What You Hide [TERMINADA] (YKG)

II

DATO IMPORTANTE ANTES DE LEER:

 Posiblemente este capítulo les aparezca como primero, aunque traté de arreglarlo a alguno lo visualizan así, por tanto, por favor notar que este es el segundo capítulo por la numeración romana (I, II, etc...), el problema solo es visible para algunos en los capítulos uno y dos, así que si les aparece desordenado sepan que este es el segundo capítulo y el siguiente es el primero.

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El impulso repentino por escucharlo nuevamente me llevó a buscar el salón donde se encontraban las personas charlando.

—La verdad es temporal. Somin me pidió que cubriera la plaza vacante mientras encontraban un profesor, yo solo impartiré la clase de música mientras eso sucede. Es más como un favor.

Esa voz, tan fuerte y suave, como una mezcla que atrae a mi cuerpo haciéndolo vibrar de una anticipación desconocida y brutal ¿Quién era el dueño de esa voz? Era tan extraño, mi cuerpo jamás había sido preso de algo parecido. Su mezcla en su tono, tan dulce y ronca a la vez, tan relajada y potente, casi dominante pero como si fuese extremadamente serena. Parecía una combinación de voz de chico y chica, pero por la profundidad de esta, deduje que era un chico, más bien, alguien mayor debido a que, según lo dijo, impartirá una clase.

Tenía que saber quién era. 

Tenía que saber quién era. Tan solo su voz no me era suficiente y me estaba consumiendo por un deseo inexplicable y violento que recorría cada parte de mi anatomía hasta ser centrada en mi ya endurecido miembro.

—Bueno... si Somin te ha elegido, aunque sea solo como suplente, es porque tienes un don, hombre. Somin es muy estricta a la hora de reclutar personal. Quiere que todos los docentes sean eficientes y hasta perfectos para cada área —comenta el profesor Kim con voz divertida.

Es la primera vez que lo escucho hablar tan despreocupado pues siempre se mostraba imperturbable, con un porte inquebrantable.

—Supongo... —se limitó a contestar el desconocido.

Mi cuerpo parecía responder a su voz, incluso mi mente parecía querer estar en sincronía con las reacciones de mi cuerpo y pensamientos. Mi corazón se acelera y detiene a la vez que comienza a golpear mi pecho causando un leve dolor, casi como agonía... mi lobo estaba tanto o más aturdido que yo.

¿Quién es el dueño de esa voz que causa vibraciones de manera tan violenta a mi cuerpo tanto que mi lobo parece que lo han sedado pero parece retorcerse por mantener la cordura?

Ni siquiera puedo distinguir si es un omega para saber que está en celo y responder de alguna manera mi pregunta para entender qué es ese el motivo de mi reacción. Y mi lobo detectaría de inmediato si es nuestra pareja, pero está tan inquieto como jamás antes y aturdido como lo estoy en estos momentos. 

El desconocido no parece estar en celo, su olor no llega a mis fosas nasales.

Es tan frustrante y perturbador que mi cuerpo y mi lobo reaccione con tan solo su voz y anticipemos tenerlo cerca.

—Toca algo. Debes saber hacerlo —sugirió el profesor de Artes, sacándome de mis pensamientos.

Pero ese; "Toca algo" mi mente reaccionó de manera violenta, enviando sensaciones a mi miembro que deseaba ser tocado ¿por ese desconocido?

—Sólo por esta vez. Quiero dejar la prueba para los alumnos de último año y tener material para ellos —habló con voz relajada el desconocido.

Tragué saliva sintiendo mi miembro apretar con violencia mis pantalones. Dolía. Demasiado. Mis piernas no podrían por mucho soportar mi propio peso.

—Perfecto. Quiero saber por qué Somin te ha buscado.

Escucho el sonido de un aplauso e intuyo que el profesor Kim ha aplaudido como si hubiese recibido una afirmación a su petición.

Me recargo en la pared. La puerta del salón está medio abierta, por lo que me ha ayudado bastante en poder escuchar. Trato de encontrar mi respiración. Parezco un maldito omega en celo ¿Es así como ellos se sienten? Debe ser jodidamente doloroso porque ¡MIERDA! Esto me está matando.

Estoy demasiado excitado.

De pronto, una extraña melodía se escucha resonar de las teclas de un piano como si de un profesional se tratase. De una forma armónica y perfecta, se produce el sonido más hipnótico y hermoso que jamás en la vida había escuchado, eso, extrañamente, ha hecho que cada uno de mis músculos se relajen. La excitación se ha esfumado de la misma manera en que llegó.

Estoy desconcertado.

La melodía hizo eco en todo el lugar, llenando cada pared de melancolía que, inmediatamente cambió a una tonada alegre. La combinación parecía no perderse y eso era tan malditamente atrayente, que no solo yo la he notado.

Veo como muchos estudiantes y profesores se acercan en mi dirección por diversos rumbos, seguidos como si la melodía tocada con maestría los atrajera cual flautista a una serpiente. Me miran serios, como si nada más existiera que ese majestuoso sonido. Intento recomponerme de mis emociones anteriores que afortunadamente, y gracias a la melodía, lo he logrado, es como si la melodía le diera una orden silenciosa a mi mente y esta a mi cuerpo entero.

Todos los ahora presentes parecen estar demasiado relajados, tanto que alfas y omegas parecen juntarse despreocupados y como si nadie era atraído más que por la melodía.

Sabía que era mi momento de largarme pero simplemente no podía mover un solo músculo, estaba tan estancado en el lugar como los que estaban frente a mi.

Con unas cuantas tonadas altas y bajas, fuertes y suaves, la melodía llegó a su fin. Hubo silencio. Nadie abrió la puerta, todos estaban frente a mí pero nadie se movía. Es como si el tiempo se hubiese detenido, hasta que de pronto, una ronda de aplausos dentro del salón, sacó a todos de su mutismo.

—Eso... woah... realmente... No tengo palabras. —el profesor de Kim intentaba alabar sin encontrar las palabras para hacerlo, y no es de sorprenderse debido a tan majestuosa melodía tocada con tal perfección— Espera... ¡A dónde vas?

No me dio tiempo de reaccionar cuando la puerta a mi izquierda fue abierta por completo, dando a mostrar la imagen de un hombre de entre 25 a 30 años, sus ojos rasgados que por poco se cerraban, sus facciones eran de una magnitud que sobrepasaba ridículamente la palabra, HERMOSO. Su piel tan blanca como la nieve parecía brillar de una forma especial. Era tan solo unos centímetros más bajo que yo, sus lentes adornaban su perfecto rostro y lo hacía ver más joven, pero se notaba que era alguien de la edad del profesor de arte, Kim Seok Jin.

La mirada del desconocido hermoso viajó a cada uno de los presentes frente a él y cuando sus ojos estaban a punto de chocar con los míos (los cuales en ningún momento dejaron de observar en detalle cada uno de sus movimientos) su mirada cambió rápidamente para dirigirla hacia el profesor Kim, quien lo había seguido y estaba ahora a su lado, tapando mi vista.

—¿Puedo saber qué hacen aquí? —preguntó el profesor Kim muy sorprendido de ver docentes y alumnos en un mismo sitio y de la manera en que todos veían embelesado al hombre a su lado —¿Alguien se dignará a contestar? —pregunta un poco exasperado del sepulcral silencio.

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Uno más para seguir celebrando este especial día :D