Papá estacionó el auto en frente de la puerta del colegio, lo saludé con un beso y bajé del auto acomodandome la pollera.
Caminé hasta la puerta y tuve que volver a bajar la pollera que se subía entre mis dos piernas gordas.
Caminé mirando hacia el piso, sabiendo el recorriedo de memoria y pegada a la pared para no molestar a nadie en el pasillo y para no ocupar mas lugar del que ya estaba ocupando.Entré al salón y sentí que todos me miraron.
—¿No tuviste que abrir las dos puertas para pasar, Sirena? —Dijo Valentín riendose con sus amigos.
Me senté en mi banco y estire la remera para que no se vea mi panza, pero era en vano, porque se veía igual.
Por suerte era mi último año y no los iba a ver nunca más porque estaba cansada de llegar a casa y llorar por como me tratan en este lugar de mierda.
Las dos primeras horas pasaron y el timbre toco para que salgamos al recreo.
—Dale, boludo, camina que si no vamos al kiosko rápido la gorda se come todo. —Los chicos se rieron y salieron corriendo.
Como siempre, salí última del salón y fui al baño. Entré a un cubito y bajé la tapa del inodoro, me senté y empecé a llorar como siempre. Abrí mi alfajor que mamá me daba todas las mañanas y lo comí con culpa, lo comí llorando. Pero era lo que mas ayudaba con la ansiedad que cargaba.
Y mis mañanas se basaban en eso, en llorar y recibir insultos por parte de Oliva y sus amigos.
—¡Dale, gorda!¡Corra!— Escuchaba en las clases de gimnasia la cuál haciamos todos juntos.
—Sirena, correte,¿no ves que tapas todo el pizarrón?— Valentín gritaba en medio de la clase cuando yo me levantaba a que el profesor corrija mi ejercicio de matemáticas, me ponía colorada y me moví hacia el otro lado.
Los días mas feos, era cuando me tocaba volver en colectivo a casa, porque tenía que viajar con Valentín, que se tomaba el mismo colectivo que yo.
—Hoy ocupas un poco más los dos asientos.— Escuchaba los dos días en la semana que volvía en colectivo.
—¿Vos que vas a saber de joda si sos una gorda virga?— Decían cuando hablaban del viaje de egresados, lo peor... es que yo no hablaba y aun así, se las ingeniaba para meterme en la conversacion y bardearme, haciendo que todo el curso se ría.
Lo peor llegó a mitad de año, cuando Valentín se puso de novia con Samira. Samira tiene el pelo teñido de rubio y es super flaca, creo que un lápiz es mas gordo que ella.
Los dos, se las ingeniaban para hacerme la vida imposible...hasta que llegó el día en el que Samira me pegó y Valentín solamente se reía de mi.Valentín nunca me pegó, pero era cómplice de Samira cuando quedabamos solamente los tres y ella me pegaba.
Aunque yo era diez veces mas grande que ella y podía sacarmela de encima en un segundo, sabía que no lo iba a hacer.
La primera vez que me pegó sus ojos se agrandaron y como vio que yo no hice nada, es más, me hice bolita, creo que fue el pie para que lo siga haciendo.Un día en un recreo, Samira me cortó el muslo con una lata rota de gaseosa, tuve que mentir y decir que me caí y que no vi que pisé y me corté con eso, ese día, Samira estaba re asustada, pero se le pasó cuando terminó el día y nadie la llamó para ir a dirección. Aunque ella era muy mala conmigo, creo que por dentro muy, pero muy por dentro, sabía que lo hacía estaba mal. Valentín la manipulaba en todo sentido para que sea así, y lo veía, veía todo lo que pasaba en ese salón.
Muchas veces safe de que me agarren a las piñas los amigos de Valentín porque había escuchado algo y, por miedo a que pase, salía por la otra puerta de la escuela, o me quedaba una hora, o hora y media después del horario de salida dentro de la escuela para hacer que se vayan y yo pueda salir e irme a casa tranquila, aunque de tranquila no iba nada, porque mientras caminaba por la calle estaba paranoica de encontrarme a alguien y mucho no podía disimular mi presencia por lo grande que era.Y así pase mis cinco años de secundaria. Entre insultos y golpes, odiandome todos los días de mi vida y Valentín Oliva recordandomelo siempre.
💫
si se copan, me parto otro capítulo mas tarde, pero voten ahre
¿qué dicen de la fic?