𝐌𝐀𝐈𝐀 ━ steve rogers.¹

𝙣𝙞𝙣𝙚𝙩𝙚𝙚𝙣; bucky barnes.

ˋˏ ˋˏ capítulo diecinueve: bucky barnes. ˎˊ

━ SIETE AÑOS ATRÁS.

MAIA SABÍA QUE ESTABA METIÉNDOSE EN UN GRAN LÍO AL HACER ESO, sin embargo, cuando su instinto salía a la luz, nadie podía pararla. Fue cuando comenzó a pensar en él, no de una forma romántica o sexual, sino que no podía sacarse de la cabeza su nombre. El soldado del invierno ¿Era enserio? Todos sabían que no era su verdadero nombre, era su nombre de oficio o de asesino. No le importó demasiado su encuentro, o no hasta después de una semana donde sin esperarlo, una enorme curiosidad entró a su cuerpo y pensó que sería una idea necesaria si supiese como se llamaba realmente, o si al menos podía saber donde de encontraba. Sabía que no podía preguntarle a sus compañeras ni mucho menos a su profesora o a la jefa. Tuvo que empezar desde cero esa búsqueda. Y fue ahí cuando los problemas empezaron, Maia no pudo quitárselo de la mente. No pudo simplemente ignorar ese mal sentimiento que tenía al no saber donde estaba o porqué no sabía nada de él, porqué no podía averiguar nada de él. Pasaron meses, meses llenos de tortura donde no pudo averiguar ni un poco sobre él. Fue cosa del destino y la primera vez donde la suerte estuvo de su lado, cuando Maia fingió nuevamente tener problemas con su misión y lo mandaron a él. Lo había intentado varias veces y después de diez agentes diferentes, él por fin volvía aparecer frente a ella. No se sorprendió cuando vio a Maia acabar con todos los hombres en la sala en tan solo pocos segundos cuando apareció en su campo de visión. Tampoco se inmutó cuando ella no se acercó a él. Tan solo estaban a unos metros de distancia y ella estaba más que abrumada por su presencia.

Apagó sus audífonos y todo aparato tecnológico que hacía al hogar de niñas poder verla o escucharla. Tenía tres minutos antes de que la jefa apareciera en su campo de visón con una molesta actitud y un castigo, pero ella sabía que este momento valdría la pena. Quería creerlo, debía hacerlo.

— Voy a ser honesta. Te he estado tratando de ubicar hace meses —Maia se acercó con seguridad a él —. Cada vez que trato de encontrarte, cada vez que encuentro un pequeño dato sobre ti, me siento tan abrumada. Sé que sabes algo y necesito que seas honesto —la rubia se posicionó frente a él, a tan solo dos pequeños pasos de distancia —. ¿Que sabes sobre mi?. ¿Que me están ocultando?.