Capítulo 32: El silencio era insoportable

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Capítulo 32: El silencio era insoportable.


—Es... — Levanté mi cabeza, mirándolo fijamente a los ojos —Tu hermana, Emily. —

A medida que aquellas palabras salieron de mi boca, el silencio que vino después agudizó mis sentidos al doble. Todo a mí alrededor parecía ir más lento. Fui testigo de cómo sus pupilas se dilataron, su ceño fruncido se suavizó, demostrando sorpresa mientras procesaba la información en su cerebro.

Sus ojos no se movieron y lo único que mis oídos podían oír, era el sonido de mi corazón. Como si el tiempo se hubiera detenido ahí mismo, Frank permaneció inmóvil, sin pronunciar ni un solo sonido de sus labios.

El silencio era insoportable, me sentía tan incómodo.

Me preocupé por Frank, creo que la visita si pudo impresionarlo demasiado. No se movía para nada.

Frank, por favor di algo.

— Muévete, Iero. — El oficial Gólubev lo empujó, obligándolo a seguir caminando, sin preocuparse por el delicado momento. La puerta del centro de visitas se abre y Frank es arrastrado al interior, aun luciendo afectado por la noticia.

Los ojos de Emily se agrandaron ligeramente, cuando finalmente se posan en Frank. Tragó un poco de saliva mientras sus ojos inspeccionaban la silueta de Iero.

El oficial Gólubev se quedó en frente de Frank, exponiendo un arrogante rostro. — Parece que no es Jamia, Iero. ¿Así que pórtate bien o la macana va ir directo a tu boca, me escuchaste? —

Frank no dijo ni una sola palabra.

— ¿Qué pasa? ¿El gato te comió la lengua? —él se burla —Entonces, ver a tu hermana hace que te calles, ¿eh? — se gira a hacia Emily, quien está igualmente inmóvil. — Debería venir más a menudo, Srta. Iero. — Le dice el oficial a Emily.

—Oficial Gólubev, por favor. — le llamo la atención, deseando que no diga algo estúpido y provoque a Frank. En mi cabeza, él estaba lidiando con una situación muy delicada.

— Lo siento, Doctor. — Es evidente que no lo hacía. Sólo parecía divertido al ser testigo de un Frank silencioso, y solo buscaba burlase de su estado. Sin embargo, eso no se lo permitiría. Hoy no. Y menos en este momento.

—Entonces, ya conoces las reglas, Iero. Nada de tocar. — Sin tocar significa que no pueden saludarse con la mano, o darse un abrazo, ni siquiera un beso. Sin contacto físico alguno. — Permanecerás esposado todo el tiempo, en caso de que intentes lastimar a tu visita y tienes solo una hora de tolerancia. El oficial Vasíliev se quedará por cualquier emergencia. —Se volvió de nuevo hacia Emily. — Si el la lastima, la visita se termina y el recluso volverá directo a su celda. — Emily asiente con la cabeza, entendiendo el procedimiento. — Se buen chico, Iero. — El oficial Gólubev toca las mejillas de Frank, sintiéndose entretenido con su comportamiento. Tragó saliva cuando él sale de la habitación, dejándonos solos a Emily, Frank, el oficial y a mí, en esa habitación.

Miró a Emily; su pecho se mueve más rápido de lo normal cuando respira.

Ninguna palabra es pronunciada por un tiempo. Aparto mis temores y me acerqué a Frank. Sus ojos parecen fuera de foco y me pregunto, si realmente es consciente de lo que está pasando.
Emily suspira, cerrando los ojos. Ocupa una de las sillas aun con los ojos cerrados, tratando de ganar fuerza para iniciar la conversación.

Sentado en la silla frente a Emily, permanece Frank en silencio. Emily no parece lo suficiente cómoda para iniciar una conversación, y el silencio está de regreso, envolviéndonos en un ambiente cada vez más incómodo. Mis manos se posan sobre los hombros de Frank, tratando de darle un poco de apoyo por el momento.

FUN GHOUL |Frerard| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora