¿Te Acuerdas De Mi? (Camren Gip)

Capitulo 7

Era preciosa, no podía negarlo, aunque no era el tipo de mujer hacía el que se sentía atraída. Ella prefería mujeres dulces y, según sus amigos, sumisas.

Era consciente de que eso le hacía parecer una imbécil, pero no podía negar el hecho de que le gustaban las mujeres un poco más obedientes. Ella que se había enamorado  de la antítesis de las mujeres con las que había salido en los últimos cinco años, era fascinante.

Aceptaba el hecho de que  podía haberse sentido atraída por ella, incluso haberse acostado con ella, pero ¿ enamorarse? ¿ En unas pocas semanas?

Las mujeres tendían a ser criaturas emotivas y entraban dentro de lo posible que se hubiera creído que ella estaba enamorada. Desde luego, el dolor y la traición no parecían fingido.

Y luego estaba lo del embarazo.  Seguramente le hacía parecer una completa bastarda, pero sería de imbéciles no pedir una prueba de paternidad. A fin de cuentas entraba dentro de lo posible que se lo hubiera inventado todo tras averiguar lo de su pérdida de memoria.

Sintió la repentina necesidad de llamar a su abogado para preguntarle quien había firmado el contrato de venta de las tierras que había adquirido. No había visto los papeles antes del accidente, para eso pagaba a otras personas, y una vez finalizado el trato, no había motivo para mirar atras... salvo en esa ocasión.

- ¿En que piensas?- pregunto Camila

- Que esto es un enorme lío que...

- A mi me lo vas a decir-murmuró Camila- Lo que no entiendo es porque es tan malo para ti. Eres inmensamente rica. No estás embarazada y no has vendido unas tierras que pertenecieron a tu familia durante generaciones a una mujer que va a destrozarlas para construir un complejo turistico.

El dolor que reflejaba la voz de la joven le produjo a Lauren una incómoda sensación en el pecho. Algo parecido a un sentimiento de culpa, pero ¿ porque debería sentirse culpable?

-¿ Cómo nos conocimos?- pregunto- Necesito saberlo todo.

- La primera vez que te vi llevabas un traje de chaqueta,zapatos que costaban más que mi casa, y gafas de sol. Me irritó mucho no poder ver tus ojos y me negué a hablar contigo hasta que te las quitaste.

- ¿ Y donde sucedió todo eso?

- En la isla Moon. Preguntabas por una franja de tierra en primera línea a la playa, y por su dueño. Y yo era la dueña y me imaginé que eras una tipa trajeada con planes para construir en la isla y salvar a la población local de una vida de pobreza.

- ¿ No estaba en venta?- fruncio el ceño- Debería estar en venta. No habría sabido nada de ese lugar de no ser así.

- Lo estaba- Camila asintio- Yo... Yo necesitaba venderla. Mi abuela y yo no podíamos pagar los impuestos. Pero estábamos de acuerdo en que no se la venderiamos a un constructor.

Se interrumpió, claramente  incómoda con las revelaciones que le había dicho.