Niña Perdida

Peter Pan

- Peter Pan? - Anna miró a su tío extrañada - el mismo chico de las historias? El chico que nunca quiso crecer?

Garfio asintió y el rostro de Anna se iluminó con ilusión y sonrió alegre, toda su niñez había soñado con volar a Nunca Jamás de la mano del mismísimo niño que nunca quiso convertirse en adulto.

- No te emociones - dijo Garfio posando la mano sobre el hombro de la chica - te vas a llevar una gran decepción.

- A qué te refieres?

- Sólo digamos que, el Peter Pan que yo conozco no es el mismo chico de las historias - Killian le lanzó a su sobrina una larga y seria mirada - este chico es un demonio.

Claro, otra decepción, primero la isla, ahora Pan, qué sería entonces de los niños perdidos? Las hadas? Las criaturas mágicas que habitaban Nunca Jamás? Anna soltó un suspiro.

- Para qué necesitamos a Peter Pan?

Anna se preparaba mentalmente para otra respuesta debastadora, ahora sabía que se iba a tener que acostumbrar al hecho que no estaba en el mismo lugar del que había soñado. Killian suspiró bajando la cabeza, tomó a Anna por el hombro y la guió al camarote, cerrando la puerta tras ellos.

- Es hora de que lo sepas - le dijo Garfio a la chica mirándola a los ojos.

Ella percibió cierta tristeza y nostalgia en su mirada, por lo que sólo asintió con la cabeza mientras tomaba asiento sobre la cama frente a su tío.

- Hace un tiempo, yo... yo tenía a una mujer en mi tripulación, una mujer valiente y hermosa, llena de energía, amante de la aventura. Su nombre era Milah.

- Y tu la amabas... supongo - dijo Anna en un tono de voz casi inaudible.

Garfio soltó una pequeña risa, como un suspiro, y asintió.

- Pero hay algo que debes saber sobre ella, - ahora los ojos del capitán se habían vuelto oscuros y fríos - Milah tenía un esposo y un hijo, ella los abandonó a ambos para huir con nosotros. Un día, su esposo, El Oscuro vino por ella, pero Milah no quiso y él... él... - Anna estaba preocupada, nunca había visto a su tío llorar y tenía miedo de que ésta fuera la primera vez, Killian sólo soltó un gemido y siguió con un hilo de voz - él sacó su corazón del pecho y lo estrujó, matándola.

Anna tenía los ojos aguados, quién tendría el corazón tan frío como para matar a su propia esposa? Su tío debió estar debastado.

- Tío, - dijo ella con cuidado - estás diciéndome que deseas tomar venganza?

El capitán asintió, su mirada volviéndose aún más sombría.

- Para eso necesito a Pan, quiero algo de él con lo que pueda derrotar al Oscuro, sólo él sabe cómo matar a alguien tan poderoso.

Anna asintió.

- Cuál es el plan?

Garfio la observó de reojo y sonrió.

- Vamos a espiar su campamento. Eso sí, colócate una capa, si los niños perdidos te vieran, irían todos contra ti, por el simple hecho de ser una chica.

- Sé pelear, he entrenado, no soy débil - respondió ella cruzándose de brazos.

- Pues ése será el factor sorpresa, vamos.

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Anna no podía ver absolutamente nada con la gigantesca capa que llevaba puesta, sin contar el hecho que era tan larga que la hacía tropezar con todo, su mirada estaba fija en el garfio de Killian, que sujetaba una pequeña linterna, cuando el capitán paró abruptamiente.

- Llegamos - dijo él en un susurro mirando a la tripulación de reojo - dispérsense.

Así lo hicieron, los piratas se separaron en grupos de dos y tres, rodeando el campamento de Pan, Anna se agachó junto a su tío, observando el lugar. Había una gran fogata, un montón de figuras bailaban alrededor del fuego, gritando, cantando y dándo golpes al ritmo de una flauta... la melodía de la flauta sonaba bastante bien, y parecía estar llamando a Anna a bailar junto con las otras figuras, la chica se puso de pie, con las intenciones de ir a bailar, pero Garfio tomó su capa y volvió a agacharla.

- Anna, estás escuchando el sonido de la flauta?

La chica asintió y los ojos de Garfio se abrieron de par en par, como si fuera una sorpresa, qué hay de impresionante en escuchar una flauta?

Killian iba a decir algo cuando la flauta paró, y junto con esta los gritos y los cantos, el capitán se llevo el dedo índice a los labios, en señal de silencio, y asomó de nuevo la cabeza hacia el campamento, Anna hizo lo mismo.

Ésta vez el campamento estaba vacío, las figuras habían desaparecido y Killian se puso de pie.

- Mantente alerta, nos descubrieron - dijo él ayudando a Anna a ponerse de pie - volvamos al barco.

La chica asintió y comenzó a caminar cuando una flecha pasó volando a su lado y los niños perdidos salían de la nada, al igual que los piratas, y comenzaban a pelear entre ellos.

- Corre! - gritó Killian.

Anna lo hizo, tomó con sus dos manos la capa para levantarla sobre sus pies y poder correr mejor, la chica esquivaba parejas de pirata y niños perdidos que combatian con espadas y demás, las flechas volaban a su alrededor, pero ella seguía corriendo, pero de repente una figura apareció frente a ella, haciéndole perder el equilibrio.

- Te vas tan pronto? Por qué no jugamos un rato.

El chico la miró burlonamente, sus ojos verdes brillaban con diversión mientras sacaba su espada y apuntaba a Anna con ella.

La chica gruñó y se puso de pie de un brinco, sacando su espada, ningún tonto niño perdido se iba a burlar de ella. Anna atacó y el chico respondió, pero la capa no dejaba a Anna pelear tan bien como ella sabía que podía.

- Ya no me importa... - dijo ella por lo bajo.

Su mano voló hacia el botón que sujetaba su capa, mientras escuchaba a su tío gitarle que no lo hiciera, demasiado tarde... La capa cayó de los hombros de la chica, dejándo ver su largo cabello, su rostro y su vestido de pirata.

El chico con el que peleaba paró en seco y la miró sorprendido, luego posó su mirada sobre Garfio y luego volvió a la chica. Sus ojos brillaron aún más mientras sonreía maliciosamente.

- Con que... una chica, eh Garfio? Cuéntame, a quién le robaste ésta? Mmm... No es un poco joven para ti capitán?

- No soy su novia - respondió Anna con el ceño fruncido, entre dientes - soy su sobrina.

El chico soltó una carcajada.

- Su sobrina?

- Disculpa, y quién te creer tú como para burlarte de mi?

- Oh, disculpa, acaso olvidé presentarme? - el chico le dio a Anna una sonrisa que le envió escalofríos por su espalda - Soy Peter, Peter Pan.