No importa cuanto huyas de tu pasado este siempre querrá alcanzarte. Todo lo malo que hiciste en el futuro parecía estarle cobrando cuentas y eso lo sabía Sana quién no tuvo una vida fácil, y tuvo que hacer todo para sobrevivir de su propio infierno...
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Otro día nuevo comienza, pasaron dos días desde que estuvo con Dahyun. Pero los problemas parecían no querer irse, más por lo que Mina estaba pasando. Hablaron por mensajes, no era suficiente porque llevaba días sin llegar a casa junto a Chaeyoung. Quedaron de ir a una heladería muy cerca de dónde trabajaban, era un lugar inusual en dónde nunca iban y por ende nunca la buscarían por esos alrededores. Escuchó que estaba demasiado mal, su conciencia estaba por los suelos y sentía que le estaba mintiendo por no contarle al respecto y ver sufrir a la mejor amiga de la menor. Se la pasaban en su tiempo libre mirando películas y otras cosas que le hicieran distraerse.
Llego 15 minutos antes de lo acordado, como hoy no tuvo trabajo, Dahyun tuvo que buscar una excusa para poder salirse, ya que le hizo demasiadas preguntas. Tenía que ayudar a su mejor amiga a arreglar esto y Momo estaba de viaje en japón como para ayudarles ahora mismo.
Pidió un helado de fresa, se sentó en la barra mientras esperaba a Mina. Todos estaban muy animados conversando, de hecho, el lugar estaba repleto. Era una heladería muy popular, ahora entendía el porque luego de darle la primera cucharada a su helado; era realmente muy delicioso.
—Perdón por llegar tarde—Dijo Mina sentándose alado de Sana.
—¿Como has estado?—Preguntó preocupada la japonesa. Su amiga tenía unas enormes ojeras, el cabello revuelto y parecía no haber dormido en días.
—Mejor que Chaeyoung si estoy—Respondió triste, se sentía demasiado culpable—. No he tenido el valor de mirarla y la seguí un par de veces.
Sana entendía ese sentido, era como si su corazón quisiera romperse por herir a alguien a quién prometiste cuidar y no lastimar. Era de la misma forma que se estaba sintiendo Mina, nunca pensó que le haría eso a una chica como lo era su pequeña novia con sonrisa de pequeño bebé tigre. Recordaba la vez en el centro comercial, le pareció un gesto muy dulce el que hizo y no merecía nada de esto. Minjoo, ella era su primer amor de su infancia y cuando se tuvieron que despedir fue un golpe muy duro y al mirarla por primera vez luego de mucho tiempo, su corazón volvió a latir como en el pasado. Todo eso era confuso, porque sentía todo eso con Chaeyoung y era un sentimiento más fuerte. Eso no cambiaba el hecho, de que la engañó y traicionó con otra mujer.
—¿En dónde te estás quedando?—Pregunto con curiosidad Sana dándole un bocado a su helado.
—Con Minjoo—Trago saliva al terminar de decirlo y recibió una cara de desaprobación de mejor amiga.
—¿Te has acostado de nuevo con ella?
—No—Murmuró Mina, hasta ella misma sentía decepción de sí misma—. No pude evitarlo, me sigue atrayendo. Tu sabes lo que sentí por ella, pero siempre te prefirió a ti...
Sana recordaba todas esas veces en que se besaron las 3, todo era un juego que poco a poco se fue intensificando más al grado que una se terminó enamorando. Ahora que lo pensaba mejor, fueron simple travesuras de niñas ¿Porque estaba causando tanto alboroto? Le daba mucha tristeza ver a su amiga de esa manera, no era la Mina que conocía. Esta era otra persona, no era su amiga. Tenía que hacer algo para ayudarla, no sabía la respuesta pero era claro que lo haría.
