Salimos del boliche y Pía y yo teníamos los brazos entrelazados mientras caminabamos para tomar un Uber con las demas chicas que iban delante nuestro.
Siento que me agarran del pelo fuertemente, y me tiran hacia atrás y como es corto me tambaleo bastante y casi me caigo. Tenía a Samira delante mío mirandome con diversión.
—Pará, loca, ¿qué te pasa?— Dije alejandome un poco.
—Alejate de Valentín, loca. —Dice la ultima palabra con sarcasmo porque yo lo dije.
Me reí.
—¿Quién sos vos para decirme eso? Superalo boluda, no estás más con él. —Dije un poco enojada.
—Sigo siendo su novia. Te digo que te alejes de él y lo haces. No te quiero cerca.— Me amenazó.
—¿Vos que sabes si me curto o no a Valentín? Dios, dejame en paz, flaca. —Me estaba por ir cuando empieza a empujarme de a poco.
Toda mi vida había imaginado ese momento, el momento exacto en el cual yo me enfrentaba a Samira. Siempre me decía lo mismo "Si mañana me hace algo, le hago frente", y nunca lo hice. Siempre me dejé basurear, pisotear, golpear por ella y nunca hacía nada.
Pero ese momento, ese momento... era diferente.
Samira levantó el brazo para pegarme y cuando lo acercó con mucha fuerza, me moví y llegó a pegarme en el hombro, haciendo que sienta como esa sensación de hormiguitas en la zona. La miré y le pegué yo una cachetada, me quedé sorprendida por lo que hice, parecía que no controlaba yo mi cuerpo. Samira estaba a punto de tirarse encima mío, pero unos chicos la agarraron y a mi también, me abrazaron de costado, imposibilitando que me mueva.
—¡Soltame!— Dije mirando a Valentín.
—Calmate. —Me dice suave.
—¿Qué yo me calme?¿Me estás jodiendo? ¡Tu ex es la que arrancó esto y lo sabes! —Dije intentando que me suelte.
—Kela, basta, veni, hablemos. —Me dice y niego.
—No, Valentín, déjame. Te dije que no quería quilombo y viene y me encara para pegarme.— Negué.
Miramos hacia donde Samira se encontraba, porque estaba gritandole a un chico que iba a la escuela con nosotros. Era su mejor amigo en aquel momento, ella lo había conocido gracias a Valentín porque era amigo de él.
—¡Samira!¡Esta no sos vos, calmate! —Le decía él.
Valentín me volvio a mirar.
—¿Me soltas? Listo, ya está. —Me soltó.
—Hablemos.— Dice y niego.
—Creo que conmigo no tenes que hablar, Valentín. A ella le tenes que dar explicaciones.
—Dale, veni a casa y hablamos tranquilos, te explico todo, pero dame la chance de decirte que es lo que pasó.
Lo quedé mirando, unos segundos. Atrás suyo tenia la vista perfecta de como Samira nos miraba mientras que el chico seguía hablandole mas tranquilo y el otro aún la sostenía para que no haga nada.
Ver a Samira reventar de celos y furia porque Valentín está conmigo era algo fascinante. Si me hubiesen dicho que podía hacerlo a los dieciséis o diecisiete años me hubiese alegrado el día de mierda que probablemente estaba teniendo. Pero estaba pasando. Samira estaba celosa de mi. Samira estaba viendo como yo hablaba con Valentín y como él quería arreglar las cosas conmigo y no con ella. Yo le causaba celos y no asco o repugnancia. Era tentador seguir provocandola, no iba a negarlo. Y saber que se lo podía devolver de esta manera, me hacia un poco feliz.
—Kela... —Me dice Valentín al ver que no respondía.
—Me llevas a casa después.— Dije y asiente.
—¡Me voy! —Le dice a uno de los chicos que estaba parado cerca de Samira y los que la sostenían.
El chico hizo una cara y Valentin se acercó para decirle algo en el oido, el otro asintió y cuando se acercaba a mi, me crucé de brazos para que se de cuenta de que no quería que me toque.
—¿Dónde vas?— Le dice Samira. —Tenemos que hablar.
—Si, tenemos que hablar pero ahora no.
—No, hablemos ahora. Siempre querés que hablemos, bueno, hablemos, dale. —Dice ella un poco desesperada.
—Samira, no quiero putearte así que hablamos otro día.
Valentín me tocó la espalda para que sepa que teniamos que caminar.
Mis amigas me miraron confundidas y las saludé con la mano, quería hacerles alguna cara, pero sabía que el grupo a nuestras espaldas estaban atentos a todo lo que hacíamos.
—Vayan, yo vuelvo a mi casa después. —Le dije a Pía.
—Pero si todo está en mi casa. —Abre un poco los ojos.
Quería reirme, sabía que quería que vuelva a su casa para que le cuente todo y en parte tenia razon, mis cosas estaban ahí.
—Tenes razón, te llamo antes de ir.— Asiente y seguimos caminando hacia el auto de Valentín.
Nos subimos y arrancó a manejar.
—¿Vamos a estar callados todo el viaje?— Me encogi de hombros.
Un poco enojada estaba para ser sincera. El hecho de que Samira me atacaba solamente por "estar" con Valentín me sacaba de onda, sabiendo principalmente que ni un beso nos dimos y que estabamos hablando como amigos...con chamuyos de su parte en realidad.
Estaba segura de que Samira no sabía que yo soy Sirena, porque sino, se hubiese burlado hasta cansarse. Pensar que esta situación la pudo pasar cualquier otra chica que se le acerque a Valentin me daba pena, pena porque está loca, claramente. Y ahora entiendo que todo el odio que ella tenía conmigo lo seguía teniendo, y que capaz que no era un problema personal conmigo, sino que buscaba en quien desahogarse y yo era el blanco perfecto. Y a Valentín no lo entendía. No sabía por qué había estado con ella, no sabía cual era su motivación para arruinar mi psiquis de tan chica. Ahora es tan diferente que me hace dudar demasiado que esté hablando con el verdadero Valentín y no con un hermano gemelo o algo parecido.
Usualmente los varones en el colegio son malos y sin filtro con la gente, pero él era un tema aparte. Es común que sean forros, pero él, era un forro del orto conmigo y las cosas que me decía lo decía para herirme de verdad, lo hacia con intención de lastimarme, porque sabía que decir para que me duela. Y ahora... no entiendo. No se si aparenta, no se si cambió, no entiendo nada. Y me confunde.
💫
No miento cuando digo que me cebe mal con esta y escribí este cap en 15min una cosa de locos nunca me pasó y lo peor es que me gustó como quedó.
Claramente esta fic es mi segunda favorita después de nena bien.
Me emociona esta fic les juro que recién empieza esto...
