22

75 3 2
                                    

Me hicieron un par de preguntas. Si conocía al chico que nos había amenazado y torturado. Respondí claramente que no le conocía de absolutamente nada, pero que alguna vez había mantenido una conversación con él que no fue para bien. 

Nicolas estaba del otro lado, con un agente de policía que parecía ser mucho mas tosco, ¿Será que a mi me han puesto al poli bueno solo por ser mujer? De alguna manera lo agradezco, porque no sabría como manejar esta situación con el poli malo, me largaría a llorar inconsolable, y titubearía en todas mis respuestas.

—Tienen que encerrarlo en la cárcel, esta loco, loquisimo... Sé que si hubiese podido nos habría asesinado a ambos, estaba... muy... Parecía muy obsesionado conmigo...

—Lo sé, pero aún no es mayor de edad... Así que... Tranquila, veremos qué se puede hacer.—responde el poli bueno sin más , y yo me siento desvanecer. 

Su interrogatorio parece haber culminado igual que el mío. Observo sus heridas profundas, moratones y sangre en la barbilla, esboza una sonrisa que no me reconforta para nada, hace ademán de levantarse y venir con paso decidido hasta mi, pero niego con la cabeza. 

Ahora menos tengo la oportunidad de confiar en nadie, el me ha mentido, como la mayoría... Fue el mismo que comenzó con esto del maldito chat. De textearme incansablemente, sin el jamás habría ocurrido esta horrible situación.

Y le aborrezco por mentirme. 

Texting with the blondeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora