Capítulo XXII

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Mientras esperaba a Gerard de las grabaciones, Haven entró en la casa con un ánimos decaídos y sobando despacio su vientre. 
–¿Sucede algo, Haven? –le pregunté una vez ella se sentó en el sillón. Unas lágrimas amenazaban sus ojos y se abrazaba a sí misma. 
–Hoy tuve cita con el doctor –asentí recordándola–, me dijo que mi embarazo se ha convertido en uno de alto riesgo. Necesito reposar para no perder a mi bebé –se echó a llorar– si algo le pasa a mi bebé ya no podré vivir, Ashley –la abracé y la consolé hasta que sus llantos disminuyeron considerablemente.
–Tú no perderás a ese bebé. Lo sé porque yo estaré aquí para ti cuidándote. No necesitas preocuparte de nada, Haven. Ahora ve a descansar –sonreí un poco y ella se abalanzó a mis brazos musitando “gracias”. Minutos después, volvió a su habitación para leerle algo al bebé. Era algo que siempre hacía, quería que nazca y crezca con amor a la literatura. Yo me quedé en el sillón esperándolo y releyendo la carta. En ella hablaban de cómo la banda estaba teniendo éxito, pero que necesitaban expandirse. Recorrerían los diferentes lugares de Estados Unidos, viajando siempre en carretera y sin detenerse. Hasta mencionan que ellos podrían llevar un acompañante pero en este punto, yo no iría. Puede sonar estúpido ahora pero no puedo dejar a Haven sola, justo después de prometerle que nunca lo haría. Gerard llegó con apatía, como si estuviera entrando en un campo de guerra. Besé delicadamente sus labios y él me atrajo a su cuerpo. Esa electricidad que sentimos al tocarnos por primera vez seguía ahí. Nos separamos y nuestros labios se juntaron de nuevo, dejando espacio sólo para respirar. Después nos acomodamos en el sofá, yo estaba sentada y él recostaba su cabeza en mis piernas. 
–¿Largo día? –pregunté para romper el hielo. Algo bueno de nosotros era que nos podíamos comunicar sin palabras pero esta vez necesitaba que él me las dijera. 
–No te lo imaginas, aún estamos discutiendo muchas cosas sobre la banda. Es duro –se sobó las sienes, algo le molestaba. 
–¿Irás? Tienes que ir –musité con un hilo de voz. La verdad es que no quería que se vaya. 
–¿De qué hablas, Ashley? –me miró desde abajo pero yo aparte la mirada, no soportaba ver sus ojos sin sentir que me destrozo por dentro. Saqué el papel doblado y arrugado de mi bolsillo y se lo extendí. Lo abrió y leyó cuidadosamente por un minuto. Aunque sabía que no estaba leyendo, buscaba palabras para expresar sus pensamientos. 
–¿Cómo supiste de esto? –se levantó y se sentó a mi lado, ambos mirando al frente. Aún conservaba el papel entre sus manos. 
–¿Importa? Lo encontré de casualidad, boté un envoltorio y me llamó la atención. “¿Por qué algo con las palabras My Chemical Romance está en la basura?” eso pensé… es una gran oportunidad, Gerard –suspiró. 
–No importa, yo no iré –se levantó bruscamente y arrojó el papel lejos, tomaba su cara entre sus manos y se sobaba las sienes. 
–¿Por qué no irás? ¿Sabes lo que algo así le puede hacer a la banda y a tu carrera? ¡Es todo lo que siempre quisiste! –sin querer, ambos empezamos a gritar. 
–¡Pero no así Ashley! Dime, ¿tú irías conmigo? –No respondí pero él sabía lo que significaba mi silencio– eso pensé. No quiero ir a ningún lugar si no es contigo. Tú eres lo que siempre quise. 
–No puedes desperdiciar algo así, es tu oportunidad. ¡Yo estaré esperándote aquí para cuando regreses!
–¿Por qué no puedes venir conmigo? –preguntó en un casi susurro. Me rompía el corazón, sus ojos estaban cristalizados. 
–Tengo que cuidar de Haven… ella está mal con el embarazo y no lo soportaría si está sola. No puedo dejarla así, se lo prometí. 
–Entonces yo también me quedaré –besó mi frente y se dirigió a la puerta– hoy dormiré en casa de mi mamá, creo que nos hace falta una noche de reflexión. Te amo. 
–También te amo –respondí con sinceridad, sonreímos pero enseguida me eché a llorar. Nunca me lo perdonaría si perdiera esta oportunidad por mi culpa–. Te amo pero tendré que hacer que te vayas. Cueste lo que cueste. Aunque tengas que odiarme… 
A la mañana siguiente hablé con Frank, me contó que todo está previsto para que se vayan el próximo lunes a primera hora. Como Gerard estaba indeciso, le dieron tiempo hasta esa mañana para decidirse. Si él no iba a la disquera, todo se cancelaba. Tenía que actuar rápido, estaba a tres días de la fecha y necesitaba un plan para hacer que se vaya. Frank también me contó que todos están muy enojados con él. Al principio los hizo trabajar tan duro pero ahora que lo pueden tener todo, se está echando para atrás. Pero nadie sabía que era por mi culpa. Jamia si lo iba a acompañar, a ella no le importaba dejar sus estudios para tomar la carretera y estar con él pero no tenía alguien de quien ser responsable. 
–¿Qué haremos entonces? –me preguntó Frank con una mirada nostálgica. 
–Yo sé que haremos pero necesitamos la ayuda de Elizabeth Way. Y de alguien más… créeme, ustedes se irán de gira y serán la mejor banda que haya existido. Sé que hacer. 

Save Me (Fan Fic de Gerard Way)Where stories live. Discover now