el carbón yacía dormida en su...