Lauren se puso en pie. Le faltaba su habitual compostura y su mirada vibraba de deseo.
-Camila, puedes estar segura que pase lo que pase hoy, e independientemente de lo que haya pasado antes, lo que recuerde y lo que no, nada de eso importará si te entregas a mi de nuevo. Ahora. Si lo hacemos ahora, sera como empezar de nuevo. Pasar página.
-Eso me gustaria- ella frotó su mejilla contra la mano de Lauren y cerró los ojos- Sin pasado. Solo el presente. Tú y yo.
Lauren la rodeo con un brazo y la empujó hacia el interior de la casa. Camila la condujo hasta el dormitorio, al lugar donde en el pasado habían hecho el amor durante horas. Lauren cerró la puerta y Camila quedó ante ella, repentinamente tímida e insegura. Parecía la primera vez. Lauren parecía diferente. Quizás incluso ella había cambiado. De repente le entró un ataque de risa.
-¿De que te ríes?-Lauren la miro sobresaltada.
-Estaba pensando que me sentía como si fuera la primera vez y que estoy nerviosa, pero entonces he pensado que es ridículo pues estoy embarazada de ti, el vivo ejemplo de que no es la primera vez.
-En muchos aspectos si es la primera vez- Lauren la abrazo- Y creo que deberíamos considerarlo como tal. Tengo la intención de familiarizarme de nuevo con tu cuerpo. Quiero ver y tocar cada milímetro de ti. Sin prisas. Quiero saborear cada momento, llevándolo hasta el límite de la locura.
Camila se balanceo hacia ella, como si hubiese bebido. Lauren la atrajo hacia sí y, con suma delicadeza, la empujó atrás hasta topar con el borde de la cama. Sin decir palabra, empezó a desabrocharle la blusa, tomándose su tiempo, tras lo cual deslizó la prenda por los hombros de Camila hasta hacerla caer al suelo.
-Bonito y delicado- murmuró mientras deslizaba un dedo por el sujetador- Igual que tú. Me gustas vestida de rosa.
-¿No preferirías una sirena vestida de rojo o de negro?
-En absoluto. Me gusta la dulzura del rosa y lo femenino que resulta en ti. Muy de niña.
Agachó la cabeza para besar la piel que sobresalía del sujetador y deslizó la boca hacia abajo, hasta quedar a escasos milímetros del pezón.
-Me gustan aniñadas.
-Eres una bromista- contesto ella con voz ahogada.
Lauren se agachó y procedió a desabrocharle los pantalones, deslizandolos hacia abajo hasta dejar expuesta la barriga. Para sorpresa de Camila , se arrodilló y acaricio la barriga con ambas manos antes de depositar sobre ella un delicado beso. Fue un instante de exquisita ternura, y una imagen que no olvidará jamás. Esa mujer, arrogante y orgullosa, estaba de rodillas prodigandose en atenciones hacia ella y su bebé. Bajo la vista y hundió las manos en los oscuros cabellos de Lauren, quien levantó la cabeza hacia ella. La mirada que le dedicó hizo que se le parará el corazón. Segundo después, continuo deslizando los vaqueros por las femeninas caderas y piernas, levantandole cada pie con sensuales caricias hasta quitarle la prenda por completo.
-A juego con el encaje rosa- murmuró mientras depositaba un beso sobre las braguitas- Me gusta. Me gusta mucho
Camila sentía que le temblaban las piernas y que miles de mariposas revoloteaban en sus venas, alrededor del pecho y en la garganta. No estaba obsesionada con su cuerpo, cómo les sucedía a muchas embarazadas. En realidad le gustaban las nuevas curvas. En muchos aspectos, estaba mejor. Su piel resplandecía, los pechos habían crecido y le fascinaba la forma de su abultada barriga.
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¿Te Acuerdas De Mi? (Camren Gip)
AléatoireLJ Gip Camila Cabello se había enamorado de la millonaria hotelera Lauren Jauregui cuando está la había seducido en sus tierras a orillas del mar. Y de repente Lauren había desaparecido, obligándola a viajar a New York en busca de respuestas. La amn...