(✓) ⿻ after him, josh richards.

𝟱𝟳. ━━ 𝖺𝖿𝗍𝖾𝗋 𝗁𝗂𝗆.

Se mueve ligeramente, y al ver su cara de desagrado, sé al momento quien es. 

—Es...

—Nessa. —termino la frase por él. 

—Sí. —suspira—. Ella puede esperar. No quiero contestarle si estoy contigo.

No me esperaba para nada esto.

Me esperaba que contestara y de repente cambiara conmigo por completo.

No sé porque siento que lo que a acabamos de hacer nos ha unido al cien por ciento.

Mi cerebro no responde, no consigue coordinarse con mi boca.

Soy incapaz de decir algo, me he quedado impactado con su reacción.

Lo único que hago es darle un tierno beso en la mejilla y abrazarlo con fuerza. Entonces, me quedo dormida. 

[*******] 

—¿Que quieres? Llevas toda la mañana jodiendo. ¡Déjame en paz! —grita alguien entonces. —¿Josh? —lo llamo despacio.

Nadie me contesta. —Ella está conmigo. Déjame de llamar ya.

Se queda un minuto en silencio. 

—Estaré ahí, pero ya deja de estarme llamando. Te juro que estaré ahí.

Cuelga. «¿En donde estará?» «¿Y con quien?» mi parte celosa quiere y exige saberlo.

Josh entra a la habitación y me sonríe.

No le devuelvo la sonrisa.

—¿Con quien hablabas? —pregunto. O, mas bien, exijo saber. 

—No importa. —Sí, me importa. ¿Con quien hablabas? —pregunto de nuevo.

 —No era nadie importante. —desvía su mirada.

 —¿Era Nessa? —pregunto furiosa. 

—No es... no es lo que crees, _____. Sólo me hablo y contesté, no pasa nada. 

—¿No pasa nada? ¿Es en serio? ¡Es Nessa, carajo! —respondo alarmada y me cubro mi cuerpo con una sabana para después, levantarme de la cama. 

—No te vayas. —dice—. Sólo era una llamada, solo eso. No tienes porque ponerte celosa. 

—No lo estoy. —respondo poniéndome mi ropa. 

—Lo estas. —asegura y me agarra un hombro de repente—. No te vistas. —me quita la ropa de mis manos.

Creo que tiene razón, estoy celosa.

Ay dios, estoy mucho mas que celosa. 

—No tienes porque estarlo. Yo te quiero a ti. 

—Ya. ¿Dónde te quedaste de ver con ella? 

—No iré. —¿No irás? ¡Claro que iras! Sólo me dices que no iras para que me calme. 

—No, es en serio, no iré. —dice.

Pero sé que me está mintiendo.

—Te juro que si no me dices ahora mismo, me largo de aquí como puedo.

—No, no iré. —parece que me dice la verdad.

Asiento y como estúpida, vuelvo a sus brazos. 

—¿No... no te arrepientes de lo que hicimos? —su pregunta me toma por sorpresa.

—No. —niego rotundamente.

Me levanta la cara y me da un tierno beso en los labios.