"Solo hay que sentir"

124 6 0
                                    


13

Las horas pasaban y Audrey continuaba tras esas mismas grises paredes que en cada momento callaban su llanto. Comenzaba a desesperarse, a caminar de un lado hacia otro sin poder hacer mas que eso. Ahora es que comprendía como se sentían los animales enjaulados. Lo peor era que tal vez su destino era aquel, vivir prisionera de cuatro paredes.

¿De que se preocupaba? Afuera nadie la esperaba.

Aunque, hace algunos años si tenía a quien, y no se refería precisamente de Harry Styles.

—¿Es verdad de lo que me entere? —grito el señor McGillis

—No se que me hablas, papa—una joven Audrey miraba asustada a su padre

—Te estoy dando una maldita educación para que ahora me salgas con que eres una asesina—le escupió lleno de decepción

A Audrey le temblaban los labios y el cuerpo entero

—Te juro que puedo explicártelo—sollozo temerosa

Su padre, levanto la mano para abofetearla

—¡Cállate, asesina!. Agradezco que tu madre este muerta, para que no se dé cuenta del monstruo que pario

El dolor en la mejilla de Aud no se comparaba en nada con lo que las palabras de su padre le causaban. Sus ojos empapados de lágrimas no le permitían ver con claridad a su padre, tampoco era como que quisiera sostenerle la mirada. Alguien había ido a contarle lo ocurrido, y sabia que ese alguien era el señor Bleston Styles.

—Estas ebrio—logro murmurar con su mano sobre su mejilla. Temía que su padre se pusiera aun mas agresivo de lo normal

—¡Tu no eres dios para juzgar, maldita! —otra bofetada fue a parar a su otra mejilla

Audrey chillo del terror. Todo lo que pudo hacer fue ponerse rápidamente tras la mesa. Los ojos inyectados en sangre de su padre le aterraban enormemente.

—Ojalá tú también te hubieras muerto....

El cuerpo entero se le erizo tras recordar ese episodio doloroso en su vida, también la ultima en la que había visto a su padre pues después de esto, se había alejado de ella. Estaba sola en el mundo, tan solo contaba con Alex, sin embargo, en el momento en que él supiera de lo ocurrido, estaba segura de que también se marcharía.

—Solo causo dolor a mi alrededor

—Ya deja de lloriquear, niña, y despídete

La misma policía que no hacía más que maltratarla, abrió la reja sacándola de sus pensamientos. Audrey no sabia si emocionarse o preocuparse por lo que vendría. Tan solo pudo tragar saliva y rogar que no fueran malas noticias.

—¿A dónde me llevan?

—Ni te emociones, princesita. Te van a trasladar a  Send Prison

El alma entera se le fue al suelo al escuchar esas crueles palabras. Era algo que ya se esperaba, mas sin embargo no pensaba que fuese a ocurrir tan pronto. Alex no había comentado nada en su visita esa mañana, ¿Por qué?.

—¡Que camines, niña! —le grito entre jaloneos

Esa noche logro salir de nuevo, pero seria solo por muy poco tiempo. Volvería a estar encerrada, y posiblemente seria para siempre. Por lo mismo, al estar en el exterior intento tomarse su tiempo para admirar por ultima vez la brillante luna que de a poco se cubría por algunas nubes que pasaban cerca de ella. Se sentía como un ciego recuperando la vista. Así mismo, cerro sus ojos para inhalar el aire fresco de esa noche.

Por un momento dejo de pensar y se limito a sentir lo que posiblemente seria lo ultimo que haría durante mucho tiempo. Deseaba poder recordar como chocaba el viento frió contra su cuerpo y su piel se erizaba ante ello. Quería llorar por no haber vivido como le hubiese gustado hacerlo, pero ya era tarde para darse cuenta de lo que había perdido, justo como había ocurrido con Harry. 

Recordar el día en que se conocieron nublo por completo sus ojos.

—¡Alexander Styles! —grito a todo pulmón mientras corría para abrazarlo fuertemente.

Desde las vacaciones que no lo había visto debido a que se encontraba fuera del país disfrutando con su familia. Tanto lo había echado de menos que tan solo verlo no podía evitar sus ganas de abrazarlo. Lo consideraba un hermano.

—¿Eh? —ni tiempo le dio de decir nada al verse envuelto en unos brazos largos y delgados que apretaban su abdomen

—Te eche tanto de menos—confeso separándose al fin de él. Al verlo a los ojos noto algo distinto, e inmediatamente se sintió nerviosa. Su corazón latía despacio, sus manos sudaban y su mirada no podía apartarse de esos ojos intensos que ni siquiera parpadeaban por temor a que desapareciera—No eres Alex—logro decir tras algunos segundos

—No, definitivamente no lo soy—le mostró por primera vez aquella brillante y contagiosa sonrisa que hizo que ella también sonriera—Pero gracias por ese abrazo tan acogedor.

—Lo lamento, te confundí—agacho un poco la mirada—Son tan idénticos....

—¿Y como puedes estar tan segura de que no soy Alexander? —colocando su índice en la barbilla de Audrey ,levanto su mirada

La piel de Aud se erizo ante el tacto. Era claro que ese chico no era su mejor amigo

—Podrán ser idénticos físicamente, pero hay algo en tu mirada que te diferencia rápidamente de él

—No se si sentirme alagado o no—sonrió—Pero me alegra que me confundieras con él. Soy Harry, por cierto.

—Audrey, mucho gusto—extendió su mano para poder estrecharla con la de él.

—Lindo nombre, Audrey—lamió sus labios probando su nombre

Desde ese día su vida cambio, comenzó a tener otro tipo de color, uno mas brillante. Quizás fue su perdición, pero agradecía haberse enamorado de ese hombre, mismo que podía meterla presa de por vida con tan solo chasquear los dedos.

—Métete a la camioneta, princesita—un chasqueo de dedos de parte de la oficial a cargo la regreso a su presente. 

Wolves [H.S] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora