Capitulo 4

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Haría lo que tuviera que hacer, pero no iba a dejarle construir en las tierras que ella misma le había vendido. Había necesitado de todo su valor para reventarle la fiesta aquella noche, pero en cuanto había sabido que el motivo de la misma era reunir a los potenciales inversores para el proyecto que pretendía destrozar sus tierras, había decidido hacerle frente, allí mismo, delante de todo, desafiandole a mentir cuando todos los asistentes conocían a sus planes. Con lo que no había contado era con que negara conocerla siquiera. Aunque, ¿ qué mejor estrategia que la de hacerle parecer una idiota de pueblo? O una especie de activista chiflados en contra del progreso. Si no se callaba, la tensión se le iba a disparar. ¿ Había servicio de habitaciones en ese hotel? Se moría de hambre. Se cortó la barriga y se esforzó por liberarse de toda la irá y estrés. Se obligó a relajarse mientras se peinaba y secaba los cabellos. Estaba a punto de terminar cuando alguien golpeó la puerta con fuerza.

-Comida. Por fin-murmuró mientras apagaba el secador

Corrió a la puerta y la abrió. Sin embargo no había ningún carrito con comida. Ningún empleado del hotel. Ante ella estaba Lauren, con sus sandalias colgando de una mano. Camila dio un paso atrás e intento cerrar la puerta, pero ella adelanto un pie, evitandolo. Como siempre, se abrió paso al interior de la habitación y se paró ante ella. Camila odiaba lo pequeña y vulnerable que se sentia, aunque durante un tiempo le había encantado sentirse protegida cuando se acurrucaba contra su cuerpo.

-Marchate o llamo a seguridad-gruño Camila

-Hazlo-contesto ella con calma- soy la dueña de este hotel, puede que te cueste un poquito hacer que me echen de aquí.

-Pues llamaré a la policía. Seas quien seas, no puedes entrar a la fuerza a mi habitación.

- He venido a devolverte los zapatos. ¿ Me convierte eso en una criminal?

-¡Venga ya,Lauren! Deja tus jueguecitos. Lo he pillado, en serio. Me di cuenta en cuanto me miraste hoy. Aunque debo admitir que lo de "¿nos conocemos?", fue un toque maestro. Demasiado.

Tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no soltarle otro puñetazo.

-¿ Sabes que? Jamás te tomé como una cobarde. Jugaste conmigo. Me comporte como una monumental idiota. Pero el hecho de que evitarás la confrontación me pone enferma.

Le golpeó el pecho con un dedo e ignoró la expresión de su rostro.

-Pues que sepas que no te saldrás con la tuya. Aunque me cueste cada centavo que tengo, lucharé contra ti. Teníamos un acuerdo verbal, y te vas a venir a el- se cruzó de brazos tan furiosa que tenía ganas de sacudirle una patada- ¿ Y bien? ¿ Pensabas que no volverías a verme jamas? ¿Pensabas que me esconderias en algún agujero al descubrir que no me amabas y que sólo te habías acostado conmigo para que accediera a venderte las tierras? Pues no podrías estar más equivocada.

¿Te Acuerdas De Mi? (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora