(✓) ⿻ after him, josh richards.

𝟬𝟯. ━━ 𝖺𝖿𝗍𝖾𝗋 𝗁𝗂𝗆.

A la mañana siguiente, hago mi misma rutina. Es horrible tener rutina. 

Mi madre me advierte, me despide y me desea suerte.

Llego a la secundaria y para matar el tiempo llamo a mi amiga, Avani.

—¡Hey, ¿cómo va todo por tu nueva secundaria?! —pregunta con voz animada.

Suspiro.

—Bien. 

—¡Oh, no! Espera, ¿que pasa allá? —pregunta con un tono de voz... diferente.

—Nada. Nada... sólo..., nada. —suspiro de nuevo—. Tengo que irme, llegaré tarde a clases. —Si dejaras de preocuparte tanto por tus mendigas clases, la gente te hablaría más.

Cuelgo sin decir nada más, tiene razón. Me introduzco en el salón, y ¡no lo puedo creer! Él está sentado ahí, con un pie arriba de la banca. De mi banca. Y se lleva sus manos a su nuca. Y con indiferencia me mira. —¿Puedes quitar tus pies para que me siente, por favor? —pregunto con la voz más dulce que soy capaz de adoptar. No quiero decirle en tono grosero como me contesta él.

—Si me dices tu nombre, tal vez. —pongo los ojos en blanco, ¡lo recuerda! Lo sé, justo llegó a interrumpirme y escucho mi nombre—. Ah, cierto. _____ Hayes. —Si, ¿ahora me dejas sentar? —respondo con tono molesto. —No. ¿Acaso no me vas a preguntar el mío? —No me interesa en lo mas mínimo. ¿Me dejas sentar ya? —Bien. Soy Josh Richards, _____.

—Ah, qué bien. ¿Me dejas sentar por una pin...? —me calmo—, ¿me dejas sentar ya, por favor, por favor? —parece suplica mi voz. —La ultima cosa. ¿Me das tu número de celular? —pregunta y me quedo con la boca abierta. —Está claro que no. No. —¿Sabes que de todas maneras lo conseguiré? —parece muy seguro.

Niego con la cabeza. Y por fin, cede, baja sus pies y me deja sentar.

El salón se llena y por suerte, Josh no me vuelve a molestar en toda la clase. Más bien, en todas las demás clases.

He quedado que vería a Avani hoy en el parque después de clases. 

—Bonita, ¿adónde vas con tanta prisa? —oigo a alguien decir detrás de mi. «Josh Richards». Doy media vuelta para mirarlo y decir: —Primero: no me llames así. Segundo: no te importa adónde vaya. —sonrío y me doy vuelta de nuevo.

—Te voy a seguir a donde quiera que vayas. —dice, no lo veo, pero estoy segura de que tiene una sonrisa.

—No me sigas, no me hables. —decido y camino.

Me pisa los talones. «Coño». —¿Adónde crees que vas? Tú no vas conmigo. —Claro que iré contigo, porque quiero y puedo.

Lo ignoro y sigo caminando.

Llego al parque y Avani ya está esperándome, con su cabello chino y corto como lo imaginaba, sólo que ahora se ha teñido las puntas de un color rubio. Y Josh sigue atrás de mí. —Hey, estás diferente. –le digo.

Seguido, me da un cálido abrazo. —Me alegro de verte, _____. —me dice separándose de mí. Entonces se da cuenta de la presencia que está atrás de mi. Josh—. ¿Y quién es él? —pregunta, casi susurrándome.

—No es nadie. —digo en tono normal, lo suficientemente alto para que Josh lo escuche. —Sí, si soy alguien. Soy Josh Richards, su novio.