Capítulo 4: El país de las maravillas.

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Capítulo 4: El país de las maravillas.

Mi respiración se cortó nada más ver a  Ronald  entrar en mi oficina. Pensé que Frank reflejaba como debía lucir un no-criminal en todo su esplendor, pero nunca estuve más equivocado que ahora. Pues Ronald, lo era. Probablemente se debía a que era más alto y más joven que Frank. Su largo cabello negro daba la apariencia de un chico nacido en los suburbios, como esas chicos que solía ver debajo de los puentes, cuando iba de vacaciones con mis abuelos.

Llevaba un uniforme gris, perteneciente a la penitenciaría regular. Los residentes del asilo vestían de acuerdo a su unidad por razones de seguridad; el naranja para Cuidados Intensivos; gris para los residentes de la Penitenciaria Regular. Incluso el trato de los oficiales hacia los residentes era muy diferente. Estaban inclinados a actuar, mucho más severos contra los residentes de Cuidados Intensivos que los Regulares. Lindsey  incluso me dijo, que a veces, algunos residentes regulares suelen quedarse en el Jardín sin ninguna supervisión.

Estando Ronald  en la Penitenciaría Regular, sería más fácil de tratar que a Frank, o sinceramente, eso me esperaba. No podían existir dos pacientes, tratándome como si fuera un idiota. Así que estaba dispuesto a mostrar mi aprendizaje y probar que no había tenido una formación tan nefasta y pobre. Si lograba que al menos uno de mis pacientes fuera consciente de eso valdría la pena.

—Hola, Señor Radke—Saludé al leer su nombre. Ronald Joseph  Radke.  Esta vez no extendí mi mano y sinceramente me sentí orgulloso de mí. Tengo que aprender a diferenciar a una persona reclusa y a una persona que está totalmente bien mentalmente y no muestre rasgos de violencia.

Aparte de la información básica, como su nombre, fecha de nacimiento y ciudad natal, no habían muchas cosas sobre él en los archivos. No había descripción de su psicosis ni de su comportamiento. No estaba muy seguro del por qué. Su crimen era, como se indica abajo, tráfico de drogas. Bueno, al menos no era una asesino.

—¿Eres mi nuevo Doctor?—

—Sí. Soy Gerard Way.—

—Genial. Estaba cansado de tener al  viejo cabrón de mierda a mi alrededor del Dr. Dewees — Parpadeé un poco incómodo, cuando él tomó asiento delante de mí.

—Buenas tardes, Doctor Way. ¿Solicita de nuestra presencia en la oficina? —
Reconocí al oficial Fyodor llamándome.

—Hola, oficial Kuznetsov. ¿Cómo está?— pregunté con una sonrisa.

—No muy diferente a otros días, pero gracias por preguntar, Doctor.—

—Ya veo. ¿Y cómo le va a su esposa? — Pregunté curiosamente, recordando a Frank decir, que su esposa había conseguido un papel en un musical. No sabía cómo iba a reaccionar, pero sabía que si yo preguntaba, él no estaría tan enojado. Además, estaba siendo sincero en cuanto al trabajo de su esposa, así que en mi mente era una pregunta válida. Él sonrió orgulloso.

—Ella va muy bien. Su última actuación fue aclamada por la crítica.—

—Eso es genial —Sonreí nuevamente al oír su respuesta.

—Si, gracias.—

—¡Agh!, maldición, por favor, consigan una habitación —El chico habló repentinamente con una mueca.

—¿Requiere de nuestra presencia, Doctor Way?—preguntó ignorando al residente.

—No, estaré bien gracias —Descarté, y salió de la habitación tan pronto escuchó mi respuesta.

Me tomé un breve momento para respirar. Bien, era momento para mostrar mis actitudes. Gerard, tú puedes hacerlo, tengo que ser firme.

Una vez sentí que estaba listo para iniciar el período de sesiones, pulsé el botón blanco de la grabadora y la cinta comenzó a girar, grabando la entrevista.

FUN GHOUL |Frerard| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora