Capítulo 13: No dejes que ellos tomen tu corazón.

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Capítulo 13: No dejes que ellos tomen tu corazón.

Nunca me sentí tan mal en toda mi vida.

Fue mi culpa.

Frank  pudo haber muerto.

Y habría sido mi culpa.

Podría haber matado a mi paciente favorito porque no le podía decir que no. Porque quise que él gustara de mí. Porque quise que él confiara en mí. Pero todo lo que hice, fue poner su vida en peligro.

—¿Gerard?, Voy a hacerte una pregunta y quiero que me contestes con la verdad ¿Le has dado dulces a Iero?—

No sabía a donde mirar así que sólo me dediqué a mirar a Frank.

— ¿Gerard? —

Negué con la cabeza—Yo, yo no tengo idea que pasó. —¿Qué podría decir? ¿Sí?. Esa respuesta solo me llevaría a que me despidieran. No podía dejar que me despidieran. Sé que estoy haciendo mal en negar la verdad, pero simplemente no puedo decirle a Andy, que fui yo quien le dio caramelos a Frank.

— Supongo que los internos están metiendo alimentos de alguna manera. Debo informar a seguridad sobre el contrabando. —Asentí con la cabeza, a pesar de sentirme horriblemente conmigo.

Me niego a mí mismo a poner la vida de Frank en el peligro de nuevo y como tal, cualquier otro alimento queda descartado. Ya no traeré caramelos. No debo traerlos nunca más. No más contrabando. Y con esto, espero que todo se arregle a como estaba antes.

— ¿Estas bien, Gerard? —Cerré los ojos— Yo, yo sólo no esperaba esto. —Andy  colocó un brazo sobre mi hombro.

— No te preocupes demasiado. Él está bien. —torcí mis labios— No es tu culpa, Gerard. —

Sí lo es, maldita sea, casi lo pierdo.

— Bryar, me dijo que le tienes mucho cariño a él. —mantuve mi cabeza abajo— Entiendo que te preocupes por él. Te recomiendo que le hagas algunos exámenes regulares para comprobar sus niveles de azúcar. —Asentí— Sobre todo cuando esté bajo tratamiento. —

— ¿Por cuánto tiempo estará sin la medicación? —

— Eso te lo voy a dejar a ti. Es tu paciente después de todo. —

— Gracias. —Sonrió suavemente.

— Él está bien Gerard, así que no estés triste, ¿de acuerdo? —

Traté de sonreír. Pero tenía un aspecto bastante falso— Ahora, por favor disculpa, voy a notificar a seguridad que los internos están contrabandeando comida. —Aparté la vista, tratando de no mostrar que era yo el  culpable.

Está bien ahora.

No traeré caramelos, ya no más. No dejaré que Frank  tenga un ataque cardíaco o díabético. Está bien ahora. Ellos no saben que fui yo quien se los di. No sabrán sobre esta falta grave. Todo estará bien.

Un suspiro salió de mi boca y me acerqué a la cama.

Él estaba boca arriba, su cabeza hacia el otro lado. Tenía puesta la pijama blanca del hospital. Su monitor cardiaco, al lado de él mostraba que su frecuencia cardiaca, era normal.

Tentativamente me acerque lo más silencioso que pude para no despertarlo. Me detuve estando de pie junto a su cama, mirándolo fijamente, mientras su pecho subía y bajaba, inhalando y exhalando suavemente.

Llevé la yema de mis dedos contra su mejilla, el contraste de su piel fría en mis dedos cálidos fue increíble. Frank  volvió su cabeza a mi lado, gruñendo algo. Quité mis dedos de su rostro con rapidez. Lentamente, abrió sus ojos.

FUN GHOUL |Frerard| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora