Me desperté porque sentía una lengua en mi cara. Abri los ojos y veo a Cocos dándome besos por toda la cara y a Bananas dándole besos a Valentín. Seguía abrazada a él y Cocos estaba parado en la panza de Valen.
Me senté en la cama y me resfregue los ojos.—Buen día. —Dice con voz ronca.
—Si me despiertan así es un buen día.
—Quieren comer creo, no se que hora es. —Dice y se estira a buscar su celular. —Son las tres de la tarde. —Se ríe.
—¿Qué? —Me sorprendí.
—Si, son las tres de la tarde. —Se sentó y me sonrió.
Me puso el pelo atrás de la oreja y me dio un beso en el cachete.
Se levanta de la cama y sale de la habitación. Los perros le seguían el paso mientras corrían con sus patitas cortas.
Me levanté y fui hasta donde estaba Valentin que estaba buscando las cosas para darle de comer a los perros.
Le puso comida en los platos y fueron desesperados uno a cada plato.—¿Comemos algo nosotros también? Pregunta después de dejar el tarro con comida.
—Si, tengo hambre también.
—No tengo mucho la verdad. —Se rasca la cabeza.
—No pasa nada, lo que tengas está bien.
Abrió el armario y se quedó mirando que tenia para comer.
Me sente en el taburete que había delante de la mesada y miré mis notificaciones, y como era de esperar tenia varios mensajes de Pía preguntándome que había pasado. Ella está esperando que cojamos y creo que no va a pasar en futuro cercano.
Le contesté los mensajes para que me deje de atosigar con preguntar.—¿Fideos, te van? —Pregunta algo dudoso.
—Amo las pastas. —Sonreí.
Puso en la olla agua para hervir y le puso un poco de sal. Sacó otra olla más pequeña y sacó de la heladera salsa y la puso a calentar a fuego bajo.
Dejé el celular en la mesada y me pare cerca de la cocina y me apoyé en otra mesada.
Él me miró y me guiñó un ojo. Agarró el paquete de fideos y los puso en el agua. Y volvió a guardarlo en el armario.
Se acercó a mí y se puso delante mío, colocando sus manos a mis costados, apoyadas en la mesada y poniendo todo su peso en ellas, quedando a mi altura.
Pase mis brazos por su cuello, sin quitarnos la mirada uno del otro.
¿Por qué era tan lindo? ¿De verdad cambió o solo es así porque está interesado en mi?
Antes de que empiece a molestarme, me parecía un chico lindo. Pero todo lo lindo que tenía, lo tenia de malo.
Y con los años se ponía más lindo, la pubertad le había pegado tan bien y ahora, siendo adulto, es un bombón. Pero no lo conocía del todo y no sabía si seguia siendo el forro del orto de la secundaria. Claramente Samira seguía siendo la misma, y puedo llegar a decir hasta más mala y loca que antes.
Y tampoco sabía por qué tenia tanta esperanza de que haya cambiado y que de verdad sea así conmigo y con todo el mundo. ¿Qué tan malo podía ser una persona que rescató cachorritos y se quedó con dos porque no podia decirle que no por la ternura?Le pase una mano por el pelo y cerró los ojos unos segundos hasta que dejé de hacerlo y acaricié su mejilla derecha con mi mano izquierda. Dejé mi mano ahí, moviendo mi pulgar hacia arriba y hacia abajo.
Sus manos tocaron mi cintura, pasándolas hacia mi espalda baja y abrazandome para acercarme más a él.—¿Ahora si me dejas darte un beso?— Preguntó mirando mis labios.
Asentí divertida por su pregunta.
Se acercó a mí boca despacio, y apenas nuestros labios rozaron, me recorrió una chispa de electricidad por todo el cuerpo. Sus labios empezaron a moverse con los míos, en un beso lento y suave, podíamos escuchar nuestras respiraciones un poco pesadas por el poco oxígeno que nos entraba en el cuerpo.
Metió su lengua en mi boca, chocando con la mía varias veces. Me agarró de la cintura y me subió a la mesada, se puso entre mis piernas y yo tenia mis manos en sus mejillas, para que no se separe de mi. Sus manos apretaban mi cintura y la acariciaban de vez en cuando.Escuchamos un ruido raro y miramos los dos hacia las hornallas, la olla de los fideos se habia rebasalso, mojando la cocina. Destapó rápido la olla y el agua bajó.
—Uh, la puta madre.— Murmuró bufando.
Agarró una espátula y revolvió los fideos. Me miró y me reí, me sonrió, sacando el ceño fruncido que tenía.
Dejó destapada la olla y se volvió a acercar a mi. Me mordi el labio y volví a envolver su cuello con mis brazos, acercandolo mucho más a mi.—Ni que hubiese sido el fin del mundo. —Sonreí.
—Ya se, pero me da paja limpiar la cocina.— Volvio a poner sus manos en mi cintura.
—Bueno, lo hago yo cuando terminemos de comer.
—Encima nos interrumpió, así no... —Se acercó.
—Pero podes volver a lo que estabamos, ¿no?
—Claramente. —Me reí y me volvió a besar.
💫
Al fin se besan jeje más vale que voten mucho porque pasó algo emocionante al fin
Les parece que va un poco lenta o está bien? Díganme, posta que no hay drama