Final Parte I

864 69 7
                                    

–¿Nerviosa? –Haven preguntó–. Todos estamos casi listos para empezar –con una sonrisa tranquilizadora, Haven abrió la puerta para dar paso a una hermosa criatura de no más de seis años, que entró con prisa a la habitación de Iglesia, usando un pequeño vestido blanco. Sus rizos negros como la noche rebotaban a los lados de su cara con cada zancada que daba. Su risa contagiaba a toda persona que llegaba a escucharla, rindiéndose a un baile de ojos negros y carisma sin igual–. ¡Tessie! ¡Te dije que no corrieras por aquí! 

–¡Pero mamá! ¡Tía Ashi me dijo que podía! ¿Verdad tía? –agregó, dirigiendo toda su atención a Ashley que, con una sonrisa cómplice, asintió. Yo miraba todo desde una esquina lejana, encantado con la visión de la mujer de mi vida. Es increíble cómo el destino nos trajo hasta aquí, a pesar de todo, de los años, de los altos y bajos. Se me hace imposible no pensar en los últimos seis años y medio, desde mi propuesta a Ashley. 

–¡Gerard! –Llamó Ashley– ¿Qué haces aquí aún? ¡Deberías estar en el altar, esperándome! –dijo con fingido enojo y una risilla al final de la frase. 

–Querida, nada sería más placentero para mí, pero vine a darte esto –del bolsillo de mi traje negro, saqué un collar de oro, con un rubí como pendiente. Los ojos de Ashley se ensancharon, con su típica expresión de: “¡No puedo aceptar esto!” “¡Es demasiado!” “¡Devuélvelo!” “¡Debió costar una fortuna!” – Antes de que digas algo, no lo compré –su expresión cambió a una que reflejaba alivio– es tradición en una boda que la novia tenga algo viejo, o al menos eso he escuchado. Y esto era de mi abuela Elena, quiero que lo tengas tú, hoy. 

–Pero, ¿tu madre está de acuerdo? 

–Ella misma me lo dio, ahora date la vuelta –sonrió. Oh, cómo amo sus sonrisas y obedientemente se dio la vuelta en su maravilloso vestido blanco, recogiéndose los rizos sueltos de su cabello. Le coloqué el collar en posición y acaricié suavemente la piel de su cuello. 

–Gracias, me siento honrada de poder usar algo de tu abuela hoy –le sonreí con un poco de tristeza, pues mi abuela tenia fallecida varios años. Ashley tomó mis manos dándose la vuelta y besó castamente mis labios, dejando un rastro de brillo labial en ellos. En ese momento Haven llegó histérica a mi lado, jalándome hacia las puertas de la habitación. 

–¡Way! ¡Deberías estar en el altar, YA! –Todos nos reímos viendo como Haven trataba de alzar su vestido rojo para poder sacarme mejor de ahí. Incluso Tessie, reía como si el mundo dependía de eso. 

–Te veo enseguida, mi amor –y salí para encontrarme con Mikey mientras me escoltaba al altar. Toda mi familia estaba allí, mamá, papá, tíos lejanos y cercanos, primas y primos. Nuestra boda no iba a ser convencional, habíamos elegido la Iglesia más grande, hermosa y lujosa pero nuestros invitados se veían escasos en ese lugar tan grande. Pero no nos importaba, porque todas las personas que algún día significaron algo para nosotros dos, estarían allí. Incluso después de unas cartas un poco conmovedoras, el padre de Ashley y Haven había asistido, sentándose en una de las primeras filas con su esposa en turno. Una mujer muy desagradable, si me preguntan. Mis padrinos ya estaban situados a mi lado. Mis cuatro mejores amigos y compañeros de banda, Mikey, Frank, Ray y Bob. Un suave piano empezó a tocar la marcha nupcial, y en el momento en el que vi aparecer a Tessie, arrojando pétalos de rosas en el camino y a Haven, siendo la dama de amor, mis nervios afloraron. Mis manos empezaron a sudar y me sentía en el cielo cuando la vi a la luz de las velas y candelabros de la Iglesia. Todo lo que una vez quise, personificado en una persona, destinada a ser feliz conmigo por el resto de nuestros días. Me regaló una sonrisa radiante cuando estuvo situada a mi lado, con el cura diciendo las primeras palabras de lo que sería el resto de mi vida. 

–Hermanos y Hermanas, estamos aquí reunidos para celebrar en sagrado matrimonio, la unión de Gerard Way y Ashley Evans… –el Padre seguía hablando pero yo ya me encontraba en mis propios pensamientos. Ambos habíamos decidido esperar unos cuantos años antes de casarnos, hasta que mi carrera con My Chemical Romance sea sustentable y hasta que Ashley consiguiera su título de doctora. Ambas cosas sucedieron con la mayor alegría posible y tras seis años de lucha y de nunca rendirnos, era nuestro momento de empezar a ser felices. Y, si se lo preguntan, Frank está comprometido con Jamia. 

–Acepto 

–Gerard Way, ¿aceptas a Ashley Evans, como tu legítima esposa, para amarla y cuidarla en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe?

–Acepto 

–Puede besar a la novia –nos giramos lentamente para quedar frente a frente, y su mirada me reflejaba puro amor, sus ojos brillando y sus mejillas sonrojadas me hicieron apresurarme más en mi tarea de acercar nuestros rostros, hasta quedar respirando el mismo aire vital y poder susurrar unas pocas palabras antes de nuestro primer beso como marido y mujer. 

–Te amaré por siempre –nuestros labios se juntaron lentamente y la atraje hacia mí, poniendo mis manos en la parte baja de su espalda. Me sentía desfallecer, en un nuevo grado de plenitud y felicidad completa. 

–Para siempre –afirmo ella al separarnos por un par de segundos, asegurando nuestro compromiso. Nos separamos y le dimos frente a una multitud que nos miraba embelesada. Algunos, adivino, celosos de nuestro amor. Y ola de aplausos nos inundó, recordándonos cuán afortunados somos y siempre seremos. 

Save Me (Fan Fic de Gerard Way)Where stories live. Discover now