Miré unos segundos a Valentin y volvi la vista hacia adelante.
Quería entenderlo, quería saber que es lo que pasaba por su cabeza. Pero no podia preguntarle.
Tenía muchas ganas de preguntarle por qué me hizo todo eso, por qué era asi conmigo, qué era lo que lo llevó a hacer todas esas cosas. Porque la persona con la que hablaba no era la misma que yo habia conocido años atrás. No era el momento para preguntar, pero sabía que cuando sepa o yo le diga quien soy realmente, le voy a preguntar, lo tengo clarísimo. Solamente me quedaba esperar y no meter la pata.
Llegamos a un edificio, y quise reírme. No sabía por qué había pensado que todavía vivía con sus padres, cuando estaba claro que ellos mismos le estaban pagando el departamento. Eso explicaba muchas cosas también. Y siempre se notó que Valentín fue un chico que nunca le faltó nada material en su vida y que si pedía algo lo tenía.
Bajamos y dejó el auto afuera, abrió la puerta principal con una llave y subimos al ascensor hasta llegar al piso tres. Abrió la puerta y miré el lugar. Era un lugar pequeño.
Estaba la cocina y alli había un tele, un sillon y una mesa ratona. Y vi dos puertas más, una mas pequeña que supuse que era el baño y la otra su habitación.
Me señaló el sillón, por lo que me senté y esperé que él tambien lo haga.
—¿Querés algo para tomar?
—Agua.— Dije y asintió.
La verdad es que tenía la garganta seca después de todo lo que había pasado y necesitaba algo para sacarme ese mal gusto que tenía en la boca.
Miro hacia atrás, donde tengo la vista perfecta de Valentín buscando los vasos para llenarlos con agua.
Escucho un ruido y de la habitación mas grande, sale un cachorro, con cara de dormido y moviendo su colita, acercandose a Valentín. Este sonríe y se agacha para acariciarlo. El perro se da vuelta al notar mi mirada y se acerca corriendo para conocerme. Mueve la colita exageradamente y yo no me contengo para acariciarlos y apretujarlo mientras susurro cosas lindas hacia el perro.
Valentín se acerca y deja los vasos en la mesita.
—Se llama Bananas, subilo al sillón si querés.— Dije e inmediatamente lo subi a mi regazo.
Saltó y sus patitas quedaron en mi pecho y empezó a lamer toda mi cara hasta que se bajó y se fue con Valentin unos segundos, pero decidió volver conmigo y se recostó en mi regazo.
Lo acariciaba mientras sonreía al verlo. Era hermoso y lo mejor de todo era un perrito de la calle rescatado, se notaba claramente que no era de niguna raza.
—Lo rescate hace un par de semanas. Por suerte pude dar en adopción sus hermanitos y bueno, me quede con ella. —Sonrió, confirmando mi teoría.
—Es hermosa.— Musite aún viendo a la perrita.
—Kela.— Me llamó y lo miré, sacando la expresión de felicidad de mi rostro.
Agarre el vaso de agua y tomé un poco.
—Escucho.— Dije tocando la patita de Bananas.
—Perdón, te pido perdón por ella. Samira y yo no estamos más juntos hace como siete u ocho meses. Como habrás visto no terminamos de la mejor forma. Siempre quise hablar con ella, y terminar bien y aclarar las cosas, porque la conozco y se como se pone y como es. Pero nunca quiso y no voy a obligarla a que hablemos, pero sigo pensando que es necesario.
—Claramente le faltan algunos caramelos. Estábamos hablando, no nos estábamos besando, no te estaba tocando, vos no me estabas tocando. No había razón alguna para que haya ido a querer pegarme.— Negué.
—Tenes razón y pienso igual que vos. Pero no controlo lo que ella piensa. Posta, perdón. Pasaste un momento de mierda por mi culpa, no te tendría ni que haber tocado. Perdón. —Se volvió a disculpar.
Mordí mi labio, pensando en que de verdad quería escuchar esas disculpas sinceras sobre todo lo que me hizo en el pasado.
—Está bien, no pasa nada. Estoy bien.— Nos quedamos en silencio unos segundos. —Pero tengo miedo de estar con vos. —Era totalmente verdad.
Todavia tenía miedo de que se de cuenta quien soy y me haga algo y también tenía miedo de estar cerca suyo y que Samira se la vuelva a agarrar conmigo sin saber quien soy.
—Te juro que voy a hablar con Samira y no te va a molestar más. Lo prometo.— Puso su mano arriba de la mía y me sonrió, lo que causó que yo diera una pequeña sonrisa.
Lo miré unos segundos, prestándole atención a su rostro y tenía cortado cerca del labio, y era reciente. Acerqué mi mano a la zona y acaricié su rostro.
—Tenes lastimado.— Susurre mirando el corte.
—Ah...si. Samira me cortó con el anillo cuando me dio una cachetada.
—Al menos se la devolví.— Reímos.
Se quiso acercar para darme un beso, lo veía venir. Podiamos haber hablado en el auto, pero sabía que otras intenciones había si es que todo terminaba bien, como sucedió.
Corrí la cara, por lo cual, sus labios impactaron en mi mejilla, no tan lejos de mi boca. Y dejó varios besos en mi mandíbula. Se acercó más a mi y pasó su brazo por encima de mis hombros y apoyo su cabeza en mi hombro y empezó a acariciar a Bananas. Apoyé mi cabeza sobre la suya.
No sabía que me pasaba. No sabía porque había dudado tanto en correr la cabeza para que no me bese. Estaba dudando mucho y entrando en pánico. No pude gustarme Valentín, es imposible.
Nunca me voy a cansar de repetir lo mismo, siempre me pareció un chico hermoso y ahora que estaba mas grande, está buenísimo. Pero nada de eso, deshace el daño que me causó. Pero aún así lo estoy dejando entrar a mi vida de nuevo de una manera diferente.
💫
AMO ESTA FIC LA AMO LA AMO
Que dicen?
Como creen que va a seguir? Lxs leo.
VOTEN MANGA DE GILES Y GILAS QUE MUCHA LECTURA MUCHA LECTURA PERO NO VOTAN 😡✌🏼
