Después de un mes y medio encerradas estudiando para los parciales de la universidad, al fin podíamos hacer algo. Y qué mejor idea que festejar que todas aprobamos los parciales que saliendo a bailar y volver hechas mierda.
Un boliche nuevo abría ese mismo día y nosotras presentes dando la nota como se debe. Ya adentro con un poco de alcohol encima, arrancamos a bailar y a divertirnos entre todas como sabemos hacer.
Dando una de nuestras famosas putivueltas, veo a Valentín que me está mirando y nosotras, estabamos acercandonos a él y a sus amigos pero estaba segura de que ellas no lo vieron y que fue todo casualidad. Valentín y yo no habiamos hablado más, o mejor dicho yo deje de contestarle los mensajes, me parecía lo más sano para mi salud mental y además quería concentrarme en estudiar y no estar boludeando con el celular y perder tiempo manteniendo una conversación fingida con él.
Cuando pasamos por al lado de él, me toca el brazo y me doy vuelta para saludarlo con una sonrisa.
—Hola. —Me dice y me da un beso en el cachete.
—Hola.— Repito viendo como mis amigas se pierden en la multitud sin siquiera percatarse de que yo no estaba con ellas.
—No hablamos más. —Dijo llamando mi atención.
—Si, es que estaba en parciales de la facu, me consumen el noventa porciento del día.— Expliqué.
—Si, tenes razón, yo también estaba con los parciales. Pero ahora estamos acá.— Sonríe.
—No iba a venir yo, pero salían todas las chicas y bueno. —Mentí.
—¿Si? Es el destino, no hablamos más pero mirá, — Se señala a él y después a mi. —estamos los dos acá juntos, hablando. Además, ¿qué probabilidad había de que estemos en el mismo boliche? —Decía entusiasmado, me reí.
—No puedo creer que creas en esas cosas, Valen. Las probabilidades son del cien por cien. Tenemos la misma edad, frecuentamos los mismos lugares, vivimos en la misma ciudad, ¿sigo? —Enumere.
—¿Cómo sabes que vivimos en la misma ciudad? —Achino los ojos y negué divertida.
—Me dijiste que pasabas por mi colegio caminando para volver a tu casa, Valen.
—Ah, cierto. —Asintió.
—Además, dicen que cada uno tiene el poder de cambiar su destino. —Me encogi de hombros.
—Yo no lo cambiaría, si lo hubiese cambiado no estariamos hablando. —Me reí.
—Yo si, así no me tengo que fumar chamuyos malísimos. —El se rió y al mirar hacia atrás su expresión cambió completamente, lo que hizo que yo me gire rápidamente.
Y pude ver lo que había cambiado su expresión y lo que había hecho que yo entre un poco en pánico. Samira estaba parada, de brazos cruzados mirando a Valentín y a mi, bastante enojada. Quité la vista e intenté sonar como si no entendiera.
—¿Qué pasa? —Pregunté mirándolo con el ceño un poco fruncido. —¿Es tu ex la que mira para acá?
—¿Cómo sabes? —Me mira.
—No, no se. Lo supuse. —Me encogi de hombros.
—Si, es mi ex. —Dice y me vuelvo a girar, viendo como se hace lugar para pasar y acercarse a nosotros.
—Mira, Valentín, yo no quiero problemas con nadie, no estoy para ningún drama, así que hablamos cuando arregles tus problemas. Y sinceramente, con la actitud con la que viene, no va a decirme que soy una linda piba.
—¡Kelaia, no, veni!
Escuché que gritó pero yo me escabullí entre la gente para ver donde podían estar mis amigas y refugiarme entre ellas durante el resto de la noche porque tenía miedo de encontrarme con Samira y sepa quien soy.
Me escondí detrás de una columna, y me asomé a ver que pasaba. Y Samira le gritaba enojada y movía sus brazos exageradamente, mientras que Valentín estaba bastante tranquilo pero con una expresión de cierto enojo y fastidio. Se cruzó de brazos y miraba hacia otro lado y de vez en cuando la miraba a ella, que seguía haciendo un monólogo enojado.
Después de ver como Samira le gritaba, ella apretó la mandíbula y dejó de mover los brazos, para formar puños y dejarlos a un costado de su cuerpo. Valentín la miró ya que había dejado de hablar y pude leer en sus labios "¿ya está?". Lo que generó mas furia en ella, levantó la mano y le pegó una cachetada. Valentín la quedó mirando y sus amigos, lo empujaron hacia atrás a él y se pusieron adelante y le empezaron a gritar que se vaya, estaba segura de que tenían ganas de putearla de arriba hacia abajo, pero no lo hicieron.Me tocaron el hombro y me asusté, me di vuelta y Pía me miraba confundida.
—Samira le dio vuelta la cara a Valentín de un cachetazo.— Dije sorprendida.
—¿Qué?¿ Samira está acá?
—Si, me vio con Valentin y se acercó y le dije que no quería bardo y me fui. Samira se acercaba con todas las de pegarme pero tenía miedo de que me reconozca. Y le tengo miedo.— Confesé.
—Tranquila, veni, las chicas consiguieron vip anda a saber como. No te va a hacer nada ahí.
Asenti y caminamos hacia el vip del lugar y nos quedamos ahí lo que restaba de la noche. Pero todavía tenía miedo de que Samira me haga algo y podía ser que me espere a la salida.
Samira me habia encontrado con la mirada y como no podía entrar al vip, solamente se limitaba a mirarme desde lejos intimidandome. Suspire, lo que me faltaba, volver a ser víctima de Samira.💫
O no actualizo nada o acutalizo todo junto vieron?