Un domingo de otoño
Dani el payaso<3_11:31
Creo que te debo una salida ¿Estoy en lo cierto?
Dani el payaso<3_11:31
Así que nena, prepárate porque vas a pasar el mejor día de tu vida
Clara_11:34
¿Por qué das por hecho que voy a salir hoy contigo?
Clara_11:34
Estoy ocupada y además he quedado después con alguien
Dani el payaso<3_11:35
¿Sí? Es una pena porque creo recordar que ayer me dijiste que no ibas a escribir para esa revista tuya.
Dani el payaso<3_11:37
Sobre lo de que has quedado con alguien estás en lo cierto. Conmigo.
Clara_11:37
No insistas.
Dani el payaso<3_11:38
No seas orgullosa, sé que quieres.
Clara_11:39
JAJAJA Te lo tienes demasiado creído
Clara_11:40
Ya se que ha pasado, todas tus chicas te han dejado de lado ¿verdad?
Clara_11:41
Necesitas un hombro en el cual llorar
Dani el payaso<3_11:42
La única que no quiero que me deje de lado eres tú.
Dani el payaso<3_11:42
Estoy ahí en veinte minutos.
***
Describir el cielo era una misión casi imposible, el color tendía a ser grisaceo pero había varios destellos azules en algunos rincones indefinidos.
Mi pelo suelto caía onduladamente sobre mi fino jersey blanco, la falda negra estaba perfectamente colocada, era la prenda que más llamaba la atención por tener un cinturón fucsia rodeándola, y mis zapatillas blancas daban ese efecto informal.
Nerviosa, así es como me siento. Algo absurdo teniendo en cuenta que esto no es una cita y jamás lo sería con él, pero puede ser que sea lo más parecido que he tenido desde hace muchos meses.
Sabía que ese coche rojizo y yo nos veríamos más veces, se detuvo como a cámara lenta pero solo fue una ilusión óptica, ya que, lo único que quería conseguir era no dañar demasiado los frenos del coche.
—Bienvenida a mi paraíso—dijo abriendo la puerta del copiloto— Espero que estés lista para un día loco a mi lado.
—Lo dices porque tú estás loco.
Me subí al coche con extremado cuidado.
—Estoy perfectamente cuerdo y—se quedó observándome—¿Por qué te subes como si fueras mi abuela?
—No quiero dañar el tapizado del asiento—dije en tono de burla.
Sus dientes se mostraron en una amplia sonrisa.
—Tengo que decirte que eres la persona más ocurrente que he tratado en mi vida—Colocó la radio antes de empezar la travesía.
—¿Tengo que preocuparme por la gente con la que has tratado antes de mí?—comencé a buscar una emisora de mi agrado. Me apropié de la radio en un exceso de confianza.
—Tal vez.
Después de diez minutos las dudas me reconcomían por dentro, necesitaba saber sobre el destino de la ruta.
En estos diez minutos observé varios rasgos de Dani que desconocía; era extremadamente precavido con la velocidad y cuando digo extremadamente precavido es casi un eufemismo. Su postura al conducir era de un experto, tenía la confianza suficiente en sí mismo como para adoptar ese tipo de postura y, por último, cada cincuenta segundos miraba hacía mi dirección discretamente.
—¿Te han dicho alguna vez lo guapo que estás cuando conduces?
La dirección del volante se descontroló en una fracción del segundo haciendo que me sobresaltara por ese tipo de maniobra desprevenida.
—Casi provocas un accidente—bufó mirando nervioso el retrovisor.
Me reí, sin querer, mostrando todas mis emociones. Mi risa fue casi desenfrenada y el solo me miraba de reojo con una tímida sonrisa en su cara.
—Nunca imaginé que la primera vez que admitieras mi belleza fuera mientras conducía, tenía que haberlo visto venir.
—Quería sonsacarte información—admití.
—Si si, engáñate a ti misma—dijo irónico.
—¡Es verdad!—exclamé— quisiera saber a dónde vamos.
—¿Y no puedes preguntarlo directamente como una persona normal?
—No soy normal—sonreí de perfil.
—De eso me di cuenta hace tiempo—me miró escuetamente—vamos a ir a Frigiliana.
Su revelación me sorprendió. Frigiliana era considerado uno de los pueblos más bonitos de España y, estando relativamente cerca de él, jamás lo había visitado. Me gustaba conocer sitios nuevos, impregnarme de cualquier misterio y descubrimientos a doquier.
—Hubiera sido un buen plan para conquistar a algún ligue tuyo—admití
—Mi intención no es conquistar a alguien, ya sabes en que punto me encuentro.
Miré sus facciones, su perfil y, observándolo con delicadeza, el sentido del humor que transmitía se desvanecía, como el humo que desprendía un fumador, rápido pero dejando huella.
Sabía en que punto se encontraba y al parecer era en dos escalones inferiores al mío.
***
N/A: Hola mis queridos lectores, de nuevo aquí, una nueva parada en este viaje loco que se llama "Corazones Cruzados".
Gracias por leer, no hay nada más gratificante que saber que tu historia llega a una persona mínimo.
Sois el regalo más grande para alguien que publica sus invenciones en una plataforma como esta.
La cuarta cosa sobre mi es que jamás tendría un coche rojo como el que tiene dani JAJAJAJA, soy más de un coche negro, más clásico y sin llamar tanto la atención.
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Corazones cruzados
RomanceDani y Clara son dos personas con un corazón roto ¿Qué tienen en común? Los mejores amigos de ambos son los que han contribuido a romper sin querer esa imagen que tenían del amor ideal, aunque gracias a ellos se conocen hoy en día. Él prometió esta...