Capítulo 37: No se trata de dinero, se trata de reputación.

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Capítulo 37: No se trata de dinero, se trata de reputación.

Mi corazón golpeó sobre mi pecho y mis dedos apretaron las sábanas debajo. ¿Lo haría? ¿Mataría a alguien? ¿En verdad haría eso por él? ¿Cometería algún crimen por Frank? Bajé la cabeza, preguntándome si incluso, tenía las agallas para hacerlo.

¿Matar a una persona? Cerré los ojos, sintiendo una oleada de dolor en mí.

Si haría eso no me lo perdonaría.

—Yo... — Tragué saliva, intentando imaginar una situación en la que estuviera matando a alguien. Traté de imaginar las razones por las que mataría. ¿El quiere que yo, mate a alguien? ¿Acaso es por ese hombre que le arrebató a todos sus amigos? ¿Mataría por Frank? — Yo, Frank, yo lo siento... yo... no puedo . — Dije, sintiendo todo mi cuerpo entumecido — Yo ... no puedo hacerlo. Lo siento, Frank... —

— Bien. — Dijo, y mis ojos se abrieron con sorpresa por su respuesta —Tú, eres una persona, Gerard, no un esclavo. — Su mirada se profundizó y se tornó firme — Aprende a decir que no. —

— Yo lo siento, yo no quería decirlo de esa forma. Sólo quería decir que haría cualquier cosa con el fin de ayudarte... no...—

— Ni se te ocurra, no hagas nada. Solo debes hacer cosas por ti. —Parpadeé — La gente juega con las personas como tú. Siendo así, estás totalmente jodido. —

No entendía que punto quería llegar.

Todo estaba yendo bien, vivimos en un mundo muy jodido, sí.

Pero no entiendo que quiere decir Frank.

— ¿Frank? —

—Eres sólo una mosca. Hasta los tipos pequeños te matarían por diversión. ¡Así que detente! Estás jodidamente bien, pero todo siempre comienza por el rencor, y un día, podrás despedirte de toda tú mierda, y ellos... —

— Frank, ¿Estás bien? — le pregunté sosteniendo su rostro entre mis manos, me levante de inmediato al percatarme de su estado. — ¿De qué estás hablando? ¿Qué sucede contigo? —

Apartó mis manos de un solo movimiento.

Y me alarmó, el ver unas lágrimas cayendo por sus mejillas.

— Ellos te arruinan, ellos te acabarán. — Su pecho subía y bajaba de un momento para otro.

— ¿Frank? —

— Así que no te atrevas a hacer nada por otra persona, ¿Me escuchaste, Gerard? —

Me quedé tan sorprendido por el repentino estallido.

— ¡No te atrevas a hacer todo lo que esté al alcance de tus manos por otra persona que no seas tú! Nunca le des tanto de ti mismo a otra persona! ¡Nunca le des tanto poder a otra persona! ¿Lo entiendes? ¡Ni siquiera a mí! — Mis ojos se agrandaron al escuchar sus últimas palabras — Eso... sólo está mal! ¡Es una idiotez! Eso... —

Sintiéndome más cálido de alguna manera, lo abracé, — Hey, está bien. — Le dije en su oído, en ese momento se veía tan frágil que solo quería protegerlo. — Shhhh, cálmate... de acuerdo... — Lo abracé más fuerte. — Todo está bien, Frank, voy a estar bien. Estaré bien. Los dos lo estaremos. —le garanticé. — Confío en ti, eso es todo. Lo sabes. Tranquilízate. Todo saldrá bien. —volví a decir, acariciando su espalda. —Todo irá bien. — Su respiración en mi cuello empezó a normalizarse —Todo va a estar bien... —

Repetí, sintiéndolo calmarse, a medida que el peso fue finalmente levantado de su pecho. Mi corazón latió desesperado. — Yo estaré bien. —





















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